miércoles, 24 de febrero de 2021

Cómo ha cambiado la fauna del desierto de Mojave en cien años

Cómo ha cambiado la fauna del desierto de Mojave en cien años

Por Adán Salgado Andrade

 

El daño ocasionado a la biodiversidad, tanto a plantas, como a animales, debido al sistema destructivo y depredador que nos domina, el capitalismo salvaje, ha sido brutal. Durante los últimos cien años, hemos destruido el 50% de los recursos planetarios y el resto, están siendo dañados muy rápidamente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/03/la-perdida-de-biodiversidad-la-perdida.html).

Y en muy contados casos, pueden hacerse comparaciones de cómo estaba la condición de ciertas especies, dado que se cuentan con registros muy completos de pasados tiempos.

Es el caso de la minuciosa investigación hecha por el biólogo estadounidense Joseph Grinnell (1877-1939), quien hace más de cien años, documentó perfectamente bien la fauna de California. Su método era tan minucioso, que se conoce como el Sistema Grinnell (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_Grinnell).

Ese legado tan amplio y detallado, fue retomado por científicos de nuestros días, para estudiar cómo ha ido cambiando la fauna desértica que Grinnell documentó muy bien en su momento. Es lo que expone el artículo del portal Wired, titulado “Qué revela una investigación de la vida silvestre de los años 1900’s, sobre el cambio climático”, firmado por Jim Morrison, quien anota como subtítulo que “Hace un siglo, un biólogo contabilizó a los animales desérticos de California. Ahora, investigadores siguen sus pasos y los resultados son sorprendentes” (ver: https://www.wired.com/story/what-a-1900s-wildlife-survey-reveals-about-climate-change/).

Steven R. Beissinger, investigador de la Universidad de Berkeley, uno de los encargados de recrear la investigación de Grinnell, señala que “cuando fuimos al desierto, sabíamos que la vida estaba en el límite y sólo allí veríamos los impactos”.

En efecto, los pájaros han sido los más afectados. “Una investigación de tres años en el desierto, completada en el 2018, por la Universidad de Berkeley, reveló un fuerte colapso. Treinta y nueve especies de las 135 contabilizadas por Grinnell, eran menos comunes y menos esparcidas. En los 61 sitios investigados, se han perdido 43 por ciento de las especies que existían cien años atrás. Sólo un pájaro, el cuervo, se incrementó. ¿La razón? Como muchos desiertos, el Mojave se está calentando más y más y se encuentra más seco, habiendo incrementado su temperatura en 2º centígrados y teniendo reducciones de lluvia de 20 por ciento en algunas áreas durante el siglo pasado. Eso fue pasmoso”, señala Morrison.

Claro, imaginen, casi se han perdido 50 por ciento de los pájaros, muy importantes por su acción de eliminar insectos perjudiciales y otras plagas. Por eso, ahora, han crecido los insectos que devoran, por ejemplo, cosechas, como las langostas, pues sus enemigos naturales, los pájaros, han ido extinguiéndose (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/02/las-temibles-plagas-de-langostas.html).

Los científicos dedujeron que, como los pájaros son más sensibles al calentamiento global, por ello, han ido desapareciendo. Sus plumas, son menos adaptativas a disipar el calor o a conservar la humedad, muy necesaria para sobrevivir en climas cálidos.

Lo contrario, para agradable sorpresa de esos investigadores, fue que los mamíferos de las regiones investigadas por Grinnell, se han conservado. Las especies que aquél documento, como ratas canguro, ratones canguro, ratones enanos, ratas de la madera, ratones de cactus, ardillas rastreras o ratones saltarines, entre otras, “casi existen en los mismos números que reportó Grinnell”.

Explica Beissinger que eso se debe a que los mamíferos son más adaptables. “Con los túneles que cavan, pueden dormir en el día y salir a alimentarse durante la noche”. De las 28 especies de mamíferos encuestadas, “la mitad, se expandieron territorialmente en más de 480 metros. Especies que vivían en zonas bajas, como el cuyo californiano o el ratón enano californiano, se mudaron a elevaciones más altas y otras, como la rata de la madera o las ardillas enanas, que vivían en zonas altas, se fueron a las bajas”, señala Morrison.

Como los pájaros deben de tomar su agua de fuentes en donde exista, al escasear, pues mueren de sed. No así los mamíferos, dice Beissinger, quienes al metabolizar las semillas de las que se alimentan, es de donde obtienen su agua. Como dije antes, el hecho de que vivan en madrigueras durante el día, más frescas por estar bajo tierra, los protege del calor extremo y reduce sus necesidades de agua.

Eso prueba cómo hay especies más resistentes que otras a los cambios brutales que estamos sufriendo por el cambiante clima. Pero, ¿hasta cuándo podrán hacerlo? No creo que si las temperaturas desérticas alcanzan los 60º centígrados, alguna forma de vida, sea vegetal o animal, sobreviviría.

Gracias a Eric Riddell, profesor de ecología de la Universidad de Iowa, fue posible determinar porqué los pájaros no pudieron adaptarse y los mamíferos, sí. Riddell midió los especímenes que se conservan en el museo natural de Berkeley. Lo hizo tanto con los pájaros y los mamíferos. Aplicando un software diseñado por él, pudo determinar que, en el caso de los pájaros, los que han disminuido su población, son los más grandes, como el vencejo o la golondrina, los que obtienen su agua de los insectos de los que se alimentan. Como también varias especies de insectos han ido extinguiéndose, esos pájaros tienen menos comida. Como ven, todo es un infame círculo en donde todo se entrelaza.

En el caso de los mamíferos, Riddell halló que reflejaban el calor rápida o lentamente, dependiendo de qué tan espeso fuera su pelambre.

Además, los pájaros requieren tres veces más agua que los mamíferos estudiados. “Los pájaros requieren mucha agua, para estar frescos, sobre todo, al subir las temperaturas. Los mamíferos, no han sufrido grandes cambios”, dice Riddell.

Gracias, pues, al trabajo de Grinnell, ha sido posible establecer las comparaciones. Obviamente, ya hay mucho menos elementos de casi todas las especies, debido, como menciono arriba, a tanta imparable depredación y contaminación ambiental.

Grinnell, premonitoriamente, escribió en 1910 que “Me gustaría enfatizar qué es lo que pienso que será el gran valor que ofrezca nuestro museo de zoología de vertebrados. Este valor, no será visto hasta que pasen varios años, probablemente cien. Y ese valor, será que los futuros estudiantes tendrán acceso a las condiciones originales de la fauna de california y el oeste”.

Así fue, en efecto.

Ahora, los investigadores, pudieron dar fe de la extinción de varias especies de pájaros.

Y quizá, los futuros estudiosos, ya no puedan tener punto de comparación, cuando todas las especies, sin excepción, hayan sido borradas de la faz de un planeta muerto por tanta depredación y contaminación ambiental.

 

 

Contacto: studillac@hotmail.com