El reloj que indica el Fin del Mundo, se movió a 100 segundos de la media noche
Por Adán Salgado Andrade
Hace 75 años, en 1947, se inauguró el llamado Reloj del Día del Juicio Final, dos años después de que Estados Unidos (EU) arrojó dos infames, destructivos ataques nucleares que barrieron dos ciudades de un rendido Japón. No era necesario ya ese alevoso ataque, sino que EU requería probar las bombas atómicas que se habían creado, luego de tres años y más de dos mil millones de dólares de los de entonces, en el llamado “Proyecto Manhattan”. Como las dos tenían diseños distintos, los “científicos” que las crearon, encabezados por Robert Oppenheimer (1904-1967), inmigrante alemán, necesitaban ver cuál de los dos era el más adecuado. Por ello fue que bombardearon a Japón con las dos bombas, para verificar cuál era más eficiente, o sea, más mortífera (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/12/dia-de-la-trinidad-el-nacimiento-de-la.html).
El Reloj del Día del Juicio Final, fue credo para medir, tomando un día de 24 horas, como la escala de la historia de la humanidad, cuándo llegaría ésta a su fin. No es un reloj, “sino una imagen de uno y es un potente símbolo de vigilantes científicos y activistas”, escribe Ramin Skibba en un artículo del portal Wired, titulado “75 años y el Reloj del Día del Juicio Final, sigue caminando” (ver: https://www.wired.com/story/75-years-on-the-doomsday-clock-keeps-ticking/).
Dice Skibba que han hecho referencia a ese reloj “músicos, desde Smashing Pumpkins hasta Iron Maiden, en cómics como Watchmen y en series televisivas como Doctor Who. Su propósito inicial fue subrayar los peligros de una guerra nuclear, pero esa misión, fue más tarde expandida para incluir otras crisis creadas por la humanidad que amenazan a la civilización. Inicialmente, fue ajustado a siete minutos antes de la media noche, pero ahora está a sólo 100 segundos, lo más cerca que se ha puesto del fin de la humanidad. Y según estén las circunstancias, se actualizará de nuevo, cuando podría alejarse o acercarse más al apocalipsis”.
En efecto, se creó para mostrar que una guerra nuclear, incluso a reducida escala, por ejemplo, entre India y Pakistán – enemigos históricos, cada uno con arsenales nucleares, listos para lanzarlos al contrario a la menor provocación –, provocaría devastadoras consecuencias.
Además, nadie ganaría en un conflicto así. Varias veces en la historia reciente, hemos estado a punto de desencadenar una guerra nuclear. Una de ellas, fue cuando militares soviéticos que vigilaban que la desaparecida Unión Soviética (1917-1999), no sufriera ataques nucleares, erróneamente “detectaron” uno y se prepararon para lanzar misiles nucleares en respuesta. Pero fue una falsa alarma que el teniente Stanislav Yevgrafovich Petrov (1939-2017) pudo vislumbrar, felizmente, y el ataque nuclear se abortó. De haber sucedido, EU habría respondido realmente y no estaría su servidor escribiendo estas líneas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/10/el-sovietico-que-salvo-al-mundo-de-uno.html).
Nadie ganaría una guerra nuclear a gran escala, sería el fin de la humanidad.
Por ello es que se concibió el reloj, para crear consciencia en la gente de que nada en absoluto evitaría las mortíferas consecuencias de tal conflicto.
“El reloj fue creado por la artista Martyl Langsdorf (1917-2013), cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial, trabajando con su esposo, el físico Alexander Langsdorf (1912-1996), quien laboró en el proyecto Manhattan. Luego de los ataques a Hiroshima y Nagasaki, junto con otros científicos, lo concibieron. Y ha estado adelantándose o atrasándose, según las cosas han mejorado o empeorado”.
Irónico que Alexander, el esposo de Martyl, se haya también abocado a su creación, quizá preso de remordimientos por haber creado tan mortífera invención.
El peligro nuclear ha empeorado en estos tiempos, pues más países se incluyen en ese nefasto club nuclear y aunque “se han reducido las ojivas nucleares a ‘sólo’ 9,000, de las 60,000 que llegaron a existir en los 1980’s, son suficientes para exterminar a la humanidad varias veces”, señala Skibba.
John Mecklin, entrevistado por Skibba, afirma que “la amenaza nuclear está presente. Si se usaran algunas de esas bombas nucleares, se alteraría la civilización en forma terrible. Si fuera por accidente, errores o terrorismo, consideramos muy alta la posibilidad de que se dé”.
La analista Eryn MacDonald, refiere que hay cosas heredadas desde la Guerra Fría, “como que EU tenga misiles listos para ser lanzados en minutos, por el presidente, única autoridad para hacerlo. Y nunca hemos dicho que no seremos los primeros en usarlos”.
En efecto, las cintas hollywoodenses sobre conflictos nucleares, nos han mostrado que basta un botón para que todo ese mortífero complejo se desate. Y los plots de “terroristas” que se apoderan de misiles nucleares para amenazar a la humanidad, sobran, como en las cintas del legendario agente secreto James Bond.
Pero son una realidad. Skibba, inicia el artículo, poniendo como ejemplo al general renegado de la cinta Dr. Strangelove (EU, 1964), dirigida por Stanley Kubrick (1928-1999). En el final de la cinta, ese red neck militar, en desafío a sus superiores, decide lanzar un misil nuclear contra la Unión Soviética. No sólo eso, sino se lanza junto con el artefacto, como si fuera un potro al que estaría cabalgando. No cuesta imaginar el desenlace de esa locura, una guerra nuclear a gran escala que habría destruido a la humanidad.
El que fuera designado como “Premio Nobel de la Paz”, en el 2009, el mediocre ex presidente Barak Obama, autorizó “un millón de millones de dólares para modernizar la capacidad nuclear, lo que alentó a los rivales rusos y chinos a hacer lo mismo. Donald Trump, autorizó que se hicieran bombas de bajo alcance, que pudieran lanzarse desde submarinos y que tienen la capacidad explosiva de la bomba que se lanzó sobre Hiroshima. No sólo eso, sino que entre Trump y George Bush, sacaron a EU de casi todos los tratados de control de armas. Varios países han desarrollado ojivas. Por eso MacDonald estima que debería el reloj estar a minuto y medio antes de la media noche”.
Y ya han agregado las amenazas climáticas. “En el 2007, expandieron las consideraciones, incluyendo todas las amenazas creadas por el hombre, como el cambio climático”. Dice la científica Katharine Hayhoe, de la Universidad de Texas, que “es sobre todo por la civilización humana, tal y como la conocemos. Nuestros sistemas alimentarios, de agua, nuestras cadenas de producción, nuestra infraestructura, nuestra economía, nuestros sistemas geopolíticos, todo eso está en peligro por el cambio climático”.
Es cierto y el daño ambiental que esta “civilización” ha provocado al planeta es irreversible, muy destructivo y está empeorando (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/08/la-crisis-climatica-es-irreversible-y.html).
Hayhoe dice que por eso, todavía se debe de mover más el reloj hacia la media noche. Se creía que la pandemia sería una lección, porque, incluso, “se redujeron nuestras emisiones 7%. Pero de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, estamos de regreso y más contaminadores. En lugar de reducir las emisiones, las estamos incrementando”.
Otras amenazas están consideradas por el equipo de científicos que pone el reloj al día, como “más pandemias, provocadas por virus más peligrosos, que brinquen de animales a humanos, o nuevas tecnologías destructivas, como ciberarmas, armas biológicas, inteligencia artificial o drones empleados como armas, pueden acarrear también más riesgos de lo que la gente puede percibir”.
Tienen razón. Por ejemplo, las ciberguerras, son muy destructivas, pues paralizan industrias, hospitales, escuelas y sus estragos quedan casi permanentemente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/12/las-muy-destructivas-ciberguerras.html).
En cuanto a la Inteligencia Artificial, por desgracia, su primera aplicación es en el desarrollo de letales armas, cuya única misión es matar y destruir, sin consideraciones de ninguna especie (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2015/08/inteligencia-artificial-otra.html).
Imaginen si se hacen bombas nucleares “inteligentes”, como ya se ha tratado de realizar. Podrían activarse sin necesidad de seres humanos. (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2016/01/las-bombas-nucleares-inteligentes-mas.html).
Tras algunas consideraciones, los científicos decidieron dejar a 100 segundos de la media noche al reloj, es decir, las amenazas siguen. Pero si empeoran, ese simbolismo de nuestra destrucción, se acercará más a nuestro fin.
En el siguiente link, pueden ver cómo es ese reloj y cómo se ha ido moviendo a lo largo de su creación (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Doomsday_Clock).
Así que estamos a simbólicos segundos de que llegue nuestro fin.
Y al “avanzar” más nuestra depredadora, destructiva “civilización”, la manecilla se irá acercando a la media noche.
Hasta que termine nuestro día en este sufrido planeta.
Contacto: studillac@hotmail.com