El sadismo es natural en el ser humano
Por Adán Salgado Andrade
El instinto asesino, de matar, es una característica de la irracionalidad. Por ejemplo, un animal carnívoro, como un gato doméstico, por muy “domesticado” que esté, allí está dicho instinto. Por esta pandemia, quizá porque han faltado más los desperdicios, me he enterado que gatos de azotea, que no tienen dueño, han estado irrumpiendo en casas en donde tienen mascotas, como cuyos, hámsteres o pájaros (pericos) y los han matado y devorado.
Ratas famélicas, que tampoco tienen qué comer, pues han cerrado restaurantes, también por la pandemia, han tratado de invadir hogares, mostrando niveles de agresividad, como nunca antes (ver: https://www.wired.com/story/hungry-city-rats-are-looking-for-a-new-lunch-spot-near-you/).
Así que es natural que roedores o carnívoros maten por necesidad.
Pero el ser humano, quien supuestamente debería de controlar ese instinto asesino, al contrario, usa tal “racionalidad” para matar a los de su especie, no sólo masivamente, sino sádicamente.
La guerra, por ejemplo, ha sido la manera en que la evolución de las armas, o sea, instrumentos para atacar y matar, se ha dado. Es increíble la evolución que han tenido las tecnologías e instrumentos para la muerte, gracias a las guerras, las cuales, se dieron desde que los hombres de las cavernas, peleaban por agua o un animal muerto, como se ve en las escenas iniciales de la cinta “Odisea Espacial 2001”, de 1968, dirigida por el estadounidense Stanley Kubrick (1928-1999). Sí, la guerra ha impulsado la violencia racional (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/04/la-guerra-infame-impulsor-de-la.html).
Y las mortíferas armas nucleares, coronan esa carrera absurda para aniquilar masivamente humanos a otros humanos (http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2014/12/dia-de-la-trinidad-el-nacimiento-de-la.html).
Como señalé, ese instinto asesino, en el ser humano, se acompaña de un sadismo no visto en ninguna especie, pues, repito, los carnívoros, matan porque así se alimentan, de las presas que cazan. Sólo hay que ver los cientos de torturas diseñadas a lo largo de la historia, para que los desafortunados a los que las aplican, sufran terriblemente antes de morir. Las que diseñaban los “santos” inquisidores, son toda una sofisticación. Qué vergonzoso que representantes de “Dios”, hayan llegado a barbaridades así, atroces, infames. En el Museo de la Tortura, pueden verse los instrumentos con los cuales esos desalmados criminales con sotana, actuaban (ver: http://sic.gob.mx/ficha.php?table=museo&table_id=1806).
Y, como señalé, el sadismo ha acompañado al instinto asesino desde que el hombre posee esa “racionalidad”.
Un reciente descubrimiento arqueológico, comprueba que el sadismo es muy antiguo. Es el tema de un artículo del portal digital científico ZME Science, titulado “Análisis genético de una antigua masacre, muestra que gente fue asesinada indiscriminadamente”, firmado por Mihai Andrei, al que subtitula como “Es un negro episodio en la historia de la humanidad” (ver: https://www.zmescience.com/science/anthropology/genetic-ancient-massacre-07032021/).
Comienza señalando Andrei que “desafortunadamente, parece que los humanos, se han estado matando unos a otros desde tiempos inmemoriales. Pero a veces, cuando los arqueólogos hallan signos de matanzas, hay una razón y un patrón que las explica. Sin embargo, en el sitio Potočani, en lo que hoy es Croacia, gente fue asesinada indiscriminadamente hace 6,200 años y no estamos seguros de por qué”.
El sitio fue descubierto accidentalmente, cuando una persona construía una cochera, en el 2007. Luego, una fuerte lluvia, terminó de exponer un agujero de unos dos metros de diámetro, por uno de profundidad, “en donde revueltos restos humanos, permanecían”. Las excavaciones de rescate, fueron encabezadas por Jacqueline Balen, del Museo Arqueológico de Zagreb.
Se supuso, al principio, que eran restos dejados por la segunda guerra mundial o por los movimientos independentistas de los Balcanes, en los 1990’s. Pero no había dentaduras, ni otros artefactos modernos. Al aplicar el radiocarbono, se determinó que tendrían unos 6,200 años y que esas personas, habían sido sepultadas todas al mismo tiempo, “asesinadas hacía miles de años”.
Mario Novak, uno de los encargados de la investigación, dice que esos restos pertenecen a la cultura Lasinja, “de la que no se sabe mucho, sólo que eran seminómadas, de la Era Media del Cobre (el eneolítico), y vivían de criar ganado”. Y aunque hay muchos entierros de esa época, pocos han sido profusamente estudiados, como el mencionado.
“Novak y sus colegas pudieron extraer material genético de los huesos de 38 de los 41 individuos del entierro masivo y en un nuevo estudio, publicaron los resultados. Los individuos eran de ambos sexos (21, masculinos y 20, femeninos) y eran de distintas edades. Menos de la mitad, eran adultos y once, eran niños, de menos de diez años. Algunos individuos, eran familiares (un hombre joven, sus dos hijas y su sobrino, estaban todos en la fosa), pero 70%, no tenían lazos entre sí. Todas las víctimas, provenían de un mismo ancestro y, al parecer, estaban en esa zona desde hacía tiempo, así que no es un caso de nueva población que llegara y la eliminaran. Todo indica que fue un caso de una masiva, indiscriminada matanza”. Como las que se siguen dando en nuestros días.
Y no se sabe por qué se hizo, quizá por los escasos recursos, por el ganado, que probablemente ya había ladrones, o incluso por estúpidas cuestiones rituales.
“Se han hallado otros sitios, conteniendo entierros masivos, en Alemania o Austria, ligados a la cultura Linearbandkeramik, de hace unos 7,000 años, en donde, “en algunos casos, la violencia era contra miembros de ciertas comunidades o contra migrantes, que eran rechazados, sobre todo, por disputas de recursos”.
Eso muestra, además, que el egoísmo ha privado, desde siempre, en el ser humano. No, nada de ser compartido.
Pero dice Novak, que “desgraciadamente, en esas matanzas prehistóricas, nunca sabremos, a ciencia cierta, qué causas las provocaron. Pero podemos decir que esas matanzas, no son sólo de la época actual. Se necesita más investigación de porqué ocurrían tales eventos, los que, desafortunadamente, siguen sucediendo en la actualidad”.
Tiene razón Novak. Ahí están, como ejemplo, las fosas clandestinas halladas en muchos estados de México, como en Guanajuato, en donde bandas criminales sepultan a sus innumerables víctimas (ver: https://www.jornada.com.mx/2021/03/18/estados/027n1est).
Y en muchos otros países, en donde a causa, también, de bandas criminales, de guerras, campos de concentración, conflictos por recursos y otras circunstancias, se han hallado masivos entierros.
Por desgracia, no es la computadora cuántica, ni los desarrollados telescopios, ni otros “avances científicos”, los que representan el “gran desarrollo de la humanidad”, sino la encarnizada, asesina violencia diaria, que busca, no amar, sino deshacerse del “prójimo”.
Contacto: studillac@hotmail.com