La explotación laboral de la nefasta Amazon
Por Adán Salgado Andrade
Jeff Bezos comenzó
vendiendo libros en 1995. Eligió el nombre de Amazon, porque decía que era
misterioso, exótico. Pensó que los libros era algo que vendería mucho y por eso
se enfocó originalmente en ese ramo (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/History_of_Amazon).
Seguramente, nunca
imaginó los alcances de la empresa, que en el 2018 tuvo ventas anuales por casi
232 mil millones de dólares (mdd), de las que obtuvo una ganancia neta de
10,070 mdd, 4.34%, no muy alta. Por ello, debe de vender demasiado, pues sería
una ganancia marginal, con tal de arrasar con cualquier tipo de competencia
(ver: https://www.statista.com/statistics/266282/annual-net-revenue-of-amazoncom/).
De hecho, se está
volviendo un monopolio comercial, pues en Estados Unidos (EU), acapara casi el
50% de las ventas por línea (ver: https://www.bigcommerce.com/blog/amazon-statistics/).
Aun así, en septiembre
del 2018, la empresa llegó a valer un billón de dólares (un trillón en cantidades
inglesas), lo que la colocó en el primer lugar de las compañías globales (ver: https://www.cbsnews.com/news/amazon-worth-1-trillion-stock-price-surge-tuesday-2018-09-04/).
Eso hace de Bezos el
hombre más rico del planeta, con una fortuna de 117 mil millones de pesos. A
pesar de eso, se ve su mezquindad, pues hace poco “donó” 690 mil dólares para
la recuperación de la fauna y la flora perdidas por los fuertes incendios de
Australia. Eso sería apenas un 0.00059% de su citada fortuna (ver: https://www.businessinsider.com/how-rich-is-jeff-bezos-mind-blowing-facts-net-worth-2019-4).
Esa mezquindad podría
ser una de las causas de que Amazon, además de actuar sin miramientos, con tal
de destruir a la competencia, trate muy mal a sus empleados, sobreexplotándolos
y pagándoles salarios bajísimos, con los que no pueden sobrevivir, teniendo que
pedir ayuda pública para completar sus magros salarios, como estampillas para
comer (ver: https://www.thedailybeast.com/amazon-is-worth-dollar1-trillion-its-workers-are-on-food-stamps).
Por otro
lado, los millones de entregas anuales que hace la empresa, han ocasionado que
los sitios en donde Amazon almacena sus productos, demanden demasiado esfuerzo
físico de sus empleados, los que son tratados sin contemplaciones de ninguna
especie, exigiéndoles rapidez en la búsqueda y entrega de mercancías para sus
envíos. Eso ha provocado que en esas bodegas, se multipliquen los accidentes de
todo tipo, incluso comparados con lugares que podrían ser más peligrosos por el
tipo de actividades, como minas o industrias. Las propias estadísticas exigidas
a la empresa por la Administración de la Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA),
de EU, así lo demuestran (ver: https://gizmodo.com/exclusive-amazons-own-numbers-reveal-staggering-injury-1840025032).
Ha
querido introducir la empresa robots, para agilizar todavía más las operaciones
pero no han resultado lo que esperaba, además de que, de repente, ocasionan
accidentes. En
el 2018, uno de esos robots provocó un accidente, al picar un envase de
repelente para osos, con lo que 24 empleados se intoxicaron. Eso sucedió en una
bodega de Amazon en Nueva Jersey, lo que la dejó muy mal parada. Ver: https://www.theguardian.com/technology/2018/dec/06/24-us-amazon-workers-hospitalised-after-robot-sets-off-bear-repellent).
Por
si fuera poca la explotación directa, tiene un portal para buscar empleo o
solicitar trabajadores, llamado Mechanical
Turf, que es otra ventajosa creación de Amazon para obtener ingresos extras
de un sitio en el que los trabajadores son los que más pierden.
Esa
situación la expone un artículo de Gizmodo, firmado por Dhruv Mehrotra, en el
que se narra todo lo que los usuarios de ese nefasto portal deben de sufrir
para ganar, muchas veces, unos pocos dólares, realizando labores humillantes,
arduas o hasta falsas (ver: https://gizmodo.com/horror-stories-from-inside-amazons-mechanical-turk-1840878041).
A
muchos, los obligan a ver imágenes grotescas de gente decapitada o mutilada,
para “mejorar sistemas de Inteligencia Artificial” para identificar imágenes
prohibidas y que sean censuradas. A otros, se les piden encuestas. Cuando las
terminan, el demandante (requester) puede decidir, arbitrariamente, que no está
bien hecha la encuesta y negar el pago. Pero como ya fue entregada, puede ser
que sí le sirva, pero haya puesto el pretexto de que estaba mal, con tal de no
pagar. El portal no tiene forma de evitar eso. Ah, pero sí cobra, tanto al
trabajador que recibió el trabajo, como al demandante, sin importarle si tal
trabajador cobró o no.
Mucha
gente, expresó a Mehrotra, lo hace por necesidad, pero que son muchos suplicios
y vejaciones por las que deben de pasar.
Sin
embargo, como señalé, Amazon es la única que realmente gana por la cuota que
cobra, se paguen o no los servicios solicitados. Otro deleznable “negocio
extra” de Bezos.
Y
si ya lo narrado es, de por sí, grave, Amazon no permite que los empleados de
sus oficinas (white collar workers) expresen sus opiniones sobre lo que no
están de acuerdo con la empresa.
Un
artículo de Wired, firmado por Louise
Matsakis, titulado “Desafiando la política de la empresa, más de 300 empleados
de Amazon hablan”, expone las protestas que se han dado en meses recientes por
muchos trabajadores, que cada vez más y más se oponen a que la empresa los
coarte (https://www.wired.com/story/amazon-employees-protest-communications-policy/).
En
el artículo, se da a conocer la más reciente de las protestas, por 350 empleados,
quienes, a pesar de las amenazas de despido, se atrevieron a manifestarse
contra la empresa, en primer lugar, porque exigen que no se coarte su opinión.
En segundo lugar, porque le demandan que cumpla con su cometido de convertirse
en una compañía cien por ciento libre de huella de CO2 para el año 2040.
Identificados
como Empleados de Amazon por la Justicia Climática, realizaron marchas, en oficinas
de la empresa en Estados Unidos y en otros países. Acompaña al artículo un
video, en el que se muestra a varios empelados mostrando un letrero que dice
“No seremos silenciados # Amzn Habla”, mientras la voz de fondo señala que
tales manifestaciones son por la cooperación de Amazon con las depredadoras
petroleras, con tal que sigan explorando más yacimientos petroleros,
produciendo más combustibles fósiles y contaminando más aceleradamente al
planeta.
Eso,
a pesar de la criminal responsabilidad de las depredadoras petroleras, que
desde los 1970’s, sabían que si seguía creciendo indiscriminadamente el empleo
de energías fósiles, el mundo se convertiría en el infierno que actualmente es.
Sólo han pensado en ganar más y más, sin importarles el medio ambiente,
biodiversidad animal y vegetal, ni la salud de hombres y mujeres (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/las-mafiosas-empresas-petroleras.html).
También
protestaron los empleados por dispositivos como Ring, que no sirven para hacer
más seguros a los hogares, sino para espiarlos (ver: https://nypost.com/2019/01/11/employees-at-amazons-ring-have-been-spying-on-customers/).
Y
el video concluye dejando en claro que Amazon tiene dos caminos, seguir
ayudando a depredadoras empresas, seguir produciendo dudosa tecnología de
“seguridad” que espía o unirse a sus empleados para producir un verdadero
cambio mundial.
Pero
no parece inquietarle tanto. Sigue la construcción de uno más de sus “caprichitos”,
la construcción de un reloj que funcionará 10,000 años, enclavado en una montaña
de su propiedad, en el que ha invertido, hasta ahora, unos 42 mdd. Sonará una
vez cada diez años. Muy caro, pero inútil (https://www.wired.com/story/the-10000-year-clock-is-a-waste-of-time/).
Y
cuando las protestas se hicieron, Bezos estaba dando una fiesta en su mansión
de 23 mdd en Washington DC, a la que asistieron grandes personalidades, tales
como Ivanka Trump, Jared Kushner, Kellyanne Conway, el actor Ben Stiller y Bill
Gates, entre otros, con quienes se lució (ver: https://www.geekwire.com/2020/party-jeff-bezos-d-c-mansion-attracts-bill-gates-ivanka-trump-notable-guests/).
Si para seguir
siendo el hombre más rico del planeta y seguir agasajando a “importantes
personalidades” en sus residencias, Bezos tiene que seguir contaminando al
planeta y explotando a trabajadores, lo hará, pues prefiere ser mezquino a
generoso.
Así, como
lo es el capitalismo salvaje.
Contacto: studillac@hotmail.com