domingo, 28 de febrero de 2021

Veterinarios españoles "recomiendan" asesinar a 864 vacas varadas en un barco

 

Veterinarios españoles "recomiendan" asesinar a 864 vacas varadas en un barco

por Adán Salgado Andrade

 

La crueldad del ser humano hacia los animales, no tiene comparación. Pareciéramos los irracionales, en lugar de los “inteligentes”.

En los rastros, vacas, pollos, marranos, chivos, caballos, conejos… y otras especies “domésticas”, son asesinados por miles a diario, con tal de satisfacer la impuesta dieta cárnica, la que, además de que ocasiona enfermedades crónico-degenerativas, como el cáncer, su producción, es sumamente contaminante. Si dejáramos de criar y matar animales, como el ganado vacuno, nos libraríamos de más de un 30% de la contaminación que está acabando con el medio ambiente planetario (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/01/la-eliminacion-de-la-produccion-de.html).

Por otro lado, la forma en que esos sufridos animales son tratados, pareciera extraída de manuales de tortura y crueles ejecuciones, pues son aplastados, gaseados, electrocutados y otras demenciales maneras de sacrificarlos. Activistas como los del grupo Direct Action Everywhere, DxE, han dado a conocer grabaciones y audios de cómo son bárbaramente asesinados cientos de miles de cerdos. Eso, porque como, por la pandemia, ha disminuido la venta de todo, hasta de carne, a los dueños de esos rastros no les “costea” tener vivos a tantos cerdos y les sale más “barato” asesinarlos masivamente, mediante aire caliente que los sofoca en las bodegas cerradas en donde viven esos pobres animales (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/rastro-de-eeuu-asesina-cerdos.html).

Así que, como si fueran objetos, si los mantienen vivos, no les “salen las cuentas” y los “destruyen”, como si destruyeran un lote de platos defectuosos. Nada más para que se den idea de los extremos tan demenciales a los que llega el capitalismo salvaje.

No bastando con eso, cuando esos animales enferman, representan un “peligro” y deben de ser destruidos, así, como si fueran una droga prohibida, como cocaína o metanfetaminas.

Es lo que sucede con 864 vacas que están varadas dentro de un barco, anclado en un puerto español, el Karim Allah, porque están contagiadas de un parásito que les produce una coloración azulada en la lengua. Es lo que expone el artículo de The Guardian, titulado “Ganado varado en un barco en España, debe destruirse, aconsejan veterinarios”, firmado por Sophie Kevany y Ashifa Kassam, quienes subtitulan su artículo como “Oficiales españoles afirman que 864 vacas que han estado en el mar por dos meses, ya no son seguras para transportarse” (ver: https://www.theguardian.com/world/2021/feb/27/cattle-stranded-on-ship-in-mediterranean-must-be-destroyed-say-vets).

Abre el artículo una dramática foto de esas pobres vacas, las que tienen entre siete y ocho meses de edad, o sea, casi becerras. Sus caras, reflejan tristeza, se siente, sólo de verlas. Quien diga que un animal no puede reflejar lo que siente, simplemente, es un insensible, un autómata-consumidor, que nada más ve a los animales como comida o diversión, para cazarlos. No capta lo que hay más allá. Y esa foto refleja, como dije, profunda tristeza, pues esas vacas, han estado encerradas en ese barco por dos meses, constreñidas, sólo pudiendo estar paradas o echadas, comiendo poco, pues el dueño, no las está alimentando convenientemente, viviendo entre sus excrementos y orines… tal como lo hacen en los rastros. Un video acompaña al artículo y muestra a esos pobres animales, extenuados, hambrientos, sedientos, en espera de un incierto futuro.

Por esa excesiva crueldad, y porque se gastan demasiados recursos hídricos, granos, energía… muchos activistas están cuestionando seriamente que siga la industria “alimentaria” sosteniendo esa forma de producir tóxica carne (https://www.peta.org/about-peta/why-peta/why-animal-rights/).

De hecho, lo mejor sería ya no comer carne o ingerir sustitutos, como la de soya u otras leguminosas que, para los que no pueden dejar de comer la tóxica carne, podrían servir como buenos sustitutos, como la que hace Impossible Foods, totalmente vegana, cuyo consumo está poco a poco incrementándose, pues, aunque marginalmente, ya hay más gente que busca esa alternativa, no tóxica, y menos contaminante que la carne real (ver: https://www.impossiblefoods.com/).

La “grave falta” de las 864 vacas es que, por el confinamiento, adquirieron una plaga, como mencioné, además de que, también por el encierro, están sufriendo de “problemas en la piel, ojos, piernas, alopecia, descamación, costras e inflamación de las articulaciones, debida a artritis séptica”, dicen las reporteras.

El barco, partió de España, pero como el ganado estaba “infectado”, en ningún país quisieron comprarlo y, por eso, regreso al primero. Son toros “apestados” y, por ello, veterinarios españoles “oficiales”, recomendaron “destruirlos”, así, como si fueran refrescos envenenados.

El abogado del barco, Miquel Masramón, quien representa a la empresa naviera, “dijo que parecía que en el puerto se estaban haciendo preparaciones para matar al ganado. En un video que Masramón envió a The Guardian, se ve una rampa metálica que va de un barco a una serie de contenedores, ubicados a lo largo de una de las paredes del muelle. El abogado dijo que los gerentes del barco tratarán de resistir cualquier maniobra para desembarcar al ganado y que él, está en el proceso de contactar a autoridades libanesas. El barco, pertenece a la corporación Khalifeh Livestock Trading y está a cargo de la empresa naviera Talia Shipping Line, ambas con sede en Líbano, en tanto que el ganado pertenece a un tercero”.

Claro que la empresa, no defiende, precisamente, la vida de tantas pobres vacas, sino el dinero que perdería de hacerse tan masiva carnicería por parte de las insensibles autoridades españolas. Eso, porque ven, como simples objetos “defectuosos” a tanto pobre animal. Además, Líbano es un país que, en este momento, está pasando por muy graves problemas económicos. Recuérdese que hubo, por si fuera poco, una fuerte explosión en Beirut, en agosto del 2020, que dejó decenas de muertos, miles de heridos y millonarios daños en edificios y casas, al estallar una bodega que contenía, absurdamente, 2,750 toneladas de fertilizante, lo que sumió más a la, de por sí, muy mala economía de ese país (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/11/estudio-forensico-demostro-que-la.html).

El mal del ganado, puede ser tratado, es totalmente curable, insiste Masramón. Y se ve que los españoles, están actuando con dolo, pues las muestras de sangre que fueron pedidas del ganado, para su análisis, simplemente, están bloqueadas, sin que hayan sido llevadas a un laboratorio. De todos modos, esa enfermedad, no pone en riesgo a los humanos, no es un covid-19 o algo que se le parezca.

La empresa Talia, dice que matar al ganado, tendría un costo de un millón de euros ($25.19 millones de pesos). Lo peor es que la matanza, de darse, aunque la harían españoles, correría también a cargo de Talia. “Eso sería otro millón de euros”, dice Masramón.

El abogado opina que sería muy cruel sacrificar a animales que podrían curarse.

Así que, seguramente, son negocios. Porque, como todo en este capitalismo salvaje actúa oportunistamente, el matarlos, ya será un jugoso negocio de alguna empresa española, asesina de animales, que se soba las manos por el repentino negocio de matar a tanto animal, sin el más mínimo remordimiento.

Señalan las reporteras que, en igual situación, está otro barco, el Elbeik, también libanés, con 1,800 vacas, el cual está anclado en un puerto turco. Igualmente, zarpó de España. Y del mismo modo, el ganado que tiene varado, está afectado por el parásito que le pone azulada la lengua. “El Elbeik, espera ansioso, el curso de los acontecimientos con el Karim Allah”.

Claro, pues, para ambos barcos, la empresa naviera y los dueños del sufrido, “defectuoso” ganado, se trata de buenos negocios que se irían, literalmente a la borda.

Las vidas de todas esa vacas, no valen por sí mismas, sólo lo que representen en euros, dólares, pesos, libras…

Así de mezquino es el aborrecible capitalismo salvaje.

 

Contacto: studillac@hotmail.com