“Errores” de diseño y tragedias en la muy demorada “remodelación” del metro
Por Adán Salgado Andrade
Se dieron como justificaciones para cerrar y “remodelar” la línea uno del Metro, las de que ya estaban muy viejas las instalaciones y el equipo. Sin embargo, era la línea que menos fallas tenía, debido a que fue bien construida, al ser la primera de su tipo en la ciudad y en el país.
Antes de cerrarla, había mantas que anunciaban, con gran pompa, que ya se había “estado planeando” desde tiempo atrás y que “sabemos cómo hacerlo”.
Y había una “ruta crítica”, es decir, tiempos para inaugurarla. La primera fase, que inicialmente se dijo que sería hasta Balderas, quedaría ya concluida y funcionando en marzo del 2023. Y la siguiente, de Balderas a Observatorio, en noviembre del mismo año (recientemente, pregunté a un trabajador, que se veía como ingeniero, por su aspecto, que cuándo estaría terminada la obra. “No sabría decirle”, me respondió, inseguro. “¡Ah!, entonces ¿para fin de año?”, le espeté, irónico. “¡Ah, no, no!... yo creo que para fines de junio”, se apresuró a decir. Así que si ni los encargados directos de “remodelar” la obra lo saben, ¡menos Sheinbaum!)
El costo inicial sería de $37,000 millones de pesos, “financiados a veinte años” y que habría “afectaciones”, como dijo en su momento Claudia Sheinbaum, la promotora de esta costosísima y tortuosa “remodelación”, con su acostumbrado, muy disimulado, despotismo (la señora es muy déspota, como he sabido desde hace tiempo, por testimonios que me han proporcionado distintas personas que la conocen de cerca). Pero eso fue el plan inicial (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/07/de-transporte-caotico-anarquia-urbana-y.html).
Y entre tales afectaciones, están las de que camiones han tratado de sustituir un masivo servicio, con muy deficientes resultados, tales como aglomeraciones, accidentes y hasta tragedias, como la que más adelante referiré (los mismos conductores ya están desgastados, según comentan, pues tienen que ir de rutas muy lejanas, como desde Topilejo, a prestar ese servicio. Y los usuarios de esas líneas, tienen menos camiones para abordar, pues la mayoría prestan servicio “alternativo” para la línea 1, como me han referido también aquéllos).
Desde el inicio, me pareció que esa costosa y ya muy demorada “remodelación”, para una sola línea, no tenía sentido, pues en todas hay problemas y hasta graves (la línea 9, por ejemplo, tiene tramos en donde los tremes no pueden coincidir, el de ida y el de vuelta, y si lo hacen, tienen que desplazarse muy lentamente, pues las estructuras se cimbran bastante, según me han referido usuarios frecuentes). Así que lo más lógico habría sido una revisión integral de toda la red. Pero, repito, como Sheinbaum – algo clásico en todos los politiqueros mexicanos – debía dejar su “sello de grandeza” personal en esta muy compleja urbe, decidió, sin consultar a la gente, hacer tal obra.
Al momento de escribir estas líneas, “no hay fecha aún para abrir el metro”, ha dicho. Aduce tonterías de que “se están haciendo adecuaciones en ese sistema. Es un sistema en que los trenes tienen que estar al punto, la vía tiene que estar al punto y después ambos tienen que estar al punto para que no haya ningún problema. Entonces se está en este momento en ese proceso, de que esté muy bien ese sistema CBTC, hasta que no tenga la seguridad de la operación, no podríamos abrirlo", declaró Sheinbaum, cantinflesca y redundantemente (ver: https://politica.expansion.mx/cdmx/2023/05/17/cuando-abren-linea-1-del-metro).
El sistema CBTC (Communications-Based Train Control, es decir, Sistema de control de trenes basado en comunicaciones) “es un sistema de control y señalización ferroviaria que hace uso de comunicaciones bidireccionales entre el equipamiento del tren y el equipamiento en la vía para gestionar el tráfico. De esta forma, la posición exacta de un tren en una línea es conocida con mayor precisión que en los sistemas de control tradicionales y, con ello, dicha gestión del tráfico ferroviario se lleva a cabo de una forma más eficiente y segura” (ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_CBTC).
Pero es absurda esa “justificación”, pues, si ya habían hecho una “planeación”, todo eso habría estado contemplado en la “ruta crítica”, hasta lo de que “ambos tienen que estar al punto, para que no haya ningún problema”.
La realidad, para desgracia de Sheinbaum, es más vergonzosa, según pude averiguar subterráneamente. Resulta que la “planeación” no fue tan buena como se dijo inicialmente. Un trabajador encargado me comentó, anónimamente, claro, que “no coinciden las medidas de los trenes, con las de la obra. Se tienen que subir las vías y modificar las cejas de los andenes”.
¡Así que nada menos que un “error” de alguien, sea de los “planeadores” (ingenieros civiles, supongo) de la obra o de los constructores de los trenes (China es el país que los está haciendo, así que esperemos que no empiecen pronto a fallar) está ocasionando esa demora!
Si las obras ya concluidas no concuerdan con los trenes, pues serán tales obras las que se deban de “adecuar” (no creo que China accediera a hacer nuevos trenes).
Ese problema es grave, pues dice mucho que la tal “planeación” fue improvisada y hasta corrupta, con una falta total de comunicación y coordinación entre los mandos respectivos. Ni cuando se hizo esa línea 1, a mediados de los 1960’s, se tuvo ese problema de que no coincidieran trenes con las vías o los andenes.
Me recuerda cuando en Guadalajara, hace años, se quiso construir un metro, que tampoco funcionó porque los trenes excedían las dimensiones de las obras terminadas.
¡Garrafal, corrupto error, que deberá de costar las cabezas a varios funcionarios y que pone en entredicho la administración de Sheinbaum!
Dice mucho sobre de que se antepusieron intereses económicos, de solamente remozar aquí y allá, una “pintadita” y ya, con tal de ganar lo más posible. Pero allí está esa fallida “remodelación”, con un incremento en el costo que rebasará, por mucho, los iniciales $37,000 mdp (por ahí se rumora que pasa ya de $45 mil mdp).
Así que será una remodelación parchada. Y así, las cosas no funcionan bien. Seguramente, no tardarán en aparecer las “fallas” cuando entre en funcionamiento, como sucedió con la línea 12 del metro, llena de corrupción y problemas, desde el inicio, la que terminó en tragedia, cuando en el 2021, se desplomó un tramo, con un tren lleno de gente, pues era la hora pico (ver: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-61305971).
Eso, en cuanto a la fallida “remodelación”.
Pero en cuanto a las “molestias” que Sheinbaum – que no usa el Metro para trasladarse – advirtió que habrían, las hay de todo. Los camiones se retrasan por el tráfico superficial que enfrentan. Hay grandes aglomeraciones, largas filas, pues son inabordables esas unidades en hora pico, empujones, enfrentamientos…
Además, a los “policías” encargados de dirigir el tráfico en cada estación, se les ve con sus celulares, sin percatarse de los motociclistas que se pasan el alto, poniendo en peligro a quienes cruzamos esas partes, más interesados aquéllos en leer el WhatsApp, que en cumplir con su obligación. Y es que el tráfico se ha incrementado mucho más, pues un carril, el que usan los autobuses para subir y bajar en cada estación, no está en uso (lo he visto, además de que me lo confirman conductores de Didi, de los que uso frecuentemente su servicio).
Pero lo peor de eso son las tragedias que han sucedido, de gente, por ejemplo, que cae al bajar, pues algunos camiones son muy altos. Y de esas, sólo es posible enterarse subterráneamente – cómo está siendo tan subterránea la remodelación –, como la siguiente, que me fue platicada por un buen amigo que la presenció.
La persona involucrada fue una chica de unos 24 años, que usaba muletas y aparatos en sus piernas, por problemas de poliomielitis. Rosa, la llamaré (mi amigo, por la consternación, no recordó su nombre), cuando funcionaba el metro, no tenía tantos problemas para desplazarse. “Trabajaba en algo, pero nunca supe”, dice mi buen amigo Pedro, quien trabaja como bolero fuera del metro Gómez Farías, dirección Pantitlán (muy bueno, por cierto, por si alguna vez andan por allí y necesitan abrillantar sus zapatos).
Pero hará algo más de un mes, a inicios de abril, la chica llegaba de sus labores. Como siempre, la gente es poco cortés y apresura, así que Rosa trataba de bajar lo más rápidamente posible. “Se le atoraron sus muletas y como los pendejos policías estaban con su celular y el conductor distraído, la chica se cayó y el camión le aplastó su cabecita”, dice Pedro, rompiendo a llorar por el trágico recuerdo, pues Rosa era muy buena amiga de él. Lo peor es que, como no tenía familia, sólo una tía que se interesaba muy poco en ella, “tardaron como un mes en reclamar sus restos de la morgue”, dice Pedro, sollozando, embargado por la tristeza.
Y como la tragedia de Rosa, ha habido más, “pero las ocultan”, dice Pedro.
Claro, como quieren lanzar como candidata presidencial a Sheinbaum, que nada tiene de especial como política (su gestión ha sido de altibajos), excepto el de ser mujer, están ocultando tragedias y la referida falla de diseño..
“Esto debe de hacerse viral, que se sepa lo que está pasando”, dice Pedro, quien también refiere que toda la gente, comerciantes y prestadores de servicios, como él, está siendo muy afectada económicamente (se le nota en el rostro, y cuando le pregunté, al inicio de la plática, por qué, me dice, “pues ya ves, la situación económica”).
Si ya de por sí la pandemia provocó una fuerte caída en la economía, por despidos y caída del consumo, ahora ésta cuestionada “remodelación”, ha seguido afectando, como dice el vox populi, el bolsillo de mucha gente.
“Tenemos que organizarnos e ir a protestar frente a la oficina de esa p… (omito la palabra con la que se refiere a Sheinbaum, pero la dice por el coraje que siente de tanto que ha ocasionado esa obra, como la muerte de su querida amiguita. Es curioso su cambio, pues, inicialmente, Pedro estaba de acuerdo con la obra y con las “justificaciones” de Sheinbaum, pero, ahora, cambió totalmente de parecer).
A mí, también me ha afectado, pues además de las aglomeraciones mencionadas en la ruta alterna que elegí, sufrí un robo. Resulta que me trasladaba de Gómez Farías a Hangares, en mi bicicleta, para agilizar el tiempo (caminando, son poco más de diez minutos, en tanto que en la bicicleta, son menos de tres).
La dejaba asegurada con una buena cadena, gruesa, con llave especial. Pero una tarde que regresaba, la bicicleta ya no estaba. “Le han de haber cortado la cadena”, me dicen a quienes les he platicado.
Así que ahora me lleva más tiempo trasladarme, pues debo de caminar (hay servicio de mototaxis, pero no siempre están disponibles en las horas pico y hay que esperar). De haber contemplado que mucha gente elegiría esa alternativa, se pudieron haber instalado sitios vigilados para encadenar las bicicletas de usuarios que las usaran. Pero en nada de eso piensan nuestros grandes “planeadores”, ni Sheinbaum, por supuesto.
Así que ahí tienen el breve sumario de porqué no saben “para cuándo se inaugurará el metro”.
Mientras tanto, seguirán los sobrecostos, las molestias, robos de bicicletas, caídas y tragedias, como las de Rosa.
Pero Sheinbaum, ajena a todo eso, obsesionada, sólo está pensando en lanzarse como “candidata presidencial”.
Son las delicias del corrupto, inhumano poder.
Contacto: studillac@hotmail.com