Corrupción corporativa: ganancias y
salarios extras
por Adán Salgado Andrade
En un artículo
anterior, analicé la importancia que en este país tiene para toda empresa la
facilidad mediante la cual es posible sobornar en cualquier nivel de mando a
algún “funcionario” que esté en posición de realizar adquisiciones o de
construir alguna obra para la dependencia en la que trabaja y tiene suficiente
poder de “decisión”. Entrecomillo la palabra “decisión”, pues ésta depende
muchas veces de que la empresa proveedora de, por ejemplo, la papelería para la
oficina, el material de cómputo o la que deba de realizar alguna obra civil,
como una ampliación de las instalaciones o un trabajo público, tal como una
nueva avenida, un puente, una nueva línea del metro… le “lleguen al precio”,
como se dice aquí, o sea, que “gratifiquen” suficientemente bien a tal
funcionario para que éste, sin mayor trámite burocrático, “decida asignar” a la
empresa oferente la compra de materiales o la construcción de obras, aunque la
mayoría de las veces, ni siquiera sea la mejor opción, en cuanto a precio y
calidad. Eso que aquí se denomina, muy en la jerga del soborno, “diezmo”, es
algo tan cotidiano que, de entrada, muchas empresas deben de considerar como
parte de los “costos” el diez por ciento, que viene siendo la norma, que se
entregará a tal o cual “funcionario”, para que se asigne, sin chistar, la
compra u obra, la que, por supuesto, dejará ganancias tales, que justifican que
dicha empresa renuncie al citado diez por ciento, el que corresponde al gasto
dedicado al soborno (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2010/11/de-corrupcion-y-diezmos.html).
Aquí sobran ejemplos de
corrupción a muy altos niveles. Y no solamente con la mafia priísta que por
décadas ha rapiñado el control del poder en este saqueado país, sino que, en el
también mafioso ínterin panista, el foxato y el calderonato, para que no se
dijera que esos mafiosos no tenían igual o mayor poder para romper con los
impuestos niveles de corrupción de los sexenios anteriores, como si se tratara
de una competencia, llegaron igualmente a niveles de fraudulentos caprichos,
más que “proyectos”, a pesar de que los mafiosos panistas, antes de hacerse con
el poder, criticaban tanto la corrupción priísta y prometían que, de ascender a
la presidencia, eso no sucedería. ¡Vaya si rompieron con creces las promesas de
combatir las corruptas prácticas priístas (finalmente, se trató de una
simulación, para que la mafia priísta se reacomodara y retomara más fortalecida
el poder).
Por ejemplo, en el
sexenio foxista, a pesar de que el petróleo dejo cientos de miles de millones
de dólares en exportaciones, no sólo no se vio aplicado en la realidad
económica, ni social del país, sino que ni siquiera se construyó con tanta
riqueza petrolera que obtuvimos una nueva, muy requerida refinería. Lo mismo
sucedió durante el calderonato, en el cual se llegó a la materialización de
obscenos dispendios, tales como la totalmente inútil “Estela de luz”,
costosísimo mamotreto con el que se pretendió “celebrar” los 200 años de la así
llamada “independencia” (aclaro que la intención tanto de Hidalgo, así como de
Allende fueron lo más honestas y auténticas posibles, mas el resultado fue
producto del oportunismo de las clases privilegiadas y militares criollas).
Esa inutilidad costó
tres veces más que lo originalmente proyectado, pues de un presupuesto original
de 400 millones de pesos, se infló a los 1300, con lo que se pudo bien haber
construido un hospital de especialidad, perfectamente montado con todo lo
necesario. También en el calderonato se
construyó la que sería la “nueva” sede de los mafiosos “senadores”, una obra
que costó casi $2300 millones de pesos. Por si no hubiera bastado su alto
costo, ese edificio resultó con muchos defectos, pues por la corrupción
implícita en su edificación, se retrasó su entrega, salieron infinidad de
fallas, tales como puertas de vidrio que se quebraban repentinamente, falta de
agua, goteras, estacionamientos inadecuados… y así (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2012/04/final-de-otro-sexenio-panista-mas.html).
Y ni se diga que por
las “buenas relaciones” que Calderón tenía con obscuros personajes de otros
países, se permitieron millonarios, corruptos contratos. Eso pasó, por citar un
caso, con el español Iñaki Urdangarin, esposo de la así llamada “infanta”
Cristina (mafiosa perteneciente a la “familia real”, hija del corrupto “rey”
Juan Carlos, a la que se acusó de
asignarse jugosos sueldos, pagados por los contribuyentes, sin hacer
absolutamente nada. Ver: http://www.jornada.unam.mx/2014/01/08/sociedad/032n1soc).
Urdangarin,
aprovechando que la parásita “familia real” española tenía excelentes
relaciones con el calderonato, pretendió
hacer o hizo muy buenos negocios en México, lo que se le vino abajo justo
cuando también en España se le acusó de corrupto, junto con su esposa Cristina
(ver: http://alo.co/actualidad-y-entretenimiento/caso-de-esposo-de-infanta-cristina-por-corrupcion).
Ese mafioso tenía
pensado invertir en cuestiones como agua potable, desarrollos turísticos y
energía eólica. Cabe preguntarse si se concretaron algunos de esos
"negocios". Pero, como ya he referido, en este neocolonizado,
saqueado país ninguna corruptela de altos niveles se investiga y todo queda
entre "cuates".
A pesar de tantas
evidencias de fraudes y corrupción, al final, ni a Fox, ni a Calderón se les imputó
cargo alguno, prueba de que entre los mafiosos existen acuerdos de inmunidad e
impunidad y, cuando mucho, es uno que otro “pez gordo” al que hay que hacer la
simulación de “sancionar” (en el peñato, Elba Esther Gordillo ha sido uno de
los chivos expiatorios de menor importancia).
Pero los gánsteres
priístas, encabezados por el pelele EPN, en su fraudulento retorno, han buscado
superar a sus antecesores y ni a mitad del sexenio iban, cuando comenzaron a
salir a la luz sus corruptos portentos (además de la elección misma, que fue
total y comprobadamente fraudulenta, pero nadie ha ido a la cárcel por ese
craso delito “electoral”).
El caso de corrupción
más notorio ha sido el de la así llamada “Casa Blanca”, propiedad de EPN o, “supuestamente”,
“de” su esposa. Esa mansión, valorada en cerca de siete millones de dólares
(unos 122 millones de pesos, al tipo de cambio actual), investigaciones
periodísticas han revelado, fue producto de los obscuros y fraudulentos
arreglos que Peña Nieto tuvo con Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de la empresa
Grupo Higa, a la cual aquél asignó muchísimos, millonarios contratos cuando era
“gobernador” del Estado de México e iba también a adjudicarle parte de la
suspendida construcción del tren México-Querétaro. La citada investigación
demostró que ni EPN ni su esposa poseían el inmueble, el que, más bien,
parecía un regalo por tantos “favores” que Grupo Higa ha obtenido del mafioso
priísmo (ver: http://www.periodismo.org.mx/assets/2014-reportaje.pdf).
Igualmente, Luis
Videgaray, otro mafioso del clan priísta, posee una casa en Malinalco, valuada
en más de siete millones de pesos, producto también de sus arreglos
fraudulentos con Juan Armando Hinojosa Cantú, lo que también han revelado
investigaciones periodísticas, sobre todo del diario estadounidense The Wall Street Journal (ver: http://aristeguinoticias.com/1803/mexico/grupo-higa-vendio-casa-de-malinalco-a-videgaray-sin-beneficio-comercial-wsj/).
Para que no se dijera que hay impunidad, sólo por no dejar, se revivió
a la así llamada Función Pública, encabezada por otro pelele, Virgilio Andrade,
a quien se le regañó públicamente, cuando se atrevió a sacar a debate el caso
de la Casa Blanca. Eso ha sido más una faramalla, que un verdadero intento por
“combatir a la corrupción” (ver: http://aristeguinoticias.com/1911/mexico/tunden-a-virgilio-andrade-por-su-investigacion-sobre-casa-blanca-video/).
Otro caso de corrupción
“gubernamental” fue la construcción de la línea doce del metro, la llamada
“Línea dorada”, la que llevó más de un año reconstruir y reabrir, pues de
acuerdo a los peritajes, muchos de sus tramos eran tan peligrosos, que debieron
de rehacerse (ver: http://www.jornada.unam.mx/2014/03/21/capital/032n2cap).
Dicha línea “dorada de
corrupción”, estuvo plagada de defectos constructivos debidos a incontables
contratos fraudulentos con la mayoría de las compañías involucradas, desde las
constructivas, hasta las que proporcionaron el material rodante, tanto
nacionales, así como extranjeras (española, la principal) y milagrosamente no
hubo accidentes antes de suspenderla. Pero ni constructoras, ni funcionarios
involucrados aceptaron responsabilidad en tan millonario fraude. Las
investigaciones han revelado que ya se sabía de antemano de las fallas de dicha
línea (ver: http://www.jornada.unam.mx/2014/03/24/capital/034n1cap).
Está el caso también de la empresa Oceanografía, de Armando Yáñez, dedicada
supuestamente a cuestiones relacionadas con la exploración petrolera. Gracias a
las relaciones nepotistas de sus dueños, logró contratos que nunca cumplió, y
sus fraudes se remontan al calderonato y es hasta ahora que van conociendo,
obviamente, muy solapados por sus obscuras relaciones con los mafiosos en el
poder. Hasta a Noruega llegaron las corruptelas en las que tal nefasta
“empresa” incurrió y por tal motivo se le confiscó en esa nación un buque de
exploración (ver: http://www.jornada.unam.mx/2014/03/16/politica/003n1pol). A pesar del millonario de 400 millones de
dólares fraude hecho a Banamex, corrupta institución bancaria (ladrón robando a
ladrón), nadie de los responsables, ni Yáñez, el actual ex dueño, ha sido
detenido aun y es de dudarse que alguien finalmente sea encarcelado (ver: http://www.cnnexpansion.com/negocios/2015/10/27/yanez-osuna-logra-primer-triunfo-contra-formal-prision).
También hay que referirse a la corrupción que apenas se cocina,
digamos, como la construcción del “súper nuevo aeropuerto”, de la que
advierten grupos ecologistas que afectará muy seriamente al medio ambiente, de
ésta, ya de por sí, anárquica concentración urbana que es la ciudad de México
(ver http://www.jornada.unam.mx/2014/09/05/politica/005n2pol).
Ese proyecto es sólo un
muy buen negocio para las constructoras que lo harán y estará plagado de
corrupción. Y a pesar de las serias advertencias, tanto ecológicas, así como
ambientales y constructivas en su contra, la mafia en el poder ya dio luz verde
para que tan amañada obra se realice (ver: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=192557).
Abundan igualmente ejemplos de empresas que a pesar de estar acusadas
de actos fraudulentos y de coludida corrupción con “funcionarios” y
“gobernantes”, siguen recibiendo, muy campantes, contratos con el gobierno. Tal
es el caso de la francesa Alstom y la española OHL, las que "ganaron"
licitación para construir el metro en Guadalajara, a pesar de que Alstom está acusada de adjudicarse contratos en
muchos países en que ha realizado obras, mediante sobornos (ver: http://www.jornada.unam.mx/2014/12/02/estados/030n1est).
Y no se diga de OHL, la
que recientemente se ha revelado los fraudes en que ha incurrido, en
contubernio con “autoridades”, habiendo inflado demasiado los costos de las
obras que he realizado o que está por realizar, en el estado de México y en el
DF, algo que, por supuesto, OHL niega (ver: http://aristeguinoticias.com/1009/mexico/el-de-ohl-es-el-caso-de-corrupcion-mas-grave-de-la-historia-reciente-de-nuestro-pais-diez-gargari-en-cnn/).
Está por demás decir que OHL es una de decenas de empresas españolas,
corruptas muchas de ellas (entre constructoras, bancos, empresas energéticas…
hasta incluso del ocio), que aceleradamente están reconquistando lo que nos
queda de país (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2014/06/la-neoconquista-espanola.html).
No faltan, tampoco, los
casos en que algún equipo que se adquirió, no cumpla con los requisitos
especificados o, de plano, no funcione. Como ejemplo, está el caso reciente de
la adquisición por parte de la SEP de 240 mil costosas laptops en las que gastó
839 millones de pesos, las que no funcionan (ver: http://www.jornada.unam.mx/2015/02/19/politica/006n1pol).
¿Cómo es posible algo así? De nuevo, la simple explicación: la
corruptela, pilar de la “estabilidad” de la que goza la mafia en el poder.
Y es gracias a dicha corrupción y al servilismo, que dicha mafia está
reprivatizando sectores claves del país, como los energéticos, sin los cuales,
quedamos a merced de los buitres corporativos. La entrega del sector eléctrico
y el petróleo que nos queda a voraces empresas de toda nacionalidad, da cuenta
de la poca importancia que reviste el país para los mafiosos que lo dilapidan.
Muchos de tales mafiosos, que antes fueron “funcionarios” públicos, ahora
tienen puestos gerenciales en varias de las empresas que se están adueñando
fraudulentamente de la riqueza nacional. ¿Alguien los cuestiona o se queja?
¡Por supuesto que no, pues son parte de la misma camarilla de ladrones,
corruptos que sólo nos dominan por la vía de la represión, volviendo cotidianos
asesinatos y desapariciones, con tal de que el proyecto capitalista salvaje
ancle perfectamente en lo que queda de México y las mafiosas, depredadoras
corporaciones puedan seguir sacando buenas ganancias (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2013/09/decadencia-neoliberal-automatas.html).
Sin embargo, por el
lado de las empresas mismas, también es frecuente que salgan a la luz pública
fraudes internos que son exprofesamente realizados para incrementar
sustancialmente sus ganancias.
Aquí, por ejemplo, cada
vez son más frecuentes los “accidentes” que involucran a empresas megamineras,
pues éstas, con tal de ahorrar costos, aprovechan la laxitud de las leyes
ambientales mexicanas, combinadas con la corrupción “gubernamental”, y destinan
lo menos posible en el manejo adecuado de los tóxicos desechos que su
depredadora actividad deja (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2013/05/los-destructivos-irreversibles-efectos.html).
Empresas como Grupo
México, Peñoles, la canadiense Gold Corp. y muchas otras, han ocasionado graves
“accidentes” de derrames de peligrosos desechos tóxicos en tierras y ríos
aledaños a varias de sus megaminas, en los cuales, fue la falta de
instalaciones adecuadas para el manejo de tales desechos la causa principal.
Pero, tampoco es de sorprender, a nadie se ha encarcelado o se ha suspendido a
alguna de tales megaminas, las que siguen funcionando como si nada (es el caso
de la megamina Buenavista del Cobre, del grupo México, que contaminó muy
seriamente el río Sonora, causando estragos al medio ambiente y a la salud de
los pobladores, y sigue operando, como si nada).
Los ejemplos de bancos
corruptos también son frecuentes. Es el caso, por mencionar uno, de HSBC,
institución inglesa que siempre se ha mostrado muy “honorable”. En Estados Unidos
(EU) han sido frecuentes sus casos de corrupción, implicando lavado de dinero,
pero ha dicho la Reserva Federal que es preferible “solamente multarlo, a
prohibirle sus actividades”, en dicho país pues es un banco “muy grande y con
miles de millones de dólares en negocios” y no puede darse EU el lujo de
deshacerse de él. Aun así, siguen revisándose casos de lavado de dinero y
fraudes que HSBC ha hecho recientemente en Suiza, pero muy seguramente saldrá
invicto, pues es mayor el poder del dinero, que la “justicia” (ver: http://www.jornada.unam.mx/2015/02/10/economia/021n1eco).
En México, en el 2012,
HSBC fue acusado de haber lavado dinero, pero tampoco llegó a gran cosa el
escándalo, fuera de una leve “multa” de casi 369 millones de pesos, que para
dicho banco es nada (ver: http://www.cnnexpansion.com/economia/2012/07/25/mexico-da-carpetazo-al-caso-hsbc).
En cuanto a
“negligencia” corporativa, que más bien podría referirse sencillamente como
velada corrupción de ciertas empresas, ha habido muy famosos escándalos.
Por ejemplo, en el
2002, en EU, hubo un gran escándalo cuando dos empresas, Ford Motor Company,
fabricante de autos, y Firestone, fabricante de llantas, por tratar de ahorrar
en costos, cada una a su manera, lo único que provocaron fueron una serie de
accidentes que les costaron, al ser demandados en acciones colectivas (class actions), mucho más caros que las
súper ganancias que pretendieron obtener por sus obscuras prácticas. En el caso
de Ford, el vehículo involucrado fue su SUV Ford Explorer, camioneta utilitaria
equipada con llantas Wilderness AT,
fabricadas por Firestone. Las demandas colectivas demostraron que esos
vehículos eran muy peligrosos, pues estaban mal diseñados y tendían a volcarse
a determinada velocidad, a lo cual, la empresa automotriz culpó a Firestone por
haberle vendido llantas defectuosas, pues, de acuerdo a los peritajes, dichos
neumáticos se abrían de tajo durante el rodamiento, sobre todo a velocidades
mayores a ochenta kilómetros por hora. Pero Firestone replicó que eso era
porque las especificaciones de la Explorer eran muy distintas a las llantas
pedidas por Ford, la que las habría requerido mucho más robustas y seguras,
pero que con tal de que fueran más baratas, tanto para cumplir con los enormes
pedidos que la Explorer tenía, así como para abaratar los precios, la
automotriz había falseado dichas especificaciones. Ford, a su vez, replicó que
no era cierto, que Firestone, con tal de cumplir con la cuota demandada de las
llantas, las que, aclaró aquélla, sí se habían pedido de acuerdo con las
especificaciones requeridas por la Explorer, comenzó a reducir el tiempo de hechura
de cada llanta, disminuyendo el de la vulcanización de las capas de caucho, lo
que las hizo susceptibles de desgajarse en pleno rodamiento.
En conjunto, las
empresas, por su mal actuar, haya sido o no mutuamente convenido, debieron de
pagar, como señalé antes, fuertes indemnizaciones por todos los accidentes que
SUV’s Explorer mal diseñadas, así como llantas mal fabricadas, provocaron.
En el caso de
Firestone, la acción la llevó a su desaparición, por parte de la japonesa
Bridgestone, poseedora de dicha marca. Ford, con más recursos financieros,
resistió el embate y a pesar de que insistió en que las llantas de Firestone
habían sido las culpables, rediseñó la Explorer, haciéndola más baja y
reduciendo el centro de gravedad, con tal que fueran menos propensas a las
volcaduras, pues se reportaron accidentes igualmente graves con otra marca de
llantas
Pero mientras la
mancuerna manufacturera duró, las ganancias se multiplicaron bastante por los
millones de camionetas Explorer’s y llantas que se vendieron (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2007/11/bush-el-buen-amigo-de-las-corporaciones.html).
Otro caso reciente fue
el de la empresa General Motors, la que debió llamar en el 2014, a millones de
autos de sus modelos Cobalt y Saturn por un defecto en el encendido, el que no
hubiera costado más de 57 centavos de dólar por cada auto para corregirse (ver:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/04/140401_eeuu_carros_general_motors_msd.shtml).
La empresa simplemente
concluyó que no era “un caso aceptable de negocios” la solución propuesta, ni
ninguna otra. Ahora, por tal negligencia, GM ha tenido que estar pagando por
las demandas que se han realizado en su contra. Lleva gastados 300 millones de
dólares y siguen las acciones colectivas legales, lo que incrementará lo que
deberá de desembolsar (ver:http://www.foxnews.com/us/2014/04/06/families-victims-want-gm-insiders-prosecuted-for-deadly-defects-burden-proof-is/).
Quizá el caso más
emblemático de corrupción empresarial interna sea el que aun no se ha arreglado
y, al contrario, sigue creciendo por la magnitud del escándalo. Me refiero a la
empresa Volkswagen (VW), de la que hace unos meses salió a la luz que trucó el software de sus motores diesel de
ciertos modelos, con tal de que las emisiones aparentaran ser reducidas, en
comparación con las de otras marcas, pero que, en realidad, eran mucho mayores
(ver: http://www.jornada.unam.mx/2015/09/19/economia/037n2eco).
Eso fue descubierto por
la EPA (Environmental Protection Agency) de EU, la que denunció el engaño y,
desde entonces, las demandas y acciones legales en varios países podrían llegar
a exigir multas y fuertes compensaciones económicas, que pondrían en riesgo la
existencia misma de dicho gigante automotriz alemán. El escándalo ha sido aun
mayor puesto que se tiene como muy honorables a las empresas alemanas,
especialmente a VW, de la que se tenía una muy alta opinión, tanto por la
calidad de sus modelos, así como por su honorabilidad. Y es que reconocen
ingenieros de VW que manipularon emisiones porque sus jefes así se los exigieron. Muy grave esto,
pues se impuso corrupción al diseño honesto y confiable, del que siempre había
gozado dicha marca. Muy difícil será que recupere su prestigio (ver: http://www.jornada.unam.mx/2015/11/09/economia/034n1eco).
Lo que pretendió VW
ahorrar en costos de fabricación para aumentar sus ganancias, ahora lo perderá
en los multimillonarios gastos legales que tendrá que enfrentar en muchos
países. En México, lo más que se ha temido es que pudiera despedir a cientos de
obreros de su planta en Puebla o que la cerrara definitivamente, pero no se ha
pensado realizar ninguna acción legal en su contra y eso que hasta en Alemania,
país de procedencia de VW, se le está investigando por prácticas fraudulentas
(también se está investigando a otras automotrices. Ver: http://www.jornada.unam.mx/2015/11/12/economia/033n2eco).
En fin, los casos
mencionados, tanto de corrupción “gubernamental”, así como de “negligencia”
corporativa (léase, empresas corruptas),
son algunos de los que han salido a la luz, pero ha habido, y habrán, cientos
de miles que nunca se conocerán.
Eso sí, habrán abultado
o abultarán las millonarias cuentas de corporaciones y de mafiosos en el poder
que gracias a esas corruptelas serán más y más ricos, a costa de seguir
depredando a este destruido planeta y de hambrear a miles de millones de sus
habitantes.