domingo, 19 de febrero de 2023

La Inteligencia Artificial incrementará el consumo de electricidad

 

La Inteligencia Artificial incrementará el consumo de electricidad

Por Adán Salgado Andrade

 

Cada nuevo “avance tecnológico”, es muy celebrado. Por ejemplo, las criptomonedas, en su momento, se presentaron como algo libertario, una moneda que no estaría sujeta a los bancos centrales, ni a autoridad de ningún tipo. A 14 años de su creación, los que más las emplean, son los hackers, para lavar dinero o robarlas. Pero, además, consumen mucha electricidad en su minado. Es tanta la usada, que equivale a la de un país como Lituania, Eslovenia o Etiopía, pues sus emisiones de CO2 anuales son del orden de 17.29 millones de toneladas, por la cantidad de combustibles fósiles, como petróleo o carbón, requeridos para producir la enorme cantidad de electricidad que utiliza tanto trabajo computacional (ver: https://www.zmescience.com/science/emissions-bitcoin-country-17112019/).

Suponiendo que no se hubieran convertido en un instrumento muy buscado por lavadores de dinero o hackers que las roban, no habría ninguna ventaja en su empleo, si se usa tanta electricidad, la mayoría de fuentes sucias. Además, han bajado de precio, pues no tienen, finalmente, una base real de sustentación de su valor, que sólo existe en algoritmos encriptados. Muchos de los que las minaban, están quebrando o tratando de ajustarse, esperando, inútilmente, a que vuelvan a subir los precios, como el del bitcoin (ver: https://www.wired.com/story/bitcoin-mining-halving-crypto-winter/).

Ahora, se anuncia igualmente con pompas a la Inteligencia Artificial, IA, eufemismo con el que se designa a softwares de entrenamiento, que no piensan por sí mismos, sólo son retroalimentados con datos, como señala Kate Crawford, investigadora de la Universidad de California del Sur y de Microsoft, quien escribió un libro en el que afirma que la inteligencia artificial, “no es inteligente, ni artificial”, pues, como señalo arriba, no piensan esos softwares todavía por sí mismos, sólo se les entrena (ver:  http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/04/investigadora-afirma-que-la.html).

Los generadores de texto, como el ChatGPT, que recientemente lanzó la empresa OpenAI, funcionan adecuadamente, si no se espera una tesis o un trabajo tan elaborado como una novela, por ejemplo. Es, simplemente, un generador de información, que la busca del internet, programado para redactarla correctamente, con buena ortografía y sintaxis, pero nada más (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/chatgpt-permite-conocer-temas-muy.html).

Pero también esa rudimentaria IA, está empleándose en el desarrollo de armas “inteligentes”, a las que se ha entrenado para matar, lo cual no debe de ser difícil, pues es una acción mecánica, que localiza un objetivo y lo mata, sea con balas o misiles, como hacen ya tanques, ametralladoras de vigilancia o drones (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/11/crecen-las-aplicaciones-militares-de-la.html).

Por si no fuera poco, investigaciones están mostrando que el empleo de la IA, sobre todo, como máquinas de búsqueda, incrementará el empleo de electricidad. Claro, no iba a presentarse sin sus desventajas.

El artículo del portal Wired, titulado “La carrera de la IA generadora, tiene un sucio secreto”, firmado por Chris Stokel-Walker, expone ese problema, diciendo que “al integrar grandes modelos de lenguaje en las máquinas de búsqueda, podría incrementarse en cinco veces la capacidad de computación y su consecuente huella de carbón” (ver: https://www.wired.com/story/the-generative-ai-search-race-has-a-dirty-secret/).

Explica Stokel-Walker cómo ya Google y Microsoft, están integrando buscadores con IA generadora, como el mencionado ChatGPT – sus propias versiones, claro – “para dar al usuario una más rica experiencia. La empresa China Baidu, también anunció que está trabajando en ello”.

Pero el problema es que tantos adelantos, “esconden un sucio secreto. La carrera para mejorar el funcionamiento con buscadores que empleen IA, requerirá un dramático incremento en poder de cómputo, lo cual llevará a un correspondiente incremento de energía, que las empresas tecnológicas requerirán para hacerlo, con su correspondiente huella de CO2”.

El profesor Alan Woodward, de la Universidad de Surrey, citado por Stokel-Walker, dice que “esos sistemas requieren más poder de procesamiento, así como mayor almacenamiento y una búsqueda muy eficiente. Eso incrementará la electricidad empleada para hacerlo, así como los sistemas de enfriamiento”.

En efecto, todo ese incremento de poder, requiere mayor funcionamiento de las computadoras, lo que generará más calor, que debe de eliminarse con mayores sistemas refrigerantes, los que a su vez, requieren de más electricidad. Es un círculo vicioso, como se ve.

Para “entrenarlos”, se requiere mucha electricidad, como señala Carlos Gómez-Rodríguez, científico en computación, de la Universidad de Coruña, España. “Ahora, sólo las grandes empresas, pueden entrenar a esos sistemas”.

Señala Stokel-Walker que ni Google u OpenAI, han señalado cuál es el costo de haber entrenado a sus respectivos generadores de texto, pero “análisis de terceros indican que el ChatGPT se llevó unos 1,287 MWh, lo que equivalió a emisiones de más de 550 toneladas de CO2, que serían comparables a 550 viajes redondos de una persona viajando entre Nueva York y San Francisco”.

Supongo que Stokel-Walker se refiere a que esa persona usara un auto. Pero eso da una idea de la contaminación que se avecina con esos sistemas. “Si sólo se llevó eso en entrenar al ChatGPT, imaginen la electricidad que se gastará al servir a millones de usuarios”, agrega Gómez-Rodríguez.

Además, como se integrarán esos generadores de texto a buscadores como Bing, de Microsoft, el uso de electricidad será abrumador, pues “ese buscador, es empleado por 500 millones de búsquedas por día”.

Esos modelos, requerirán al menos “cuatro o cinco veces más poder de cómputo por búsqueda, con su respectivo gasto de electricidad. Y se requerirá más infraestructura en las empresas tecnológicas, pues la actual, será insuficiente”.

Esos centros de búsqueda, como los de Google, “producen uno por ciento de las emisiones contaminantes globales, las que se incrementarán”.

Pero Google y Microsoft aseguran que están trabajando para reducir sus emisiones contaminantes y que hasta serán neutrales en producción de CO2 para el 2050. Pero como todo lo que prometen, seguramente quedará en eso, en puras promesas.

Todo eso con tal de ser los punteros en las búsquedas, que la gente prefiera a uno sobre el otro, no importa que el planeta y nosotros, junto con él, nos sigamos calentando. Lo primero, son las ganancias.

Esperemos que sus buscadores nos digan que a sus creadores, no les importó seguir contaminando, con tal de ganarle a la competencia y convertirse en el mejor lucrativo buscador.

 

Contacto: studillac@hotmail.com