Las petroleras siguen con sus planes de expansión, a pesar del calentamiento global
Por Adán Salgado Andrade
La IPCC (Panel intergubernamental sobre el cambio climático) ha establecido que si se pretende mantener el incremento de la temperatura global en menos de 2º C, el 60% de las reservas que todavía hay de petróleo, así como el 90% de las de carbón, deben de permanecer sin explotarse, en las entrañas de yacimientos y minas.
Sin embargo, las petroleras y las carboníferas, no muestran indicios de que vayan a cumplir con esa meta. Menos, en la actualidad, en que, como dice el gran pensador Noam Chomsky, son las salvadoras, “no sólo están libres de restricciones y de las quejas de molestos ambientalistas, sino que se les elogia por salvar a la civilización que ahora reciben estímulos para destruir aún más rápidamente. Ahora se les anima a desperdiciar recursos escasos que se necesitan con desesperación para propósitos humanos y constructivos. Y, al igual que sus socios en la destrucción masiva, las corporaciones de combustibles fósiles, absorben recursos de los contribuyentes” (ver: https://www.jornada.com.mx/2022/05/16/politica/012n1pol).
La guerra entre Ucrania y Rusia, por la cual se están sancionando las entregas de petróleo y gas rusos, ha sido un excelente pretexto para dejar atrás los planes de restricciones a las extracciones de petróleo, gas natural y carbón que, como señalo arriba, se deben de dejar enterradas la mayoría, si no queremos que el planeta se siga calentando.
Pero tales corporaciones, junto con “gobiernos” cómplices, siguen haciendo negocios como de costumbre.
El artículo de The Guardian, titulado “Revelado: las ‘bombas de carbón’ provocarán una catástrofe climática”, firmado por Damian Carrington y Matthew Taylor, discute los planes que las petroleras tienen, “con vastos proyectos que amenazan con romper el límite de 1.5º C que se tiene como tope climático. Si los gobiernos no actúan, estas firmas continuarán enriqueciéndose, mientras el planeta se incendia” (ver: https://www.theguardian.com/environment/ng-interactive/2022/may/11/fossil-fuel-carbon-bombs-climate-breakdown-oil-gas).
El artículo es resultado de una minuciosa investigación, que mostró, finalmente, que las grandes petroleras tienen contemplados planes expansionistas, seguir explorando y explotando los yacimientos de gas, petróleo y carbón que aún existen, con tal de que sus accionistas, estén muy contentos por las crecientes ganancias. Pareciera que el límite para esas mezquinas corporaciones es que se agote todo el petróleo y gas existentes. Hasta entonces, finalizarían sus operaciones.
Dicen Carrington y Taylor que “la industria del petróleo y del gas, es extremadamente volátil, pero extraordinariamente lucrativa, en particular, cuando los precios son altos, como en la actualidad. ExxonMobil, Shell, BP y Chevron, han acumulado $2 billones (2,000,000,000,000) de dólares en ganancias, durante las pasadas tres décadas, en tanto que los recientes niveles de precios, llevaron a decir al jefe de BP que su compañía es una ‘máquina de dinero’”.
Sí, se están haciendo más ricos, pero a costa de depredar y contaminar más a este pobre planeta, cuyos recursos, casi la mitad, ya están seriamente dañados y sobrexplotados y la mitad restante, va volando para allá (ver: https://www.zmescience.com/science/news-science/human-activities-are-causing-decradation-02052022/).
Entre los planes de las “eficientes petroleras”, están los de corto plazo, “los que equivaldrán a producir emisiones de CO2 equivalentes a las de diez años de las de China, el mayor contaminador del planeta”.
Otros planes incluyen la explotación de “195 bombas de CO2, gigantescos proyectos petroleros y de gas, que producirán, cada uno, mil millones de toneladas de ese gas durante su tiempo de explotación, equivalentes a unos 18 años de las actuales emisiones. Un 60% de tales proyectos, ya se están explotando. Para ello, esas empresas, planean gastar $103 millones de dólares (mdd) diarios para el resto de la década, explotando nuevos campos, que no deberían, si se quiere tener un calentamiento menor a 2º C. El medio oeste y Rusia, son los que más atención están poniendo al futuro del petróleo y el gas natural, pero también Estados Unidos (EU), Canadá y Australia, son los que más bombas de carbón poseen y están dispuestos a explotarlas. Y estos tres países, son los que más subsidios, per cápita, conceden a los combustibles fósiles”.
Es claro que Rusia, cuyo mayor ingreso es por todo el gas y petróleo que produce, así como países árabes, ni de broma pensarán en extraer sólo el 40% de las reservas petroleras que poseen, pues es como si no se gastaran el dinero ahorrado.
Se ve que el IPCC no piensa en esas situaciones. Si realmente se buscara que países que dependen de petróleo o gas como gran parte de sus ingresos, tendría que dárseles los apoyos que estarían dejando de percibir. Pero son “soluciones” irreales, por desgracia, que no contemplan los niveles económicos de cada país. Si las naciones “ricas”, como EU, no dejan de explotar gas y petróleo, mucho menos lo harán las que dependen casi en su totalidad de ese recurso, como Venezuela, por ejemplo, además de los ya citados.
Sí, lamentablemente, el daño ambiental se agravará, pero es que no se ofrecen soluciones realistas. La actual guerra entre Rusia y Ucrania, mencionada antes, por ejemplo, está contaminando demasiado. Para nada se hace alusión a los niveles de polución y destrucción que está ocasionando. No se hace porque, finalmente, es un súper negocio. Logró que subieran las acciones de empresas de armas, sobre todo, de EU, que ya ansiaban un conflicto así, para que aumentaran sus ventas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/02/las-destructivas-y-contaminantes-guerras.html).
Por otro lado, también se proponen como “soluciones” el que se empleen más las energías verdes. Éstas, además de que no podrían, en su estado actual de avance, suplir las brutales cantidades de energía que se usan a diario globalmente, son demasiado caras todavía. Se habla de generar electricidad mediante celdas solares, pero para electrificar una casa-habitación, para el caso de México, se requieren de unos once mil pesos, por lo menos, por panel solar. Una casa promedio, requiere entre 4 y 12, así que estaríamos hablando de entre $44,000 y $132,000 pesos. De hecho, las empresas que surten paneles solares, los recomiendan sólo en el caso de que se paguen más de $2,500 pesos bimestrales. No se considera el factor climático, sino el “ahorro” que pudiera devengar el empleo de celdas solares. De todos modos, es una fuerte inversión que requeriría, además, de constante mantenimiento (ver: https://www.labodegasolar.com/blogs/blog/cuanto-cuesta-una-instalacion-de-paneles-solares).
La otra “solución” que se propone es la masificación de autos eléctricos. No se dice que es un engaño, pues los materiales que se requieren para tantos millones de baterías eléctricas, están depredando y contaminando al planeta. No emitirán esos autos humo, pero sí, ocultamente, estarán depredando y contaminando de otra forma. Por otro lado, tampoco se informa que el consumo eléctrico para recargarlos, crecerá exponencialmente y no podrá ser generado por las energías renovables, como la solar, eólica o marina. Y menos se menciona que la mayor parte de las baterías descartadas, no se reciclan, convirtiéndose en peligrosos, explosivos y contaminantes residuos, que yacen en grandes lotes baldíos, penetrando sus residuos acuosos el suelo, hasta alcanzar y contaminar mantos acuíferos. Así que los autos eléctricos, sólo significarán un impulso al consumismo, que tanto requiere el capitalismo salvaje para subsistir, bajo el engaño de que son la “solución ambiental” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/04/la-refinacion-del-grafito-para-las.html).
Pero, igualmente, sólo las clases acomodadas podrían comprar un vehículo que cuesta, al menos, medio millón de pesos.
Otra elitista “solución” es la llamada “bomba de calor”, un aparato que puede inyectar calor durante el invierno y extraerlo, durante el verano. Pero se requiere de un casa perfectamente aislada, además de que es muy costosa su adquisición e instalación (ver: https://www.wired.com/story/why-you-the-planet-need-heat-pump/).
Su costo, dependiendo del tamaño de la casa, ronda entre $3,875 a $7,625 dólares. Y la instalación, puede llevarse otros $10,000 dólares. Así que estamos hablando de entre $278,000 a $352,000 pesos. Impensable para la mayoría de la gente de escasos recursos, la más abundante del planeta (ver: https://modernize.com/hvac/heating-repair-installation/heat-pump).
Como puede verse, son “soluciones” elitistas que, de todos modos, no podrán evitar que se siga calentando el planeta. Si realmente se buscara reducir radicalmente la depredación y contaminación planetarias, tendría que acabarse con el sistema de sobreproducción imperante, que fabrica más de lo que realmente se requiere. Sólo piensen que todo lo que se produce, comida, manufacturas, autos, computadoras, casas… requiere de una combustión. Y como se fabrican más cosas de las que realmente se requieren, sus procesos de transformación, requirieron materia prima – abundantes recursos, cuya obtención es depredadora – y combustión – que genera contaminación, CO2, entre otros gases y sustancias contaminantes. Por eso, si no se controla tal sobreproducción, depredación y contaminación, seguirán en rápido ascenso y, junto con ellas, el calentamiento global.
De todos modos, la devastación y contaminación están tan avanzadas, que existe un 50% de probabilidad de que alcancemos 1.5º C en el 2026, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés). Y si se sigue sin hacer nada realmente práctico, alcanzaremos esa temperatura y más, probablemente (ver: https://www.weforum.org/agenda/2022/05/1-5-degrees-world-global-warming-wmo-reports).
A pesar de que la ONU, a través de su director Antonio Guterres cada rato advierte que “o actuamos o nos atenemos a las consecuencias”, las petroleras y otras contaminantes industrias, se siguen comportando como niños traviesos, que se cuelgan del barandal de un alto balcón, del que se caerán, finalmente, por no obedecer.
Retomando el referido artículo, los reporteros señalan que tampoco se descarta seguir explotando el gas de esquisto, mediante el todavía más contaminante método de la fractura hidráulica, fracking, ya que usa intensivamente agua, a la que deja permanentemente contaminada. No cabe duda, les importan más las ganancias que el rescate del planeta (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2012/05/el-gas-natural-de-esquisto-el-regreso.html).
Una gráfica, muestra la cantidad de energía que explotarán distintas petroleras, que resultará riesgosa para el medio ambiente. Chevron, Shell y BP son las que más la extraerán. Incluso, están incluidos yacimientos en el muy frágil Ártico, por empresas como la rusa Gazprom.
Todos esos yacimientos, implicarán alrededor de 116,000 millones de barriles de petróleo equivalentes que, una vez quemados o procesados, irán a parar a la atmósfera, los que se quemen, o al mar, los que se conviertan en plásticos y otros contaminantes.
Los reporteros definen como “bombas de carbón a proyectos petroleros capaces de emitir, al menos, mil millones de toneladas de CO2 al medio ambiente. Y de esos, hay al menos unos 195. De ellos, unos 22, más de la quinta parte, son desarrollados por EU”.
Las hipócritas intenciones de Joe Biden de “descarbonizar” a EU para el 2050, por supuesto, sólo son mentiras, pues el business as usual, el mantra de todas las corporaciones, sigue viento en popa.
Todos esos anhelados proyectos, producirán alrededor de ¡646,000 millones de toneladas de CO2!, que se agregarán a los miles de millones, que ya surcan la atmósfera planetaria y que seguirán reteniendo el calor solar y el producido por el hombre y naturalmente.
Pero a pesar de tanta evidencia de que nos estamos cocinando con el calentamiento, esas petroleras siguen con sus buenos negocios, más en este momento, que el barril de petróleo ha alcanzado los 106 dólares el barril.
Dijo Guterres, junto con su advertencia de bajar el indiscriminado uso de combustibles fósiles que “si seguimos usándolos, estamos asegurando nuestra mutua destrucción”.
En efecto, no requerimos guerras para matarnos masivamente.
Ya lo estamos haciendo.
Contacto: studillac@hotmail.com