miércoles, 16 de noviembre de 2022

Por fin se reconoce que el híper consumo es el causante de tanta contaminación

Por fin se reconoce que el híper consumo es el causante de tanta contaminación

Por Adán Salgado Andrade

 

Algo que no se suele mencionar en todas las reuniones que se hacen cada año, para tratar de reducir las emisiones contaminantes, es el consumo compulsivo que este sistema capitalista salvaje nos ha impuesto, no para nuestro bienestar, sino para el de dicho sistema.

Por supuesto que están otros factores, como las guerras, por ejemplo, la invasión de Rusia a Ucrania, que está elevando mucho los niveles de contaminación­. O las actividades industriales, agrícolas, transportes, servicios… los que también producen millones de toneladas de CO2  cada año. Todo ello determina cuánto contamina cada país, la llamada huella de carbón (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/08/la-huella-de-carbono.html ).

Pero el principal problema es el sistema de sobreproducción que nos ha impuesto el capitalismo salvaje, para su propia conveniencia, no para la nuestra. Como la tasa de ganancia individual, la de cada producto, ha ido disminuyendo, se requieren millones de tales productos para compensar tan baja ganancia.

Se fabrican, como señalé, muchos más productos de los que la sociedad puede consumir. Sin embargo, los que se quedan, requirieron materias primas, energéticos y mano de obra para hacerlos. Eso, resta recursos al planeta y ocasiona emisiones contaminantes por los necesarios procesos de combustión con los que se fabricaron (toda actividad humana produce combustión, la que contamina).

Ahora, en la reciente COP 27, una de tantas reuniones anuales que se hacen para ver “cómo disminuir emisiones contaminantes”, por fin, un grupo de expertos están señalando que el híper consumo es un importante factor que contribuye a que las emisiones contaminantes crezcan cada año.

Pero es un híper consumo, repito, inducido. Y de todos modos, no se alcanza a vender cuanta mercancía se produce.

Justo es de lo que habla el artículo de Associated Press, titulado “La tierra ya tiene ocho mil millones de personas y es el consumo, no la gente, lo que está alterando el clima”, firmado por Seth Borenstein (ver: https://apnews.com/article/science-africa-pollution-climate-and-environment-1c70df435acda74301ff2df96a86dd43).

Se muestran varias fotos de gente africana pobre, de Kenia, que ni siquiera cuentan con cuestiones tan básicas como agua. África es uno de los continentes más pobres del planeta, el que menos huella de carbón produce, pero es el que está siendo más golpeado por el cambio climático (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/03/africa-la-que-mas-sufre-los-embates-del.html).

Otra foto, muestra a mujeres de Pakistán, haciendo fila para conseguir algo de comida gratuita. También ese país, de entre los más pobres, está sufriendo severas inundaciones, por el cambio climático (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/2022_Pakistan_floods).

Dice Borenstein que “el mundo se está calentando y aumenta la población, y los dos problemas están conectados, pero no tanto como la gente podría pensar. Ya somos ocho mil millones de personas. La Tierra se ha calentado casi 0.9º C, desde que el planeta alcanzó los cuatro mil millones, en 1974. Hay más gente consumiendo energía, sobre todo, de los combustibles fósiles, lo que está calentando el planeta. Pero hay investigadores que afirman que no es tanto el crecimiento poblacional, sino que hay gente que consume más energía que otra”.

Vanessa Perez-Cicera, directora del Centro de Economía Global, dependiente del Instituto de Recursos Mundiales, citada por Borenstein, dice que “Sí, tenemos el problema del crecimiento poblacional, de que está aumentando la población, pero creo que es más importante decir que también tenemos un problema de híper consumo”.

¡Vaya, por fin se reconoce el problema principal que, como dije, es ocasionado por este sistema de sobreproducción!

La gente que está naciendo, dice Perez-Cicera, no tendrá “los recursos que tuvimos, pues se están acabando”.

En efecto, hay un problema de disparidad, de que unos pocos países depredan los recursos del resto. Sí, hay un crecimiento poblacional, pero la mayoría de la gente, sobrevive apenas con, digamos, mendrugos, pues si todo el mundo tuviera acceso a las comodidades que la gente de los países “ricos” disfruta, el planeta ya habría implosionado, no podría soportar tanta comodidad. En todo caso, se necesitaría un estándar, en el que todos los habitantes del planeta pudieran gozar con la satisfacción normal, no exagerada, de las necesidades básicas, no obligarlos a consumir más allá de ese bienestar, algo, claro, utópico, pero que sería realmente necesario, si deseamos que este pobre planeta nos siga manteniendo vivos.

Menciona Borenstein que “Kenya, que está pasando por una devastadora sequía, tiene 55 millones de personas, más o menos 95 veces más que la población de Wyoming, que es de unos 579 mil habitantes. Pero Wyoming emite 3.7 veces más CO2 que Kenia. África (como menciono arriba), posee el 16.7% de la población mundial, pero históricamente emite sólo 3% de las emisiones globales de ese gas, en tanto que Estados Unidos (el mayor contaminador durante décadas) tiene el 4.5% de la población mundial, pero desde 1959, ha producido el 21.5% de CO2, que es uno de los gases que están atrapando el calor”.

Como dije, por mantener su comodidad, Estados Unidos (EU) o Europa, no sólo depredan, sino contaminan en demasía, pues tanto confort, exige que les roben los recursos a otros países o regiones. Lo que se llama biocapacidad, que se refiere a la cantidad de recursos naturales que posee un país, para sustentar sus actividades, es insuficiente para sostener sus lujos, viven más allá de sus recursos.

Sigue mencionando más ejemplos Borenstein, “como que el canadiense, saudita o australiano promedio, emiten más de 10 veces más bióxido de carbono al aire diariamente, que el pakistaní promedio, el que, además, sufrió inundaciones en un tercio de su territorio, por un evento climático extremo. Y en Qatar, las emisiones per cápita, son veinte veces mayores a las de Pakistán, de acuerdo con el Banco Mundial”.

Y eso queda claro, si se mide el desperdicio, producto de vivir cómodo. Por ejemplo, el estadounidense promedio, desecha casi 150 kilos de basura plástica cada año, incluso más del doble del de habitantes de países europeos. Están ahogando al planeta de basura plástica y de otros tipos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/como-se-origino-el-invasivo-plastico.html).

Es por ello que otro científico citado, Bill Hare, de Climate Analytics, dice que “no es tanto que haya sobrepoblación (que, en mi opinión, sí la hay), sino de los hábitos de consumo, así que debemos de comenzar con los mayores emisores (los países “ricos”)”.

Otro grupo de científicos, del Climate Interactive, han hecho simulaciones para ver qué factores son los que están contribuyendo más al cambio climático y comprobaron que hay una pequeña contribución del exceso de población, comparado con factores como la economía.

¡Por supuesto, pues la mayoría de los humanos sobreviven con casi nada! No va a contaminar mucho un habitante de Somalia, que ni agua tiene y vive en una “casa” hecha de ramas y plástico, a uno de EU, que tiene una gran casa, cómoda, un potente SUV, electrodomésticos, aire acondicionado, pantallas, cocina equipada, además de que es híper consumista. Es totalmente claro.

“Comparando dos proyecciones poblacionales de la ONU, una, de 8,800 millones de personas y otra, de 10,400 millones, el científico Drew Jones, de la citada Climate Interactive, halló sólo una diferencia de 0.2º C. Pero aplicar o no un impuesto de cien dólares por tonelada de contaminación, llevaría a un ascenso de 0.7º C”.

Es otra de las tonterías que se proponen para “disminuir” las emisiones contaminantes, que se aplique un impuesto a la contaminación. Habrá empresas que, simplemente, lo pagarán y seguirán contaminando. Es como la falacia de la “captura de carbón”, que propone remover el CO2 emitido. Absurdo, pues mientras se emiten actualmente del orden de 45 mil millones de toneladas de ese gas cada año, apenas se remueven unos cientos de miles de toneladas. No se me ocurre mejor analogía que si se quisiera sacar toda el agua de una alberca con un gotero (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/08/la-falacia-de-la-captura-de-carbon.html).

Por eso, el citado Hare, dice que no es problema tanto la sobrepoblación. “Una persona de un país rico, siempre dirá ‘es un problema de sobrepoblación’, pero nada más alejado de la realidad”.

La científica Katharine Hayhoe le comenta a Borestein que “el 50% más pobre de la población mundial, sólo es responsable, históricamente, del 7% de las emisiones de gases efecto invernadero. Pero si revisamos qué naciones son las que más están siendo afectadas por esas emisiones, países pobres como Malawi, Mozambique, Senegal o Afganistán están en primer lugar”.

Y de todos modos, señala Hare, “dentro de los países más ricos, son los más ricos los que contaminan más. El 80% de la población mundial, emite una muy pequeña fracción de la contaminación”.

Claro, como señalé, la comodidad demanda híper consumo y desperdicio, una vez que ese híper consumo se deseche.

El crecimiento poblacional se está dando en países pobres, “como en África subsahariana o Asia del sur. Ocho naciones, cinco en África, tres en Asia, son las que van aportar la mitad del crecimiento poblacional de aquí al 2050. Se trata de Egipto, Etiopía, Tanzania, Nigeria, la república democrática del Congo, Pakistán, India y Filipinas”.

Sí, y veremos más imágenes, como las mostradas, de gente muriendo de hambre, haciendo enormes filas para obtener un mendrugo de pan, algo de agua, tratando de “curarse” en hacinados, insuficientes hospitales, cadáveres vivientes que, por desgracia, seguirán reproduciéndose, aun en esas terribles condiciones.

Y aunque el crecimiento poblacional está disminuyendo, y “llegará a su pico en este siglo, creciendo menos de 1% cada año, las emisiones de CO2 están creciendo, siendo en el 2022, 1% mayores que las del 2021”.

El grupo Sierra Club, es una organización que se ha centrado en controlar el crecimiento poblacional, “pero ese crecimiento, se centra más entre personas no blancas. Y ahora, se han dado cuenta de que es el híper consumo y el empleo de combustibles fósiles, los que incrementan el problema y que sería lo mismo teniendo 6 mil millones, 7 mil millones u 8 mil millones de personas”, como indica Ramon Cruz, presidente de ese grupo.

Sí, en efecto, el crecimiento poblacional es una presión al planeta, pero la necesidad constante de seguir obteniendo grandes ganancias de este sistema depredador y contaminante, es lo que, en realidad, subyace tras todos los graves problemas de depredación y contaminación, que nos están llevando a la crisis climática cada vez más grave, que estamos padeciendo.

Pero es algo que no se toca, como mencioné. Se debe de enfatizar que es el capitalismo salvaje la fuente de todos nuestros males.

De otra forma, seguirán los científicos con indirectas.

Ya es tiempo de que se enfrente al verdadero demonio.

 

Contacto: studillac@hotmail.com