viernes, 7 de febrero de 2025

Musk encarna la toma capitalista de parte del poder en el gobierno de EEUU

 

Musk encarna la toma capitalista de parte del poder en el gobierno de EEUU

Por Adán Salgado Andrade

 

Los poderes económicos de un país son los que determinan su rumbo y estrategias a seguir. Junto con los políticos, constituyen los llamados poderes fácticos.

Véanlo en México, por ejemplo, que la política de la presidenta Claudia Sheinbaum (1962) ha sido la de entablar relaciones con muchas empresas, sobre todo, extranjeras, con tal de que realicen “proyectos de desarrollo”. Por ejemplo, ya firmó un acuerdo con Amazon para que construya un centro de datos para el desarrollo de la muy sobrevalorada Inteligencia Artificial, en Querétaro, un estado con poca agua, lo cual es un problema, pues aquél requerirá de mucho vital líquido, además de electricidad en demasía (ver: https://www.jornada.com.mx/2025/01/15/economia/013n1eco).

Otro “gran proyecto” es el de la empresa suiza Nestlé, la que piensa invertir $1,000 millones de dólares en los “próximos tres años para impulsar la producción” en México, según palabras de Sheinbaum (ver: https://www.swissinfo.ch/spa/multinacionales-suizas/nestl%C3%A9-invertir%C3%A1-1000-millones-de-d%C3%B3lares-en-mexico/88799368).

En su momento, Andrés Manuel López Obrador (Tabasco,1953) también lo hizo, asociándose estrechamente con millonarios como Carlos Slim (Ciudad de México, 1940). Gracias a esa asociación, fue que pudo, finalmente, hacerse presidente.

Es un error impulsar tanto la inversión extranjera, pues ésta, no se hace desinteresadamente, sino que, como todo negocio, la empresa que la realiza, espera recuperar la inversión y obtener ganancias, dejando apenas algo de magros impuestos. Pero dejando detrás depredación y destrucción, como es el caso de las megamineras que degradan y contaminan irremediablemente los espacios naturales en donde se establecen (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2013/05/los-destructivos-irreversibles-efectos.html).

Pero en Estados Unidos, actualmente, sucede una situación en donde un empresario, Elon Musk (Sudáfrica, 1971), ya no sólo se dedica a administrar sus empresas (Tesla, Neuralink, SpaceX, Boring Company y X.com, más algunas otras que ayudó a fundar, como OpenAI), sino que ya está actuando abiertamente como “funcionario no oficial” del gobierno de Donald Trump (1946).

La revista Forbes “estima su fortuna neta en $425,000 millones de dólares”, lo que lo hace el millonario más rico del planeta (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Elon_Musk).

Antes, había pretendido mostrarse como “salvador de la humanidad”, como el hecho de afirmar categórico que los autos eléctricos son la “solución ambiental”, pero que sólo es una manera de ocultar sus mezquinos, codiciosos intereses para enriquecerse (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/05/elon-musk-falso-salvador-de-la-humanidad.html).

Ahora, su asociación con Trump, le ha otorgado mayores beneficios, pues aunado a que tiene varios contratos con organismos como la NASA (SpaceX tiene un contrato para llevar naves tripuladas a la Luna y para sacar de órbita a la ya casi fuera de uso Estación Espacial Internacional) y a las ya no tan buenas ventas de sus autos eléctricos, ahora, aquél le encargó que lleve el mando del organismo extraoficial llamado DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental).

En un interesante artículo escrito por Bob Lord (veterano abogado que trabaja como consejero para la asociación Estadounidenses por la Justicia Arancelaria), expone por qué, de repente, Musk se volvió trumpista, siendo que cuando Donald Trump trató de reelegirse en el 2021, votó por Joe Biden (Pensilvania, 1942). Incluso, lo llamó un “perdedor insensible”. La razón del cambio fue que como Biden tuvo dos proyectos para elevar impuestos a los ricos, Musk vio en peligro su fortuna. Incluso, el intento de Biden de acabar con la ley de “compra-pide prestado-muere” (buy-borrow-die), fue otra acción que hacía peligrar la gran fortuna de aquél. Esa ley permite que un millonario mantenga su fortuna en acciones, pida préstamos en base a ellas, sin que se afecten sus dividendos y, cuando muera, toda su fortuna quede inalterada y hasta incrementada, pues no se aplican impuestos (absurdo, pues de qué le servirá a un millonario muerto).

Por eso, dice Lord, Musk invirtió más de $200 millones de dólares para apoyar la campaña de Trump. “Si es necesario, iré tocando puertas, casa por casa, para que gane”. Con la promesa de campaña de que Trump recortará impuestos para los ricos (que a él mismo, siendo empresario, beneficiará), Musk sabía que aliarse con el otro nefasto, igual a él, era lo más conveniente. “Y si no gana Trump, la humanidad nunca llegará a Marte”, afirmó.

Y, en efecto, lo hizo ganar. Es seguro que, gracias a su influencia y que hasta ofreció dinero por cada voto para Trump, éste, ganó (ver: https://inequality.org/article/why-is-elon-musk-supporting-donald-trump-tax-avoidance/).

Pro seguramente hicieron planes secretos, de los que derivó el mencionado DOGE, por el cual, el “presidente Musk”, como llaman muchos al empresario, puede actuar a su libre albedrío para cerrar o reducir organismos públicos que él considere innecesarios, con tal de disminuir el abultado déficit público que Estados Unidos tiene actualmente, que es de $711,000 millones de dólares (ver: https://fiscaldata.treasury.gov/americas-finance-guide/national-deficit/).

La deuda pública asciende a $36.22 billones de dólares ($36,220,000,000,000 dólares), la que supera, por mucho, al PIB del 2024, que fue de $29 billones ($29,000,000,000,000 dólares), así que aquélla monta casi 125 por ciento de dicho PIB. Por eso le urge a Trump recortar gastos de donde se pueda para disminuir tanto el déficit, así como la deuda públicos (ver: https://fiscaldata.treasury.gov/americas-finance-guide/national-debt/).

Y lo está haciendo con la ayuda de Musk, un brutal empresario a quien no le importa explotar a sus trabajadores, ni su seguridad, con tal de llegar a Marte, su gran ambición (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/11/elon-musk-no-se-interesa-en-la.html).

Le está dando Trump todas las facilidades para intervenir a sus anchas. La agencia USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), ya fue brutalmente intervenida. De 10,000 trabajadores que tenía, ya sólo le ha dejado la tijera de Musk 290, “excepto personal responsable de misiones críticas” (ver: https://www.wired.com/story/doge-guts-usaid-workforce/).

Y lo hicieron la dupla Trump-Musk de forma terminante, sin avisar, pues Musk la considera una “organización criminal que debe de pulverizarse”.

Aunque muchas veces, esa agencia “ayudaba” a causas nefastas, como el haber respaldado a la derecha en Venezuela, para imponer un gobierno títere, como recientemente afirmó Nicolás Maduro (1962). “Más de $3,500 millones de dólares fueron entregados al prófugo Juan Guaidó por Estados Unidos a través de USAID” (ver: https://www.jornada.com.mx/2025/02/07/mundo/019n1mun).

Quizá por esos fallidos intentos fue que hayan decidido Trump y Musk casi extinguirla, parta no gastar más en intervencionismo inútil.

También está interviniendo Musk en la Administración de Aviación Federal (FAA, por sus siglas en inglés), en la que dice que implementará “rápidas actualizaciones en seguridad”. Eso, por el reciente accidente en el que chocaron un avión de American Airlines y un helicóptero militar y el de un avión ambulancia que se estrelló en Filadelfia. Allí está colocando Musk a inexpertos ingenieros que nada saben de tráfico aéreo. “Pero asegura que las cosas se harán ‘diferente’, lo cual significa que las harán pobremente, sin importarles las consecuencias”, dice Matt Novak en su artículo “Elon Musk dice que DOGE hará ‘rápidas actualizaciones de seguridad’ en el control del tráfico aéreo” (ver: https://gizmodo.com/elon-musk-says-doge-will-make-rapid-safety-upgrades-on-air-traffic-control-2000560019).

Lo mismo hizo con la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA), en donde colocó a un ingeniero llamado Nikhil Rajpal, de unos 30 años, egresado de Berkeley, en donde estudió ciencia de la computación e historia. “Fue empleado de Twitter, hasta que Musk la adquirió y luego trabajó en Tesla, rediseñando la consola de un Tesla. Y es un libertario que busca una mínima intervención gubernamental. Pero no tiene ninguna experiencia en cuestiones ambientales. Ya despidió a un empleado que tenía 40 años trabajando y que siempre se había interesado por grupos vulnerables y diversos” (ver: https://www.wired.com/story/doge-engineer-noaa-data-google-musk-climate-project-2025/).

Además, había encargado a un ingeniero de 25 años, tampoco sin experiencia, llamado Marko Elez, quien también trabajó en las empresas de Musk, a husmear e intervenir en los dos “más sensibles sistemas del gobierno estadounidense: el Control de Pagos Automático (Payment Automation Manager) y el Sistema de Pagos Seguros (Secure Payment System). Estando en su control, Elez podría haber incluso bloqueado pagos que no considerara esenciales. Y la intervención tenía, o tiene, todo el respaldo gubernamental, aunque funcionarios señalaron que sólo podía ‘leer los datos’”. Pero expertos afirman que Elez podía hacer cuanto quisiera, “desde navegar por todo el sistema, cambiar los permisos de usuarios, saltarse medidas de seguridad y borrar o modificar archivos críticos, lo cual permitiría a que cualquiera provocara daños irreversibles a dicho sistema” (ver: https://www.wired.com/story/elon-musk-associate-bfs-federal-payment-system/).

Una total imprudencia. Es como si un ingeniero de Telmex, por ejemplo, tuviera acceso al sistema de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y se le dejara a su albedrío qué fuera importante pagar y qué no.

Pero por unos comentarios racistas que Elez hizo antes de la reelección de Trump, se le obligó a renunciar. El que seguramente debe de haber enfurecido a Trump, fue que aquél dijo en un twitter en junio del 2024, que “no me importaría para nada si Gaza e Israel fueran ambos desaparecidos de la faz del planeta”. Debió de ser mucho para Trump, súper amigo del genocida Benjamín Netanyahu (Israel, 1949) y por eso se le debe de haber obligado a renunciar (ver: https://gizmodo.com/doge-engineer-resigns-over-extremely-racist-tweets-report-2000560615).

Pero seguramente Musk, como tiene todo el apoyo de Trump, colocará a otro inexperto en esos departamentos, con tal de que defina qué es o no prioritario que el gobierno pague.

También está ideando un chatbot de Inteligencia Artificial para que controle la Administración de servicios Generales de los Estados Unidos (USGSA), “con el objetivo de incrementar la diaria productividad de los 12,000 empleados, quienes están encargados del manejo de los edificios de oficinas, contratos y la infraestructura de Internet de todo el gobierno federal”. Seguro quiere aplicar Musk el mismo eficientismo explotador que implementa en sus fábricas de autos y cohetes (ver: https://www.wired.com/story/doge-chatbot-ai-first-agenda/).

Claro que todo eso favorece a Musk, pues seguramente pedirá a cambio, que se le exente de pagar impuestos, pues le mostrará a Trump que sacará más de tantos recortes y ahorros que vendrán con su eficientismo empresarial. Quiere conservar intacta su creciente fortuna. Realmente es un megalómano ambicioso de poder económico, tecnológico y político.

Pero Trump no sólo tiene a Musk entre sus filas, sino que se ha rodeado de cuestionables personajes, como Kash Pastel, a quien nombrará (o ya nombró) director del FBI. Pastel es abogado y ha defendido intereses de empresas extranjeras. Pero si toma el cargo, tendrá choque de intereses, pues un funcionario público, se supone, no puede estar ligado a intereses empresariales. Por ejemplo, tiene acciones en Shein, una empresa china, a pesar de que el FBI ha advertido sobre el peligro que China representa para Estados Unidos (ver: https://apnews.com/article/kash-patel-shein-vance-trump-fbi-aa1e678c283017fb3a9dd3b9de613939).

Pero eso no parece importarle a Trump tampoco, ya que Pastel ha sido desde su primera presidencia, su más ferviente defensor y ha prometido que actuará “contra los enemigos de Trump”.

En La Secretaría de Salud y Servicios Humanos quiere nombrar a RFK (1954), a quien Bernie Sanders (1941) increpó sobre sus actividades pasadas como líder de un movimiento antivacunas, diciendo que “no eran necesarias y que eran puro mito” (ver: https://gizmodo.com/bernie-sanders-to-rfk-jr-do-you-recognize-this-anti-vaxxer-baby-onesie-2000556438).

En el Departamento de Defensa colocó a Pete Hegseth (1980), quien en sus fotos de redes sociales, se muestra como un tipo “duro”, lleno de tatuajes y que ha dicho que todas las cartas están “sobre la mesa”, luego de que Trump sugiriera una toma total de Gaza (ver: https://san.com/media-miss/defense-secretary-hegseth-says-all-options-are-on-the-table-after-trump-floated-a-us-takeover-of-gaza/).

Muy grave, por cierto tal declaración, pues implica que a Trump le tiene sin cuidado la legislación internacional y que se siente con el derecho de hacer lo que le plazca, tanto en su país, así como en el resto del mundo (véase su amenaza de imponer aranceles punitivos a México y Canadá, si no se para el flujo de drogas).

Y si tiene al mando a Hegseth, personaje sacado de una cinta de James Bond, como el villano, va a hacer lo que sea (está el peligro de que decida Trump que como los cárteles de las droga son terroristas, bombardee a México en donde piense aquél que se refugian).

Y para que no se diga que los ricos, sean del país que sean, no se hacen favores, ya ordenó al Departamento de Justicia, liderado por Pam Bondi (1965), otra súper fanática de Trump, que se deshaga del equipo encargado de incautar las fortunas de los oligarcas rusos y que ese dinero mejor se canalice a “la total eliminación de cárteles y de las organizaciones criminales transnacionales” (ver: https://apnews.com/article/russia-sanctions-trump-treasury-doj-bondi-85ccedf25d5146db74d83dce01c9958c).

Muy seguramente Trump y esos oligarcas tienen buenos negocios entre sí.

Pero a pesar de todo eso, hay estadounidenses que apoyan totalmente que Musk esté reduciendo los gastos gubernamentales, y que lo haga a su libre albedrío. Uno, entrevistado por Thomas Beaumont, de Associated Press, Wayne Shaw, ingeniero mecánico de 80 años (otro senil conservador, como Trump), dijo que “alguien, por fin, está apuntando la pistola a su cabeza y diciendo ‘ya, es suficiente’. Veo las protestas, pero este es el momento y Trump, dándole esta tarea a Musk, está cumpliendo su promesa” (ver: https://apnews.com/article/trump-doge-iowa-elon-musk-joni-ernst-29c2756648bc889a33dbc0a0fd9cc05d).

Y aunque se trató de frenar en el Congreso que Musk infiltrara todas las agencias federales, la votación falló, así que nada puede detenerlo. El tipo hasta se rio del intento (ver: https://gizmodo.com/vote-to-subpoena-elon-musk-over-doges-government-takeover-narrowly-fails-2000559752).

Lo que está logrando Trump es polarizar aún más a la sociedad estadounidense.

Sus deportaciones absurdas, están dejando sin trabajadores a muchos negocios y empresas y ocasionando masivas protestas, como una en Los Ángeles en contra de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE); en la cual abundaron las banderas mexicanas y frases de enojo en español (ver: https://www.youtube.com/watch?v=zTBUsDX0UrA).

Decían que si hubiera ganado Kamala Harris (1964), se habría armado una guerra civil.

Pero probablemente Trump con sus arbitrarias e ilegales acciones está dando lugar, si no a una guerra civil, a insurrecciones que irán creciendo.

Ni los autócratas más sanguinarios han estado por siempre en el poder.

 

Contacto: studillac@hotmail.com