domingo, 14 de marzo de 2021

Videos y fotos al instante, nos hacen indiferentes a la violencia

 

Videos y fotos al instante, nos hacen indiferentes a la violencia

Por Adán Salgado Andrade

 

El infame golpe militar de Myanmar, ha estado dejando ya decenas de muertos. Los golpistas están reprimiendo a los miles de ciudadanos, quienes pacíficamente, se oponen a que esos corruptos uniformados, vuelvan a imponer su totalitario control. No sólo derrocaron al gobernó elegido democráticamente de Aung San Suu Kyi, sino que la encarcelaron, junto con todos los congresistas que formaban el gobierno de la derrocada presidenta (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/02/en-myanmar-los-golpistas-estan.html).

Mediante los avances tecnológicos, estamos presenciando los cruentos hechos, a través de redes sociales como WhatsApp o Facebook, las cuales, permiten transmitir, incluso, al momento, fotos y hasta videos. Por desgracia, contrario a lo que pudiera esperarse, eso, no nos hace más sensibles o preocupados. Quizá, momentáneamente, reaccionemos ante la violencia. Pero priva más el morbo, que una real preocupación.

Es justamente el planteamiento del artículo de la agencia Associated Press, titulado “Las intensas imágenes de celulares, inundan un contemplativo mundo”, firmado por Ted Anthony (ver: https://apnews.com/article/myanmar-coup-protests-smartphone-images-79496e2f5aafb3e7cb82cee429621743).

El artículo, es toda una disertación de la forma en que, los mencionados avances tecnológicos, nos permiten ahora ver las cosas, tales como una manifestación, como las BLM, un acto vandálico, como el del seis de julio, de supremacistas irrumpiendo y destruyendo el Capitolio o de sádica represión, como en Myanmar, en donde videos han mostrado dramáticos momentos, tales como a policías, recargando sus rifles, para tirar a matar contra los pacíficos manifestantes, varios de los cuales, caen, abatidos por las asesinas balas.

Dice Anthony que es irónico que, ahora que podemos acceder al instante a todas esas imágenes, la respuesta social no ha ido a la par.

“Imágenes tomadas frente a barricadas y furtivamente a través de ventanas. Atrás de árboles y desde autos. Video horizontal, video vertical, video de gente corriendo hacia el caos o escapando de él. Gente gritando. Gente ayudando. Gente demandando. Pero gente muriendo”.

En efecto, lo que señala Anthony, debería de llevarnos a una profunda reflexión.

Señala que en el anterior golpe militar en Myanmar, el del 8 de agosto de 1988, las imágenes, fotos la mayoría, eran sólo las que los medios periodísticos podían transmitir, “pues eran los únicos capaces de contar con la tecnología, como faxes, para hacerlo. Y cuando era censurada su actividad, todo se acababa. Y eran imágenes que conocíamos hasta luego de semanas o meses”.

Así era, en efecto. Las imágenes de publicaciones como la revista LIFE, eran icónicas, emblemáticas de distintas épocas. Recuerdo, por ejemplo, que hasta se hacían números especiales que compendiaban imágenes de la Segunda Guerra Mundial, de Vietnam, de la guerra en Angola, de temblores y por el estilo, la mayoría, en blanco y negro.

Menciona Anthony una imagen, conocida semanas después de que fue tomada, del fotógrafo Nick Ut, justo de la Associated Press, tomadas a la niña vietnamita Kim Phuc, corriendo desnuda, pues se había despojado de su ropa, impregnada de napalm, que les estaba quemando todo el cuerpo. Esa cruenta escena, tuvo lugar el 8 de junio de 1972 y es terriblemente conmovedora (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Phan_Thi_Kim_Phuc).

Es una imagen que sobrecoge de angustia y de oprobio, al ver todas las infamias armamentistas que el “racional” ser humano ha creado para destruirse.

Otra, también muy dramática, es la de un solitario chino, parado frente a una columna de tanques, cuando en 1989, los autócratas chinos, reprimieron y dejaron cientos de muertos en Tiananmen (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Tank_Man).

Y eran sólo fotos o videos muy malos, nada de los sofisticados de ahora.

Como señalo antes, sólo fotoperiodistas, con equipo profesional, podían retratar esos infames eventos, claro, mientras no los sacaran del país

“Una imagen, vale más que mil palabras. Te hace sentir que esto está pasando, que es verdad”, cita Anthony a Kareem El Damanhoury, un académico que enseña medios de difusión, de la Universidad de Denver.

Y es cierto, pues ese viejo adagio chino, es certero, una imagen, vale más que cualquier descripción.

De hecho, cuando escribo y trato de describir las características físicas de un personaje, se pueden dar los rasgos generales, pero, muy seguramente, cuando alguien los lee, no imaginará, tal cual, lo que yo tenía en mente, a la hora de describirlo.

Justamente, muchos de los artículos de Associated Press, se inician con una serie de fotos, que nos informan mucho más del hecho que se describe, del que, a veces, solo se proporciona un breve texto, pues no se requiere más.

Y es que el nivel gráfico tan extremo, llega a niveles en que, por ejemplo, se han transmitido crasos acontecimientos, como el de la muerte por asfixia de George Floyd, un afroestadounidense que murió cuando un prepotente, bruto “policía” le hincó la rodilla en el cuello por varios minutos. Esas imágenes, nos trasladan, muy fácilmente, a la época de la esclavitud, cuando, seguramente, era la forma de someter a los esclavos en los estados sureños estadounidenses. Aunque, claro, no con tantos minutos, como hizo ese matón uniformado.

Menciona también Anthony el caso del reportero Thein Zaw, quien labora para la propia Associated Press, de quien alguien filmó cuando fue detenido por prepotentes policías, y que esas imágenes, igualmente, son conocidas ya en todo el planeta.

“El video es bastante estremecedor”, menciona Anthony la declaración de  la vocera de la ONU Stephane Dujarric, a pesar de que “son videos tomados por la gente, no profesionales”.

En efecto, vivimos ya en un mundo en donde la mayoría de esos acontecimientos, los conocemos por gente amateur, que tuvo el infortunio – en el caso de eventos violentos – de estar allí.

Sólo vean que las “noticias”, ahora son acompañadas de videos tomados con un celular, sean verticales – los más comunes, por la facilidad – u horizontales, como menciona Anthony.

En Myanmar, los golpistas han allanado agencias periodísticas independientes y sólo han permitido que las oficiales, sigan “informando”, no empleando las palabras “golpe militar”, para referirse al violento evento. Preguntaría a los golpistas, ¿cómo querrían llamar a su deleznable y asesina acción, como reordenamiento administrativo?

Pero los videos de la gente, manifestantes, testigos, ciudadanos… siguen inundando el internet.

Por desgracia, el problema con tanta inundación, no de información, sino de fotos o videos muy gráficos, es que nos están acostumbrando a todo.

Y van cada vez aumentando más y más. Estoy seguro que son más vistas las fotos frívolas, por ejemplo, de una actriz en una playa, que las de la represión de Myanmar. Sobre todo, con sitios de noticias tan superficiales, como Yahoo!, que precia más mostrar frivolidades, la mayoría, a notas serias. Si revisan ese sitio, de unas diez notas, seis o siete, son sobre actores, actrices, sus bodas, divorcios, en dónde fueron a vacacionar y así.

Y es parte de la reflexión de Anthony. “Ahora que casi todos tienen celulares en sus bolsillos, ¿significa que la atención global durará? Si los eventos precedentes son una indicación, los consumidores de noticias globales, atestados de imágenes, podrían tener sólo cortos periodos de atención, incluso, si las escenas que proceden de Myanmar, buscaran en ellos un real y permanente interés”.

Cita Anthony a la profesora Wei-Ting Yen, que enseña política en el Colegio Franklin & Marshall, en Pensilvania, quien señala que “No estoy segura que la democratización de las imágenes, pueda presionar a fuerzas externas. Por supuesto que proveen un entendimiento muy cercano a la realidad. Pero fuera de eso, quizá no tanto. En Myanmar, los primeros días de protestas, fueron maravillosos, pero luego, vimos la represión, que fue horrible. Pero mientras sigue sucediendo, la gente tiene corta memoria. Olvidan y la siguiente vez que ven esa imagen, sobre todo, la gente que no sabe lo que sucede allí, van a decir ‘Ah, sí, esto es lo que está pasando’, pero hasta allí”.

En efecto, ese es el problema. Mucha gente, hasta se aburrirá de esas noticias, imágenes y, como señalé antes, preferirán ver a la actriz de moda, posando en diminuto traje de baño en una playa.

Y eso es lo peor, no sólo acostumbrarse a la violencia, a la represión, a los asesinatos, sino ignorarlos.

 

Contacto: studillac@hotmail.com