La discriminación hacia las personas de tallas bajas
Por Adán Salgado Andrade
Vivimos en una sociedad en la cual, a pesar de tanta supuesta apertura – sobre todo en pleno siglo veintiuno –, todavía seguimos teniendo prejuicios de todo tipo, que derivan en comportamientos racistas o por la apariencia física. Por ejemplo, la llamada “gordofobia” es la actitud negativa hacia las personas con sobrepeso, que en una buena parte, no es porque coman demasiado, sino que son problemas endócrinos o metabólicos los que los llevan a esa situación (ver: https://copred.cdmx.gob.mx/storage/app/media/infografia-gordofobia.pdf).
Y ya no digamos la discriminación histórica hacia la mujer, que no cesa. Hostigamiento laboral, sexual, violaciones y asesinatos (los feminicidios, llamados así, porque se mata a una mujer sólo por serlo), son también la constante en pleno siglo veintiuno. Y es peor en países árabes, en donde la condición de la mujer es todavía más grave, asesinándolas hasta porque no lleven correctamente el obligado velo o que no esté bien colocado. A una chica iraní, Mahsa Amini, la asesinó la “policía moral”, porque no llevaba “bien puesto” ese infame velo (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/09/una-chica-irani-revela-como-es-para-las.html).
Así que es bienvenido todo esfuerzo destinado a combatir discriminación, intolerancia y que la gente que padece cotidiano rechazo, sea tratada con toda normalidad (le llaman inclusión, pero pienso que el término más adecuado es el de aceptación, pues allí están, en la sociedad, sólo se requiere que sean tratados como cualquier persona).
Hace unos días, el 4 de mayo del 2023, tuvo lugar un evento en la FES Aragón-UNAM, dentro de las “Jornadas de Sociología”, titulado “Inserción de las personas de talla baja en la sociedad a partir del deporte”, organizado por la licenciada Regina Dorantes, coordinadora de la carrera, y sugerido y presentado por el profesor Ricardo Olín García.
A dicho evento, acudieron seis jugadores de fútbol de talla baja, para platicar cómo el deporte ha sido muy importante para su aceptación en una sociedad que, como dije, sigue siendo muy prejuiciosa y discriminatoria. También asistió la licenciada Guadalupe Gómez López, representante del “Club de Fútbol Guerreros Aztecas Talla Baja” (ver: https://www.facebook.com/organizacionguerrerosaztecas/).
La licenciada Gómez, precisó a qué se considera enanismo, que puede estar entre los 65 y 150 centímetros. Y que es una condición que, incluso, cuando no hay antecedentes de ella, puede presentarse, “pues, por ejemplo, en una de cada veinticinco mil mujeres, puede haber el nacimiento de una persona con talla baja”, según indicó la licenciada.
En efecto, hay muchas causas que pueden ocasionar el enanismo, como la acondroplasia (alteración del tejido cartilaginoso), cretinismo (por enfermedad tiroidea), deficiencia de la hormona de crecimiento (por mal funcionamiento de la hipófisis), enfermedad celíaca (provocada por una intolerancia al gluten), raquitismo (ocasionado por anemias) y otras causas en las que intervienen muchos factores hasta ambientales, como contaminación (ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Enanismo).
Así que no podríamos decir que no nos afectaría esa condición (de hecho, el hijo de la licenciada Gómez, Emiliano, es de talla baja, pero gracias a que ella le ha dado un trato adecuado, el chico de 20 años se desempeña con toda normalidad, si podemos decirlo así, porque, finalmente, ¿qué es ser normal?).
Luego de esa intervención, cada uno de los jugadores platicó cómo el fútbol ha sido una buena forma de superar su condición. Resaltaron que fueron a Perú y que ganaron medalla de bronce, enfrentando a equipos que ya llevan más tiempo jugando. Todos dijeron que eso les dio mucha satisfacción. Incluso, que la gente los identificaba, cuando regresaron a México. “Eso te hace sentir muy bien”, expresó uno de ellos.
Y se nota que, en efecto, el deporte los ha hecho más seguros de sí mismos. Claro que, como comentaron, se han debido de adaptar al juego, pues por sus condiciones físicas, como piernas arqueadas en varios de ellos, no pueden correr como lo haría un jugador de talla promedio. “Pero nos adaptamos”, dijo Alejandro, uno de ellos.
La licenciada Gómez explicó que como no alcanzan el piso, cuando las sillas son normales, las piernas les cuelgan, “y eso hace que se les entuman las piernas, por eso los ven que se mueven mucho, y hasta las encogen, pues es para evitar que se les duerman, no crean que es porque sean inquietos”.
En efecto, cuando nos sentamos, por ejemplo, en lugares en donde nos cuelguen las piernas, se nos duermen, pues nos apoyamos en la parte inferior, en los muslos, digamos. Así que es entendible que ellos se estén acomodando constantemente.
También comentaron, a pregunta expresa de si combaten al machismo, que igualmente hay chicas de talla baja futbolistas, “y se les coloca en la posición que quieran, hasta de porteras”, dijo la licenciada Gómez. Qué bueno que ese lastre que se sigue arrastrando, a pesar de la “modernidad”, se haya erradicado en ellos.
Hablaron de las ocupaciones que desempeñan. Uno, el más alto, dijo que es enfermero (por cierto, que a él no lo dejaban jugar en el equipo, pues su altura era mayor de la considerada como la requerida, menos de un metro, pero su tenacidad, logró que fuera admitido). Dos son animadores, y los otros, estudian.
Precisamente en la cuestión de los empleos, uno de ellos comentó las experiencias que ha tenido al pedir trabajo. “Entregas tu currículo, pues cumples con todos los requisitos. Pero cuando te toca y te ve el contratador, pone cara de asombro y te dice ‘¡Ay, lo siento, ya se ocupó el trabajo!’, así, sin ponerte a prueba. Sí, a lo mejor las instalaciones no están hechas para tu estatura, pero te pueden poner en algo que puedas realizar, ¿no?, que te pongan a prueba. Pero no, nada más por verte así, te dicen que ya se ocupó el cargo. Por eso, muchos se dedican a animadores, porque no se nos da la oportunidad para mostrar nuestras capacidades”.
Es muy triste escuchar algo así. Sobre todo, porque es gente muy talentosa. Ahí está, por ejemplo, el actor Peter Dinklage (Nueva Jersey, 1969), quien tuvo un papel estelar en la serie televisiva “Juego de Tronos” (transmitida del 2011 al 2019), producida por HBO, trabajo en el que demostró el excelente actor que es. Sólo se trata, en efecto, de que se les dé una oportunidad (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Peter_Dinklage).
La licenciada Gómez comentó que también se han formado equipos de personas con capacidades distintas, tales como las que tienen alguna amputación, síndrome de Down o hasta invidentes.
Muy bien que se haga. Debemos de animar a todas las personas a que vean que pueden realizar muchas cosas. De hecho, ni quienes contamos con todas nuestras capacidades, hacemos de todo porque, finalmente, no podemos abarcarlo todo.
Sin embargo, no sabremos de lo que somos capaces, hasta animarnos a hacerlo, como les comento a mis estudiantes.
Pero desgraciadamente, mientras no exista tolerancia total (no sólo a las personas con la mencionada condición, sino a millones que padecen enfermedades raras), persistirá el prejuicio de “¡Ay, esa persona tiene eso, no le podemos dar trabajo”.
Sólo así avanza integralmente una sociedad.
Contacto: studillac@hotmail.com