La acuicultura emplea más pescados que los que produce
Por Adán Salgado Andrade
La sobrepesca que desde hace décadas se produce, ha ocasionado que las poblaciones de especies marinas de las que nos alimentamos, vayan decreciendo, cada vez más aceleradamente.
Por lo mismo, una “solución” propuesta es la acuicultura, es decir, la crianza de peces en masa (como todo lo que se hace en el capitalismo salvaje), con el fin de, supuestamente, reducir la dependencia de especies marinas que pudieran hasta estar en peligro de extinción.
Sin embargo, no lo ha sido, pues, por ejemplo, la acuicultura para criar salmón, ocasiona muchos contaminantes, además de que gran número de peces mueren por estar en condiciones de confinado hacinamiento e insalubres, además de que resulta muy cara (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/02/la-contaminante-y-cara-produccion-del.html).
Sucede lo mismo que con la crianza industrial de pollos, vacas, cerdos y otras especies, en donde se les dan tratos inhumanos, indignos a esos pobres animales que crecen en una jaula toda su vida y, al final, son asesinados “en serie”, para coronar tal mísera existencia (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2010/08/fabricas-de-animales-enfermedades-en_01.html).
Como producen tantos, durante la pandemia, hasta sacrificaron masivamente a algunos, como a cerdos, porque como no había ventas, los dueños de esas “fábricas porcinas”, en lugar de regalar a sus animales a gente para que los criara, no, pues mejor decidieron sacrificar a los “sobrantes”. Y la manera en que lo hicieron fue la de cerrar herméticamente las instalaciones en donde estaban e inyectar monóxido de carbono o vapor, y esperar a que murieran por sofocamiento. Pero activistas de Direct Action Everywhere, DxE, fundado por Wayne Hsiung, estadounidense, quien también posee la nacionalidad taiwanesa, dieron constancia de que los cerdos gruñían horriblemente, por la desesperación de morir asfixiados, mediante videos que tomaron clandestinamente (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/08/rastro-de-eeuu-asesina-cerdos.html).
Lo mismo sucede con los camarones cultivados, que para que lleguen al consumidor ya solamente para que los consuma (se les presentan en prácticas charolas de hule espuma, sin sus caparazones), su crianza esclaviza a mujeres en la India (en donde ha incrementado muchísimo la crianza de ese crustáceo, pues se dirige a Estados Unidos y Europa, principalmente), que los deben de pelar, y lo hacen con cientos por día (cubren cuotas), ganando salarios miserables. Y también es muy contaminante su cultivo (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/03/la-produccion-de-camarones-hindues-para.html).
Por si fuera poco, ya hasta a los inteligentes pulpos quieren hacerlos crecer en granjas, con tal de que la gente incremente su consumo. Terrible pues son unos animales sensibles, dotados de una gran inteligencia (se han efectuado pruebas que lo demuestran). Pero todo sea con tal de complacer el apetito humano de especies marinas (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/06/para-saciar-el-apetito-carnico-humano.html).
El ya mencionado salmón, que es la especie que más se cultiva, además de resultar muy contaminante su crianza, resulta que estudios han demostrado que rinde menos en cantidad de peces, que los que consume, como lo expone el artículo del portal Inside Climate News, titulado “Las acuicultura usa más peces nacidos en el mar, de lo que originalmente se estimaba, una nueva investigación sugiere”, firmado por la periodista Kiley Price, quien nos introduce en su trabajo comentando que “peces capturados en los océanos, ayudan a alimentar a los peces cultivados, lo que podría disminuir a las poblaciones marinas, señalan investigadores” (ver: https://insideclimatenews.org/news/22102024/todays-climate-fish-farming-harming-ocean-animals/).
Abre el artículo una fotografía de un tanque en donde se crían salmones, los que se la pasan dando vueltas en esa vida de reclusión. Probablemente también estar en ese encierro les provoque alguna situación en su organismo o hasta en su mente, pues, de alguna forma, deben de pensar (es como la gente que está encarceladas, se afecta su psiquis).
Inicia el artículo comentando que “en el 2022, las granjas acuícolas produjeron 130.9 millones de toneladas de peces, sobrepasando a los capturados en los océanos por primera vez. La acuicultura es mostrada como una forma sustentable de escalar rápidamente la producción de proteínas de pescado, sin obtenerlas directamente de hábitats silvestres. Pero hay un problema, que muchos de los ingredientes que los acuicultores requieren para alimentar a sus peces, son, irónicamente, peces capturados. Y un nuevo estudio sugiere que la acuicultura emplea más peces silvestres que los que previamente se habían estimado. La investigación es la más reciente de una oleada de críticas contra esa actividad, de la que un grupo de científicos y conservacionistas dicen que está fomentando la degradación ambiental. Pero como la demanda por la comida del mar se incrementará, los que la favorecen, afirman que esa actividad será crucial, a pesar de sus problemas”.
Una certera crítica pues, como señalé, las granjas de salmón producen muchas bacterias, por todos los desechos de los peces o los que mueren, provocando una gran contaminación. Pero, claro, siempre hay una justificación para todas esas actividades contaminantes y, finalmente, también depredadoras.
Dice Price que se usa un índice llamado fish-in: fish-out (pez consumido-pez producido), o FIFO, que en 1997, cuando inició la acuicultura, era muy desproporcionado, pues se requerían demasiados peces silvestres para producir unos cuantos cultivados. “Y aunque ha mejorado la actividad, un estudio del 2021, indica que para el salmón, el FIFO es de 1.9, es decir, casi dos peces por salmón. Y en algunos casos, es de 3.16 kilogramos de peces silvestres para producir tan solo un kilogramo de salmón”.
Por lo mismo, han tratado de usar los acuicultores alimentos basados en vegetales. Incluso, emplean las cabezas y las colas, normalmente desechadas, las que no se consideran dentro del FIFO, “sin embargo, lo deben de hacer, pues también son parte del volumen que ingieren”. Además, si se toma en cuenta la pesca colateral, es decir, de especies que son atrapadas accidentalmente por las enormes redes empleadas (un método sumamente depredador usado por los barcos pesqueros), como delfines, tiburones, tortugas y hasta ballenas, entonces ese índice se incrementa y vuelve a la acuicultura todavía menos sustentable.
Por lo mismo, expertos como la coautora del estudio Jennifer Jacquet, profesora de ciencia medioambiental en la Escuela de Ciencias Marinas, Atmosféricas y Terrestres, de la Universidad de Miami, citada por Price, indica que al tomar en cuenta todos esos factores, “esa actividad no es tan amable, como quieren hacernos creer””.
Por otro lado, también hay una afectación a especies como aves o mamíferos marinos, “pues especies como las anchoas o las sardinas, que son las favoritas de pingüinos, pelícanos o gaviotas, se han visto afectadas por la sobrepesca destinada a las granjas acuícolas y han llevado a la disminución de tales mamíferos o aves”.
Como también se les alimenta de peces que no tienen “valor comercial” (o sea, que no son tan comestibles), defensores de la actividad, indican que es buena porque se les alimenta a los peces confinados con esos peces.
Pero no importa, en mi opinión, porque aunque sean “menos comerciales ”, de todos modos son parte de la cadena alimenticia del mar y puede afectarse a especies que se alimenten de ellos.
Incluso, el alimentarlos con maíz o soya, como se está tratando de hacer, “tiene sus inconvenientes, pues son monocultivos que acaban con las tierras y contaminan con emisiones de CO2 y metano. No hay nada que realmente sea sustentable”.
Finalmente, el problema es que eso se hace por mero negocio, no porque realmente les importe a esos acuicultores la sustentabilidad del mar y de sus especies. Y eso lleva a los mencionados problemas. Digamos que se cavan agujeros para tapar otros, como dice el vox populi.
Así que seguirá en aumento la acuicultura, a pesar de los problemas que genere.
No importa que sea otro factor que siga depredando y contaminando al planeta cada vez más y más.
¡Hasta que acabemos con él y, de paso, con nosotros mismos!
Contacto: studillac@hotmail.com