domingo, 16 de febrero de 2025

En Inglaterra, en los 1960’s, se experimentó con comida radioactiva en mujeres migrantes

 

En Inglaterra, en los 1960’s, se experimentó con comida radioactiva en mujeres migrantes

Por Adán Salgado Andrade

 

En varios países “adelantados”, se han hecho aberrantes experimentos con personas, sin que éstas lo sepan, es decir, que tampoco han dado su consentimiento.

Fue el caso de que en los años 1960’s, en Inglaterra, un epidemiólogo, Peter Elwood (1930), dio chapatis, una tortilla hindú, a 21 mujeres, para, supuestamente, medir qué tanto absorbían sus cuerpos el hierro de alimentos enriquecidos con éste mineral, para curarles la anemia. Pero ellas no sabían que estaban ingiriendo isótopos de hierro radioactivo, con tal de medir en pocas semanas, qué tan rápido sus cuerpos lo absorbían, pues, de otro modo, un estudio así tomaría varios meses en completarse.

Es lo que expone el artículo de The Guardian, titulado “El experimento Coventry: ¿por qué a mujeres hindúes las alimentaron con comida radioactiva sin su consentimiento?”, firmado por Samira Shackle, quien agrega como introducción que “cuando se publicaron detalles de un estudio científico de los 1960’s, hubo shock, ira y ansiedad. ¿Pero qué es lo que exactamente sucedió?” (ver: https://www.theguardian.com/news/2025/feb/11/the-coventry-experiment-why-were-indian-women-in-britain-given-radioactive-food-without-consent).

Abre el artículo una foto de chapatis, parecidas a las tortillas, como las que ingirieron las mujeres hindús, pero con hierro con isótopos radioactivos. Debió de ser muy conveniente para Elwood, ya en sus años 90’s, hacer su “experimento” con migrantes, lo que destaca el inconsciente racismo que todavía persiste entre los europeos con países que antes fueron sus colonias, como lo fue India. Si lo hubiera hecho con mujeres inglesas, debe de haber razonado que se habría metido en problemas si el “experimento” salía mal.

Según él, actuó de buena fe, sin pensar en los alcances que décadas después iba a tener su irresponsable “experimento”, pues aunque, supuestamente, para aquellos años, los niveles de radiación eran los permitidos, “equivalentes a tomarse una radiografía”, el hecho de que se estuviera haciendo durante varios días, sin que aquéllas lo supieran y, mucho menos, lo hubieran consentido, fue inmoral.

Dice Shackle que no ha sido el único alevoso “experimento”. “El experimento Tuskegee, llevado a cabo en Alabama, de 1932 a 1972, fue hecho para medir la prevalencia de sífilis entre hombres negros. Los participantes creían que los estaban tratando de su condición, pero en realidad sólo recibieron placebos, incluso aun después de que la penicilina era un efectivo tratamiento, ya disponible en los 1940’s, contra la sífilis. Muchos, murieron innecesariamente. En los 1960’s, chicos con discapacidad mental en la escuela Willowbrook, de Staten Island, fueron infectados intencionalmente con hepatitis viral, muchas veces repetidamente, en busca de obtener una vacuna. Hay muchos otros ejemplos de Estados Unidos, Inglaterra y Canadá. En un buen número, hubo exposición a radiación: en los 1950’s, mujeres embarazadas en Londres y Aberdeen, fueron inyectadas con iodo radioactivo para probar el funcionamiento de sus tiroides, a pesar del hecho de que la exposición a radioactividad de cualquier tipo, supone un riesgo para el feto. En Massachusetts, en los 1940’s y en los 1950’s, chicos con dificultades para aprender en una escuela residencial, comieron avena radioactiva, como parte de un experimento para ver cómo eran digeridas las hojuelas de Quaker”.

¡Vaya con los “experimentos”! Y eso que no estaban en los campos de concentración, en donde barbaridades así se llevaban a cabo, en nombre de la ciencia ¡loca! Y hay que destacar, el que se hizo con negros que padecían sífilis. De nuevo, el sesgo racista se impuso. Como con las mujeres hindúes.

Pero también en los 1960’s, dos médicos, el estadounidense Henry Beecher (1904-1976) y el inglés  Maurice Pappworth (1910-1994), advirtieron al mundo de prácticas inmorales, destacando dos problemas, “primero, que esos estudios eran realizados sin el consentimiento de los pacientes y, segundo, que algunos estudios los exponían a injustificables niveles de riesgo. ‘En su ambición de extender las fronteras del conocimiento médico, muchos médicos parece que han perdido la noción de que los sujetos de sus experimentos, en todos los casos, son personas con derechos comunes’, escribió Pappworth en 1967”.

Por fortuna, siempre hay gente consciente, que advierte sobre malas prácticas en muchos campos, como los llamados “soplones”, que han revelado, por ejemplo, que la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad, de Estados Unidos, espiaba a todos los estadounidenses, como Edward Snowden (1983) dio a conocer en el 2013, sobre las porquerías que tal agencia hacía cotidianamente. Está asilado en Rusia en la actualidad (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Edward_Snowden).

El caso de las mujeres hindúes que fueron alimentadas con las chapatis radioactivas fue dado a conocer por un documental hecho a mediados de los 1990’s por un cineasta inglés, John Brownlow (1964). Se decidió a hacerlo al leer un reportaje de la periodista estadounidense Eileen Welsome (1951), quien había ganado por ese entonces un premio Pulitzer por reportar “sobre experimentos radioactivos en humanos, habiendo ella rastreado a las víctimas. Uno de los casos que expuso fue un experimento militar, hecho entre 1945 y 1947, en donde 18 pacientes de hospitales de Estados Unidos, pobres y sin educación, fueron inyectados con plutonio para ver cómo afectaban las armas atómicas al cuerpo. En otro caso, 849 mujeres, que iban a una clínica en Nashville, en los 1940’s, recibieron isótopos radioactivos de hierro para ver cómo absorbían el hierro en sus úteros. Y aunque el hospital aseguró que eran dosis dentro de los límites permitidos, Welsome investigó a una mujer cuyo hijo, expuesto a tal radiación, había muerto de una rara forma de cáncer”.

Brownlow, entonces, investigó si en Inglaterra se habían hecho experimentos similares y, en efecto, uno, el más deplorable, fue  de que doctores habían enviado a los Estados Unidos partes de niños fallecidos, sin que los padres de éstos lo supieran, para que experimentaran los efectos de la fisión nuclear en huesos (¡vaya pervertidos!).

Y dio con que, en efecto, Elwood había hecho un experimento similar con mujeres hindúes.

El documental expuso el caso de Pritam Kaur, una de las mujeres sometidas al aberrante “experimento”.

Y a partir de ese documental, transmitido el 6 de julio de 1995, titulado “Experimentos Mortales”,  muchos parientes, hijas e hijos de las mujeres que recibieron las chapatis radioactivas, han buscado que se haga justicia, pues aunque la mayoría ya fallecieron, la hija de una de ellas, Kalbir, en sus 60’s, está segura que el “experimento” tuvo que ver con la muerte de su madre hace algunos años.

Y tienen razón en que se aclare todo, que se haga justicia y que hasta se les compense.

Elwood, quien no accedió a ser entrevistado por Shackle, insistió en una entrevista que le hicieron en el año 2000 que “mis intenciones fueron buenas, de verdad, no pensé que llegarían las protestas de las familias a los niveles que han llegado”, pues cuando se supo que él era el responsable, airados familiares le reclamaron y hasta trataron de agredirlo.

Pero, de ninguna forma puede reconocerse una “buena intención”, cuando no se revelan las cosas y, menos, si pueden poner en peligro la salud de los afectados.

Supuestamente, ya están prohibidas tales aberraciones, en “nombre de la ciencia”.

Y a pesar de que hay restricciones, seguramente todavía se han de hacer en países autoritarios (como en China), en donde es laxa la ley y permisiva.

Kalbir le dijo a Shackle que “no es justo, pues esas mujeres, incluida mi madre, tenían mucha fe en los doctores y en la ciencia, pero vea lo que pasó. Nada de esto debió de haber sucedido. Estoy desesperada por respuestas y por justicia”.

Pero seguramente nada sucederá. Y si sucede, quizá las “autoridades” solamente se disculpen. Sería lo menos que podrían hacer ante la alevosía que cometió Elwood.

Pero todo sea en “nombre de la ciencia”.

La loca ciencia.

 

Contacto: studillac@hotmail.com

     

Por caros dentistas ingleses privados, la gente espera años para ser atendida por uno público

 

Por caros dentistas ingleses privados, la gente espera años para ser atendida por uno público

Por Adán Salgado Andrade

 

En México, la gente, relativamente hablando, tiene acceso a un dentista particular regularmente. Hay incluso servicios de clínicas universitarias que lo proporcionan, a bajo costo. O clínicas de consultorios de farmacias genéricas que igualmente dan el servicio. Y los dentistas particulares, dan facilidades que pueden ser pagadas durante algunos meses, mientras dura el tratamiento. Y podemos buscar el que dé precios más bajos, por la competencia.

Pero resulta que en Inglaterra, es tan caro el servicio privado, que la mayoría de la gente, a la que no le alcanza para pagar, digamos, una extracción, que puede costar hasta £150 libras, tiene que aguardar hasta años en una lista de espera u optar por quitarse sola los dientes enfermos.

Es lo que sucedió con Linda Colla, la que se apuntó en una lista hace siete años, para recibir atención dental, pero nunca recibió respuesta. Es lo que expone el artículo de The Guardian, titulado “La espera de siete años por un dentista: porqué Linda Colla se sacó sus propios dientes”, firmado por Sam Wollaston, quien agrega como subtítulo que “sufriendo dolor crónico, no pudiendo hallar un dentista público e incapaz de pagar uno privado, a Colla – como a millones de ingleses –, no le quedó más remedio que tomar una drástica solución por ella  misma” (ver: https://www.theguardian.com/society/2025/feb/12/the-seven-year-wait-for-a-dentist-why-linda-colla-pulled-out-her-own-teeth).

Wollaston mismo, con salario de reportero, dice que estaba en lista de espera, pero gracias a que una persona canceló su cita, “me hicieron la extracción que requería a los seis meses, en un hospital, con anestesia local, no teniendo que llegar a los extremos a los que fue obligada Colla, de quitarse ella misma tres dientes”.

La señora Colla tienen 75 años y está pensionada, recibiendo una cantidad adicional, dado que su pensión es insuficiente. “Por eso, no podía pagarme un dentista particular, pues mi pensión es muy baja”.

Sí, la pensión promedio para las personas de bajos recursos, como ella, es de £267 libras por semana, casi dos semanas de pensión, así que tendría que haber gastado £450 libras por las tres extracciones. O comía y pagaba sus gastos o se las hacía.

Dice que desde los 30 años, comenzó a tener problemas con sus dientes, “probablemente porque fumaba y tomaba mucho alcohol y café”. Sus dientes estaban sanos, pero las encías ya estaban muy dañadas, con gingivitis avanzada. Como seguramente tampoco podía pagar medicamentos y, de todos modos, el servicio de salud público en Inglaterra es malo, tuvo que soportar el dolor por años. De hecho, el estado de la salud pública en Inglaterra es tan malo, que hasta pareciera una república bananera, con hospitales que se caen sus plafones a pedazos, sin elevadores que sirvan, quirófanos fuera de servicio y otras anomalías (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2025/01/hay-hospitales-escuelas-juzgados-y.html).

“Por eso, decidí quitármelos yo sola”, le dijo a Wollaston, a quien le mostró con los dedos, la forma en que lo hizo, retorciéndolos poco a poco y dando un repentino tirón. “Solo así, descansé del intenso dolor”.

“Trece millones de personas en Inglaterra – 28 por ciento de la población adulta – tienen una gran necesidad, no satisfecha, de un dentista, de acuerdo a un análisis hecho en julio del 2024, por la Asociación Dental Británica, ADB. Eso incluye 5.6 millones de personas que trataron, pedro fallaron en conseguir una cita en los pasados dos años; 5.4 millones, que no lo intentaron, porque pensaron que no conseguirían una y 1.25 millones que no lo hicieron por el costo. El número de personas en lista de espera para un dentista del Servicio Nacional de Salud (NHS), se estima que sea de alrededor de 780,000 personas”.

¡Imaginen, más de tres cuartos de millón” Seguramente, si tienen problemas de caries, por ejemplo, deben de tener un pésimo aliento, además de las molestias por el dolor. Lo peor es que si algo tan simple como atender una caries superficial, no se atiende a tiempo, puede derivar en un problema más grave, como la pérdida del diente o quizá una peligrosa infección que pudiera dañar hasta al tejido óseo. Y, como se ve, no es por negligencia, sino por falta de dinero, sobre todo, para la gente de más bajos recursos, como Colla.

Dice Wollaston que para los nuevos pacientes la cosa está peor. “El servicio ha cesado, en efecto, de existir. En diciembre del 2024, la Oficina Nacional de Estadísticas mostró que el 94.1 por ciento de gente en Inglaterra que no tenía dentista y trató de acceder al NHS para atención dental, no tuvo suerte durante 28 días intentándolo. Hay variaciones, como en Londres, que fueron 71.6 por ciento, pero en donde Colla vive, el sureste, 96.7 por ciento, no pudieron. No son números saludables”.

El problema, señala Wollaston, es que no hay suficiente presupuesto, “el que ha ido disminuyendo durante las pasadas administraciones de los Tories”.

Claro, pero sí hay para hacer caros submarinos nucleares militares, pues esos sí dejan dinero (ver: https://www.reuters.com/business/aerospace-defense/australia-invest-billions-dollars-nuclear-submarine-shipyard-2024-10-16/).

Se pagan solo unas cuantas clínicas dentales, que son insuficientes, además de que hay tres niveles de atención, pero si un tratamiento se sale de esos, el paciente debe de pagarlo de su bolsillo o parar hasta lo que le pueda hacer el dentista. “Aunque hay algunos caritativos que les dan todo el servicio, así que estarían subsidiando el servicio”.

Claro, deben de ser los menos. Los que no, han de decir, “yo sólo le puedo extraer tres dientes o “sólo le puedo hacer dos puentes”. Y  ni imaginar de los tratamientos más costosos, como implantes. Sólo han de ser para ricos (incluso en México, son prohibitivos para la mayoría, pues pasan de los veinte mil pesos. y, de todos modos, con el tiempo, se van degradando y se puede afectar hasta el hueso en donde se implantaron, sobre todo, cuando se van dando otros problemas de salud).

Así que familias enteras, desde los padres, hasta los hijos, están sin necesarios servicios dentales por sus bajos salarios y porque no son atendidos por el NHS.

Wollaston platicó con Shawn Charlwood, miembro del ADB, quien le dijo que es tan grave el problema que, de no hacerse algo pronto, se colapsará todo. “La gente no puede trabajar por los dolores, no pueden dormir, no pueden cuidar a sus niños, desesperados de atención dental y teniendo que hacerse ellos solos amalgamas, pegándose los puentes y las coronas o sacándose sus dientes. No he visto, francamente progreso, desde que entró en julio el nuevo gobierno. Somos el país europeo que menos presupuesto asigna a la salud dental. Es un problema más grave que el educativo o hasta el mismo crimen. Y si esto sigue así, pronto, ya no habrá dentistas públicos”.

Dice Wollaston que se hacen 119 extracciones de dientes en niños por día, en promedio, “dientes que pudieron haberse salvado con el tratamiento adecuado”.

Colla dice que están a  nivel de los 1800’s, cuando la gente tenía mala salud dental toda su vida, porque no había dentistas. “Cuando era niña, los dentistas hasta iban a las escuelas a checarnos los dientes. Ya nada de eso existe”.   

Al final, Colla, pudo ahorrar lo suficiente para extraerse los últimos tres dientes que le quedaban (no los que se quitó antes), con un dentista “que no me cobró la primera cita. Y eso, se agradece”. Y le hará un puente, todo por £300 libras. “Y los que me saqué yo – le dijo a Wollaston, mostrándoselos y riendo –, los voy a cubrir con oro, cuando tenga dinero y a colgármelos del cuello”.

Bueno, será un buen consuelo para ella, claro, si puede hacerlo y si antes no muere de un ataque al corazón por una infección dental que no pueda atenderse, si le da, por el mal servicio público de salud dental inglés.

Así que si tienen pensado irse a radicar a Inglaterra por ser un país “rico y desarrollado”, vayan con dientes muy bien cuidados y saludables.

 

Contacto: studillac@hotmail.com   

viernes, 7 de febrero de 2025

Musk encarna la toma capitalista de parte del poder en el gobierno de EEUU

 

Musk encarna la toma capitalista de parte del poder en el gobierno de EEUU

Por Adán Salgado Andrade

 

Los poderes económicos de un país son los que determinan su rumbo y estrategias a seguir. Junto con los políticos, constituyen los llamados poderes fácticos.

Véanlo en México, por ejemplo, que la política de la presidenta Claudia Sheinbaum (1962) ha sido la de entablar relaciones con muchas empresas, sobre todo, extranjeras, con tal de que realicen “proyectos de desarrollo”. Por ejemplo, ya firmó un acuerdo con Amazon para que construya un centro de datos para el desarrollo de la muy sobrevalorada Inteligencia Artificial, en Querétaro, un estado con poca agua, lo cual es un problema, pues aquél requerirá de mucho vital líquido, además de electricidad en demasía (ver: https://www.jornada.com.mx/2025/01/15/economia/013n1eco).

Otro “gran proyecto” es el de la empresa suiza Nestlé, la que piensa invertir $1,000 millones de dólares en los “próximos tres años para impulsar la producción” en México, según palabras de Sheinbaum (ver: https://www.swissinfo.ch/spa/multinacionales-suizas/nestl%C3%A9-invertir%C3%A1-1000-millones-de-d%C3%B3lares-en-mexico/88799368).

En su momento, Andrés Manuel López Obrador (Tabasco,1953) también lo hizo, asociándose estrechamente con millonarios como Carlos Slim (Ciudad de México, 1940). Gracias a esa asociación, fue que pudo, finalmente, hacerse presidente.

Es un error impulsar tanto la inversión extranjera, pues ésta, no se hace desinteresadamente, sino que, como todo negocio, la empresa que la realiza, espera recuperar la inversión y obtener ganancias, dejando apenas algo de magros impuestos. Pero dejando detrás depredación y destrucción, como es el caso de las megamineras que degradan y contaminan irremediablemente los espacios naturales en donde se establecen (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2013/05/los-destructivos-irreversibles-efectos.html).

Pero en Estados Unidos, actualmente, sucede una situación en donde un empresario, Elon Musk (Sudáfrica, 1971), ya no sólo se dedica a administrar sus empresas (Tesla, Neuralink, SpaceX, Boring Company y X.com, más algunas otras que ayudó a fundar, como OpenAI), sino que ya está actuando abiertamente como “funcionario no oficial” del gobierno de Donald Trump (1946).

La revista Forbes “estima su fortuna neta en $425,000 millones de dólares”, lo que lo hace el millonario más rico del planeta (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Elon_Musk).

Antes, había pretendido mostrarse como “salvador de la humanidad”, como el hecho de afirmar categórico que los autos eléctricos son la “solución ambiental”, pero que sólo es una manera de ocultar sus mezquinos, codiciosos intereses para enriquecerse (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/05/elon-musk-falso-salvador-de-la-humanidad.html).

Ahora, su asociación con Trump, le ha otorgado mayores beneficios, pues aunado a que tiene varios contratos con organismos como la NASA (SpaceX tiene un contrato para llevar naves tripuladas a la Luna y para sacar de órbita a la ya casi fuera de uso Estación Espacial Internacional) y a las ya no tan buenas ventas de sus autos eléctricos, ahora, aquél le encargó que lleve el mando del organismo extraoficial llamado DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental).

En un interesante artículo escrito por Bob Lord (veterano abogado que trabaja como consejero para la asociación Estadounidenses por la Justicia Arancelaria), expone por qué, de repente, Musk se volvió trumpista, siendo que cuando Donald Trump trató de reelegirse en el 2021, votó por Joe Biden (Pensilvania, 1942). Incluso, lo llamó un “perdedor insensible”. La razón del cambio fue que como Biden tuvo dos proyectos para elevar impuestos a los ricos, Musk vio en peligro su fortuna. Incluso, el intento de Biden de acabar con la ley de “compra-pide prestado-muere” (buy-borrow-die), fue otra acción que hacía peligrar la gran fortuna de aquél. Esa ley permite que un millonario mantenga su fortuna en acciones, pida préstamos en base a ellas, sin que se afecten sus dividendos y, cuando muera, toda su fortuna quede inalterada y hasta incrementada, pues no se aplican impuestos (absurdo, pues de qué le servirá a un millonario muerto).

Por eso, dice Lord, Musk invirtió más de $200 millones de dólares para apoyar la campaña de Trump. “Si es necesario, iré tocando puertas, casa por casa, para que gane”. Con la promesa de campaña de que Trump recortará impuestos para los ricos (que a él mismo, siendo empresario, beneficiará), Musk sabía que aliarse con el otro nefasto, igual a él, era lo más conveniente. “Y si no gana Trump, la humanidad nunca llegará a Marte”, afirmó.

Y, en efecto, lo hizo ganar. Es seguro que, gracias a su influencia y que hasta ofreció dinero por cada voto para Trump, éste, ganó (ver: https://inequality.org/article/why-is-elon-musk-supporting-donald-trump-tax-avoidance/).

Pro seguramente hicieron planes secretos, de los que derivó el mencionado DOGE, por el cual, el “presidente Musk”, como llaman muchos al empresario, puede actuar a su libre albedrío para cerrar o reducir organismos públicos que él considere innecesarios, con tal de disminuir el abultado déficit público que Estados Unidos tiene actualmente, que es de $711,000 millones de dólares (ver: https://fiscaldata.treasury.gov/americas-finance-guide/national-deficit/).

La deuda pública asciende a $36.22 billones de dólares ($36,220,000,000,000 dólares), la que supera, por mucho, al PIB del 2024, que fue de $29 billones ($29,000,000,000,000 dólares), así que aquélla monta casi 125 por ciento de dicho PIB. Por eso le urge a Trump recortar gastos de donde se pueda para disminuir tanto el déficit, así como la deuda públicos (ver: https://fiscaldata.treasury.gov/americas-finance-guide/national-debt/).

Y lo está haciendo con la ayuda de Musk, un brutal empresario a quien no le importa explotar a sus trabajadores, ni su seguridad, con tal de llegar a Marte, su gran ambición (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/11/elon-musk-no-se-interesa-en-la.html).

Le está dando Trump todas las facilidades para intervenir a sus anchas. La agencia USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), ya fue brutalmente intervenida. De 10,000 trabajadores que tenía, ya sólo le ha dejado la tijera de Musk 290, “excepto personal responsable de misiones críticas” (ver: https://www.wired.com/story/doge-guts-usaid-workforce/).

Y lo hicieron la dupla Trump-Musk de forma terminante, sin avisar, pues Musk la considera una “organización criminal que debe de pulverizarse”.

Aunque muchas veces, esa agencia “ayudaba” a causas nefastas, como el haber respaldado a la derecha en Venezuela, para imponer un gobierno títere, como recientemente afirmó Nicolás Maduro (1962). “Más de $3,500 millones de dólares fueron entregados al prófugo Juan Guaidó por Estados Unidos a través de USAID” (ver: https://www.jornada.com.mx/2025/02/07/mundo/019n1mun).

Quizá por esos fallidos intentos fue que hayan decidido Trump y Musk casi extinguirla, parta no gastar más en intervencionismo inútil.

También está interviniendo Musk en la Administración de Aviación Federal (FAA, por sus siglas en inglés), en la que dice que implementará “rápidas actualizaciones en seguridad”. Eso, por el reciente accidente en el que chocaron un avión de American Airlines y un helicóptero militar y el de un avión ambulancia que se estrelló en Filadelfia. Allí está colocando Musk a inexpertos ingenieros que nada saben de tráfico aéreo. “Pero asegura que las cosas se harán ‘diferente’, lo cual significa que las harán pobremente, sin importarles las consecuencias”, dice Matt Novak en su artículo “Elon Musk dice que DOGE hará ‘rápidas actualizaciones de seguridad’ en el control del tráfico aéreo” (ver: https://gizmodo.com/elon-musk-says-doge-will-make-rapid-safety-upgrades-on-air-traffic-control-2000560019).

Lo mismo hizo con la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA), en donde colocó a un ingeniero llamado Nikhil Rajpal, de unos 30 años, egresado de Berkeley, en donde estudió ciencia de la computación e historia. “Fue empleado de Twitter, hasta que Musk la adquirió y luego trabajó en Tesla, rediseñando la consola de un Tesla. Y es un libertario que busca una mínima intervención gubernamental. Pero no tiene ninguna experiencia en cuestiones ambientales. Ya despidió a un empleado que tenía 40 años trabajando y que siempre se había interesado por grupos vulnerables y diversos” (ver: https://www.wired.com/story/doge-engineer-noaa-data-google-musk-climate-project-2025/).

Además, había encargado a un ingeniero de 25 años, tampoco sin experiencia, llamado Marko Elez, quien también trabajó en las empresas de Musk, a husmear e intervenir en los dos “más sensibles sistemas del gobierno estadounidense: el Control de Pagos Automático (Payment Automation Manager) y el Sistema de Pagos Seguros (Secure Payment System). Estando en su control, Elez podría haber incluso bloqueado pagos que no considerara esenciales. Y la intervención tenía, o tiene, todo el respaldo gubernamental, aunque funcionarios señalaron que sólo podía ‘leer los datos’”. Pero expertos afirman que Elez podía hacer cuanto quisiera, “desde navegar por todo el sistema, cambiar los permisos de usuarios, saltarse medidas de seguridad y borrar o modificar archivos críticos, lo cual permitiría a que cualquiera provocara daños irreversibles a dicho sistema” (ver: https://www.wired.com/story/elon-musk-associate-bfs-federal-payment-system/).

Una total imprudencia. Es como si un ingeniero de Telmex, por ejemplo, tuviera acceso al sistema de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y se le dejara a su albedrío qué fuera importante pagar y qué no.

Pero por unos comentarios racistas que Elez hizo antes de la reelección de Trump, se le obligó a renunciar. El que seguramente debe de haber enfurecido a Trump, fue que aquél dijo en un twitter en junio del 2024, que “no me importaría para nada si Gaza e Israel fueran ambos desaparecidos de la faz del planeta”. Debió de ser mucho para Trump, súper amigo del genocida Benjamín Netanyahu (Israel, 1949) y por eso se le debe de haber obligado a renunciar (ver: https://gizmodo.com/doge-engineer-resigns-over-extremely-racist-tweets-report-2000560615).

Pero seguramente Musk, como tiene todo el apoyo de Trump, colocará a otro inexperto en esos departamentos, con tal de que defina qué es o no prioritario que el gobierno pague.

También está ideando un chatbot de Inteligencia Artificial para que controle la Administración de servicios Generales de los Estados Unidos (USGSA), “con el objetivo de incrementar la diaria productividad de los 12,000 empleados, quienes están encargados del manejo de los edificios de oficinas, contratos y la infraestructura de Internet de todo el gobierno federal”. Seguro quiere aplicar Musk el mismo eficientismo explotador que implementa en sus fábricas de autos y cohetes (ver: https://www.wired.com/story/doge-chatbot-ai-first-agenda/).

Claro que todo eso favorece a Musk, pues seguramente pedirá a cambio, que se le exente de pagar impuestos, pues le mostrará a Trump que sacará más de tantos recortes y ahorros que vendrán con su eficientismo empresarial. Quiere conservar intacta su creciente fortuna. Realmente es un megalómano ambicioso de poder económico, tecnológico y político.

Pero Trump no sólo tiene a Musk entre sus filas, sino que se ha rodeado de cuestionables personajes, como Kash Pastel, a quien nombrará (o ya nombró) director del FBI. Pastel es abogado y ha defendido intereses de empresas extranjeras. Pero si toma el cargo, tendrá choque de intereses, pues un funcionario público, se supone, no puede estar ligado a intereses empresariales. Por ejemplo, tiene acciones en Shein, una empresa china, a pesar de que el FBI ha advertido sobre el peligro que China representa para Estados Unidos (ver: https://apnews.com/article/kash-patel-shein-vance-trump-fbi-aa1e678c283017fb3a9dd3b9de613939).

Pero eso no parece importarle a Trump tampoco, ya que Pastel ha sido desde su primera presidencia, su más ferviente defensor y ha prometido que actuará “contra los enemigos de Trump”.

En La Secretaría de Salud y Servicios Humanos quiere nombrar a RFK (1954), a quien Bernie Sanders (1941) increpó sobre sus actividades pasadas como líder de un movimiento antivacunas, diciendo que “no eran necesarias y que eran puro mito” (ver: https://gizmodo.com/bernie-sanders-to-rfk-jr-do-you-recognize-this-anti-vaxxer-baby-onesie-2000556438).

En el Departamento de Defensa colocó a Pete Hegseth (1980), quien en sus fotos de redes sociales, se muestra como un tipo “duro”, lleno de tatuajes y que ha dicho que todas las cartas están “sobre la mesa”, luego de que Trump sugiriera una toma total de Gaza (ver: https://san.com/media-miss/defense-secretary-hegseth-says-all-options-are-on-the-table-after-trump-floated-a-us-takeover-of-gaza/).

Muy grave, por cierto tal declaración, pues implica que a Trump le tiene sin cuidado la legislación internacional y que se siente con el derecho de hacer lo que le plazca, tanto en su país, así como en el resto del mundo (véase su amenaza de imponer aranceles punitivos a México y Canadá, si no se para el flujo de drogas).

Y si tiene al mando a Hegseth, personaje sacado de una cinta de James Bond, como el villano, va a hacer lo que sea (está el peligro de que decida Trump que como los cárteles de las droga son terroristas, bombardee a México en donde piense aquél que se refugian).

Y para que no se diga que los ricos, sean del país que sean, no se hacen favores, ya ordenó al Departamento de Justicia, liderado por Pam Bondi (1965), otra súper fanática de Trump, que se deshaga del equipo encargado de incautar las fortunas de los oligarcas rusos y que ese dinero mejor se canalice a “la total eliminación de cárteles y de las organizaciones criminales transnacionales” (ver: https://apnews.com/article/russia-sanctions-trump-treasury-doj-bondi-85ccedf25d5146db74d83dce01c9958c).

Muy seguramente Trump y esos oligarcas tienen buenos negocios entre sí.

Pero a pesar de todo eso, hay estadounidenses que apoyan totalmente que Musk esté reduciendo los gastos gubernamentales, y que lo haga a su libre albedrío. Uno, entrevistado por Thomas Beaumont, de Associated Press, Wayne Shaw, ingeniero mecánico de 80 años (otro senil conservador, como Trump), dijo que “alguien, por fin, está apuntando la pistola a su cabeza y diciendo ‘ya, es suficiente’. Veo las protestas, pero este es el momento y Trump, dándole esta tarea a Musk, está cumpliendo su promesa” (ver: https://apnews.com/article/trump-doge-iowa-elon-musk-joni-ernst-29c2756648bc889a33dbc0a0fd9cc05d).

Y aunque se trató de frenar en el Congreso que Musk infiltrara todas las agencias federales, la votación falló, así que nada puede detenerlo. El tipo hasta se rio del intento (ver: https://gizmodo.com/vote-to-subpoena-elon-musk-over-doges-government-takeover-narrowly-fails-2000559752).

Lo que está logrando Trump es polarizar aún más a la sociedad estadounidense.

Sus deportaciones absurdas, están dejando sin trabajadores a muchos negocios y empresas y ocasionando masivas protestas, como una en Los Ángeles en contra de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE); en la cual abundaron las banderas mexicanas y frases de enojo en español (ver: https://www.youtube.com/watch?v=zTBUsDX0UrA).

Decían que si hubiera ganado Kamala Harris (1964), se habría armado una guerra civil.

Pero probablemente Trump con sus arbitrarias e ilegales acciones está dando lugar, si no a una guerra civil, a insurrecciones que irán creciendo.

Ni los autócratas más sanguinarios han estado por siempre en el poder.

 

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