martes, 2 de octubre de 2018

La gira del Tenoxca, la conquista mexica de Europa


La gira del Tenoxca, la conquista mexica de Europa
por Adán Salgado Andrade

“En cierto momento, no te miento, sentimos que estaban entre nosotros los guerreros mexicas, yo los estaba viendo, cuando Miguel estaba bailando, yo veía que no era él, que un espíritu mexica había encarnado en su cuerpo y era el que bailaba”, dice Ricardo Salgado Andrade, Ozomatzin Boy, al referirme lo que sintió cuando sus tres compañeros y él, estaban tocando en el Fannia Live, el centro de espectáculos y cultural más famoso y exclusivo de Viena.
Me platica sobre su tercera, consecutiva gira a Europa, con su proyecto de rock en náhuatl, Tenoxca, que ha ido ascendiendo, con sus iniciales tropiezos, como en todo proyecto, pero que va ganando importancia y adeptos en España, Holanda, Austria e Italia, por lo pronto.
Estas giras, autogestivas, comenzaron en el 2016, abriéndose espacios, en donde ha sido la tenacidad de Ricardo, la que ha vencido los obstáculos iniciales. “En la primera, nos veías a Miguel y a mí caminando por todos lados, para sacar tocadas, y, como todo, a veces te encuentras con gente buena y a veces con gente culera, pero, en general, ha habido una buena energía, yo creo que la de mi madre, que nos ha abierto las puertas. Y ahora, te puedo decir, que el proyecto ya está a un sesenta por ciento de crecimiento”.
Sin embargo, comenta que, de alguna manera, el trabajo en el “otro lado del charco” se remonta a 1992, cuando, con su grupo de rock Factótum, hicieron un trabajo pionero, del que, después, muchos grupos mexicanos se colgaron. “Sí, se puede decir que nosotros abrimos Europa al rock mexicano”, dice, enfático. Así que estas giras no comienzan de la nada, sino de un trabajo de muchos años, de haber mantenido contactos, buscar nuevos, ser tenaces ante la adversidad y, sobre todo, seguir evolucionando artísticamente, ahora con su grupo que interpreta exclusivamente canciones de náhuatl escritas, musicalizadas y producidas por Ricardo en su estudio, Tlaxcalli Records.
Ricardo dice que su madre, la Maestra María Andrade Macuilxochitl, profesora de primaria, entre varias cualidades que poseía, cantaba en náhuatl; primero, eran canciones populares que traducía a ese ancestral, vital idioma, hablado actualmente por millones de mexicanos. “Yo creo que ella, al morir, me dejó esa herencia espiritual, que siga cantando en náhuatl, como ella habría querido seguir haciendo”.
Y eso ha hecho desde hace ya unos cuatro años, que todas sus nuevas rolas son en náhuatl, pero a ritmo de rock. “Es como un sincretismo que hago. Luego me critican que por qué náhuatl con rock, pero les replico que es para demostrar lo actual y mágico de esa lengua de nuestros abuelos mexicas, tan adaptable e importante, que hasta para el rock la puedes emplear”.
No sólo es el náhuatl lo que caracteriza al Tenoxca, sino que, además, las letras tocan importantes problemáticas sociales. “Escribo de muchas problemáticas que me llegan. Por ejemplo, tengo una rola que habla sobre la represión que sufrieron los habitantes de San Salvador Atenco, cuando se opusieron al aeropuerto. Otra, sobre los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Una, sobre todo el daño que le hemos hecho al planeta… y así”. Le cuestiono que si no es problema que la gente no entienda el náhuatl y me responde que llega el momento en que se siente. “La gente siente cuando hablas sobre ciertos problemas. Es como mucha gente que ni entiende rolas en inglés, pero nada más siguen el ritmo. Pero aquí estableces una conexión con el público, de verdad, basta con que menciones Atenco o Ayotzinapa, y saben a lo que te refieres. Porque, además, el náhuatl es un idioma muy espiritual, armónico (eso significa la palabra náhuatl en español, armonía), y, te digo, la gente te entiende, le transmites el mensaje, la euforia de lo que estás cantando”.
El grupo, actualmente, está formado por Abbi, en la guitarra, chica de 25 años muy talentosa, Miguel Huichol, encargado de los instrumentos mexicas, como percusiones, silbatos, caracoles, además de que es quien se viste con indumentaria de guerrero mexica, con plumas, taparrabos, y otros adornos, todo un teyaochihuani. Reynaldo, en el bajo, un sobreviviente de pasadas glorias roqueras. Y, por supuesto, Ricardo, quien ya lleva años de vuelo, “dejándose llevar”, como dice que ha hecho y aconseja hacer. “Si te pones a planear a la perfección, no te salen las cosas. Es mejor aventarse, seguir tu instinto y no amedrentarte si no te salen las cosas como querías. Lo importante es seguir, tenacidad, que no te embargue el desánimo, ser un guerrero mexica”.
Y es que desde que comenzó con las giras, asegura que se han dado momentos mágicos. “Fíjate, cuando llegamos la segunda vez a Viena, por azares del destino, conocimos a Mauricio, un mexicano muy emprendedor, que tiene una cadenas de restaurantes de, en serio, verdadera comida mexicana, en donde puedes comer nopales, tortillas, frijoles, chilaquiles… empezó hace diez años y ahora ya tiene restaurantes en Viena y en Bratislava (capital de Eslovaquia, ex república soviética). Sí, muy emprendedor, pero lo curioso es que sus restaurantes se llaman Los Mexicas. Entonces, fíjate, llegamos a tocar en Los Mexicas con el Tenoxca el año pasado, sí, se dio una conjunción, como que estábamos destinados a encontrarnos con él”. Y hace poco que estuvieron por tercera vez en Viena, en el Fannia live, tocada que Mauricio organizó especialmente para el grupo, se dio lo que arriba menciono, que Ricardo y todos los demás integrantes sintieron que espíritus mexicas estaban acompañándolos en el concierto. “Fíjate, en Viena, está el penacho de Moctezuma, quien alguna vez derrotó a Cortés, ¿no?, entonces, como que llegamos ahora a coordinarnos con Los Mexicas y las energías de los ancestrales mexicas nos llegan, ¿no?”. Le digo que puede ser que, en efecto, como, finalmente somos energía, esté entre nosotros la de la espiritualidad mexica, que, aunque derrotada y asesinada por los mercenarios españoles en el mundo material, quizá en otra dimensión allí permanezca. Y es en cuestiones como dar un concierto de náhuatl en Europa, la cuna de los imperialistas del planeta, que muy probablemente esa energía converja.
La tercera gira comenzó en Ámsterdam, en donde Pablo, un muy solidario y excepcionalmente amable amigo chileno, les ha proporcionado alojamiento y los iniciales contactos, desde el año pasado que lo conocieron, para que el Tenoxca se pudiera presentar. Este año lo hicieron en un centro underground llamado Pepper, administrado por una pareja de mexicanos. Quizá por la premura, hubo alguna desorganización y se presentaron dos conciertos al mismo tiempo. Uno, de cumbias, que es lo que tocan los mexicanos, y el del Tenoxca. “De todos modos, a la gente le gustó mucho cómo tocamos y se iban del otro concierto a vernos”, dice Ricardo. Allí, recibieron la muy valiosa ayuda, en la sonorización y la grabación del concierto, de Rubén, un muy solidario argentino que forma parte de la banda de cumbias, junto con los mexicanos y que apreció mucho su trabajo, como así les expresó.
Por otro amigo chileno, Mario, se pusieron en contacto con la, digamos, colonia de chilenos de Holanda y dieron un concierto el 11 de septiembre, en una celebración más para recordar a Salvador Allende, valeroso presidente que, el 11 de septiembre de 1973, fue derrocado y asesinado cobardemente por Pinochet y la CIA. “¡Estuvo muy bien ese concierto, nos aventamos cuatro rolas y se dio una energía muy padre entre nosotros y ellos. Y muy solidarios todos, nos compraron varios discos y cooperaron!”. Tocaron luego del mitin informativo sobre la conmemoración, en donde se refirió lo del cobarde asesinato tramado por la AT&T, el gigante telefónico estadounidense, quien no podía aceptar que la industria del cobre, que había controlado hasta el advenimiento de Allende, quien la nacionalizó, fuera del pueblo, como afirmaba aquél. Desde entonces, Chile comenzó a ser controlado, luego del golpe, de nuevo, por corporaciones que sólo han buscado su beneficio. Y eso sucede ahora en Holanda, denunciaron los oradores, como en todo el mundo, en donde priva el capitalismo salvaje, con su puñado de corporaciones, las que controlan e imponen sus mezquinos, depredadores, empobrecedores intereses. “Cada que veíamos un indigente, le decía a Abbi que se diera cuenta de que son espejismos, eso de que en Europa todos están bien, ¡no es cierto!, hay muchos pobres, igual que aquí. Y la gente sobrevive con su trabajo, viven en lugares súper minúsculos y ahí la llevan, sobreviviendo”.
Mario, luego del concierto, les invitó unas cervezas. Y platicó con ellos cosas que resultarían insólitas. En Holanda, desde el 2013, se comenzaron a cerrar las cárceles. Y en el 2017, cinco más lo hicieron, debido a que, supuestamente, es muy baja la tasa de criminalidad. En ese país, con una población de 17 millones de personas, sólo están encarceladas 11,600, es decir, 69 por cada 100,000 habitantes (ver: https://www.independent.co.uk/news/world/europe/dutch-prisons-are-closing-because-the-country-is-so-safe-a7765521.html).
La marihuana es una droga legalizada o tolerada en Ámsterdam. “!No me creían mis amigos que toda la ciudad huele a mota!”, exclama Ricardo. En todos lados, dice, hay coffee shops, en donde, se pensaría, podría uno tomarse un café, pero no es así. A uno de los que acudieron con esa esperanza, fueron atendidos por un árabe, quien les preguntó qué iban a ordenar, si hachís o mariguana. Y ellos le dijeron que café y el tipo volvió a preguntar si hachís o mariguana y ellos insistieron en que querían café. Ya, de plano, les dijo que allí no había café, que sólo vendían esas hierbas. “Esos son los coffee shops”, dice Ricardo, con divertido tono.
Sin embargo, como refería antes, Mario les dijo que están llegando mafias chinas, sobre todo, a apoderarse del comercio de otras drogas, como la cocaína o el LSD. “Nos dijo que, por ese control, se están dando peleas entre bandas rivales y, ya, hasta cabezas han encontrado en el barrio en donde viven, pero que la policía lo oculta, para no meter miedo, pues eso podría ahuyentar al turismo”.
De hecho, unos días antes de que el Tenoxca llegara a Ámsterdam, un joven de origen árabe agredió a cuchilladas a dos turistas en el aeropuerto de Schiphol, suceso que no debió de ser grato, pues sienta un mal antecedente de descuidos en la seguridad hacia los viajeros. Y, de ser cierto lo que les platicó Mario, lo que confirmó su esposa Irene, una holandesa muy amable – que ya espera su primer hijo –, haría peligrar el clima de aparente libertad que se goza en esa capital, si, de repente, la rivalidad entre narcotraficantes creciera hasta volverse incontrolable. Por desgracia, en donde las drogas sean súper negocio, al final, se dará la lucha por controlar y monopolizar la venta, lo que, inevitablemente, genera violencia. Esperemos que no se convierta Ámsterdam en otra Ciudad Juárez de Europa.
Platica también Ricardo que es muy barata la comida en Holanda. “Con quince euros, vas a la tienda y compras jugos, agua, pan, jamón… sí, muy barato todo allí, bueno, pero para sus sueldos, porque ves cuánto cuesta la comida en México y es cara. ¡Son precios europeos, pero con salarios mexicanos!”, exclama, divertido, con lo cual, concuerdo. Por ejemplo, la cadena de comida rápida Subway, dice, es más barata allá que aquí y muchas cosas. Ese es el problema, cuando ni la comida que requerimos, producimos en este secuestrado país.
El siguiente punto de la gira fue justamente en Viena, en donde ya es el tercer año que se presentan. El traslado fue en autobús, lo que les llevó 19 horas. Como cruzaron Alemania, los retenes policiacos estuvieron a la orden. “Sí, nos bajaron a todos en Múnich, sin excepción. Y yo creí que a nosotros, por ser mexicanos, nos iban a basculear más, pero no, eran de allí mismo, alemanes, franceses, holandeses… a los que hasta los calzones les revisaban”, dice Ricardo, riendo. También platica de que hubo conductores amables y unos, pésimos. Un maletero estaba aventando las cosas de todos a las cajuelas. De plano, le dijo Ricardo al conductor que le exigiera que no aventara las maletas, pues nadie se quejó, aceptan esos abusos sumisamente. Qué lamentable que, al parecer, en todo el  mundo la gente sea tan pasiva en aspectos tan sencillos como exigir que no les maltraten el equipaje.  
Y en Viena, esta vez, tocaron en el Fannia live, como ya mencioné, en donde, asegura Ricardo, tuvieron esa experiencia de energía ancestral mexica, que los acompañó en todo el concierto y, está convencido, durante toda la gira. Allí también hay claroscuros, pues mientras Mauricio es bastante solidario, hay gente austriaca, supuestos amigos, que no fueron ni siquiera a verlos tocar. “Como te digo, el egoísmo es universal”, en lo cual, concuerdo. El Fannia live es de un colombiano, les contó Mauricio. Curioso que latinos, como Mauricio o ese colombiano, estén estableciendo prósperos negocios en Europa. Ya hacía falta eso y no sólo que sean empresas europeas las que se establezcan en países latinoamericanos, como México. Así, les hacemos que nos devuelvan algo de lo que nos han quitado. Y que grupos que, como el Tenoxca, estén triunfando por allá, será también otra reivindicación, en el sentido cultural, contrarrestando los estereotipos que nos han impuesto por siglos los prepotentes europeos.
Antes del concierto en el Fannia live, tocaron en la embajada de México en Austria. Podría pensarse que se les daría un trato decoroso, siendo mexicanos, pues hacía algunas semanas que Ricardo había logrado que los programaran para tocar en la “noche mexicana”, el 15 de septiembre. “¡Ni un refresco nos dieron. A una de las chicas que estaba encargada, supuestamente es el enlace de Morena para la transición, sí le reclamé, que ni eso, un refresco, nos ofrecieron! Y nos dijo Mauricio que la embajadora (Alicia Buenrostro Massieu), para nada ayuda a la comunidad de mexicanos en Austria, nada más está de adorno y se roba el dinero”. Enfatiza que eso lo denunciaron durante el concierto, que ni la cara les había dado esa señora. Vergonzoso que esa sede diplomática no haya valorado el esfuerzo del Tenoxca. “Yo, desde aquí, les pedí muchas veces que si nos podían apoyar con el autobús de Ámsterdam a Viena, y no, siempre me dijeron que no había dinero”. Mucha corrupción y, sobre todo, miseria y falta de valores provocan estos problemas. Esos “embajadores”, en realidad, la mayoría, son simples parásitos que, durante su estancia en tal o cual país, gozan de prebendas y altos salarios. Son exilios de lujo que disfrutan a lo grande, pero que cuando se trata de que muestren solidaridad y, sobre todo, sensibilidad con sus connacionales, ni se molestan. Ojalá que la administración de AMLO tome en cuenta esos aspectos, para que el personal que asigne a las embajadas posea verdaderos valores, como la solidaridad y la valoración de personas como Ricardo y el Tenoxca, que lo único que persiguen es la difusión de la ancestral cultura mexica.
Y, bueno, decepciones aparte, de Viena, los avezados guerreros mexicas del Tenoxca, marcharon a Italia, a Livorno.
Se trasladaron en autobús a Milano. Les cobraron 130 euros por persona, unos 2600 devaluados pesos. Ahí se da uno cuenta en la dificultad de viajar con nuestra devaluada moneda, sobre todo cuando, como el Tenoxca, se deben de costear sus giras. En Milán, iban a tomar otro autobús. Y allí se dio cuenta Ricardo de los abusos que cometen en todas partes. Al preguntar en la taquilla por el precio del pasaje a Livorno, el empleado le indicó que eran 110 euros. Ricardo le dijo que lo comunicaría a sus compañeros. Habrá tardado unos diez minutos, luego de que sus compañeros estuvieron de acuerdo y, cuando regresó para comprarlos, para su sorpresa, el pasaje ¡ya costaba 160 euros!
Al reclamar al empleado sobre ese súbito incremento de precio, aquél le dijo que eso costaba ya y, si quería o no, era su problema. Como afortunadamente Ricardo y Miguel ya habían estado antes allí, sabían que hay un tren muy económico que los lleva a Livorno por 25 euros, sólo que hay que tomar un taxi para trasladarse a la estación de donde sale. Y eso hicieron, tomaron uno y se fueron allá, para abordarlo y dirigirse a la última etapa de esa tercera gira.
Gracias a la solidaridad de la gente buena que aún, por fortuna, queda en el mundo, en Livorno fueron alojados y muy bien alimentados y bebidos por la generosa Federica, una extremadamente amable livornesa, maestra de educación física, a la que conocieron en Livorno, en un camión, en el 2016. Dice Ricardo que, desde esa vez, que platicaron un rato y que, luego, en su auto, los llevó a la varias partes para difundir su trabajo, hubo una espiritual conexión. “Sí, muy buena onda Federica, y nos ha dicho que valora mucho lo que hacemos, estamos en la misma sincronía”, afirma, muy convencido. Eso seguramente es así, que en energías, ideas y pensamientos, habemos personas que pareciéramos conocernos de toda la vida.
Allí, dieron un concierto en un amplio centro de convenciones, Il Prato, El Prado, muy amplio, al aire libre, organizado por una buena amiga que conocieron también hace dos años, Martina Salcedo, amiga de Federica, muy activa, pues tiene un canal de televisión, además de que busca y promueve a grupos de países de Latinoamérica y África, con tal de que se conozcan otras alternativas musicales, justo como la propuesta del Tenoxca. Recibieron el dinero de las entradas, además de la venta de sus discos, los que ahora contenían el tercer álbum, Inin Ohtli, En el camino, que es, dice Ricardo, en donde ahora se encuentran. Martina tiene un blog en el que se publicó una muy favorable nota informativa sobre la actuación del Tenoxca en Livorno (https://www.quilivorno.it/news/spettacolo-cultura/livorno-porto-musicale-da-voce-al-messico/).
“Estuvo también excelente ese concierto, hubo más de 200 personas y muy solidarios, nos compraron discos y dieron cooperación. De verdad que sientes la energía positiva cuando haces un trabajo distinto, bueno, en el que te empeñas mucho para que la gente se dé cuenta de que no improvisas, además de que dejas siempre un mensaje”, comenta Ricardo.
El obligado regreso a Ámsterdam fue nuevamente en autobús, uno que iba directo. “¡Veinticinco horas, con escalas en Múnich, en donde otra vez nos revisaron a todos!”, exclama Ricardo, pensando que quizá por eso que llaman “terrorismo”, se hayan extremado las supuestas medidas de seguridad.
Le pregunto sobre el clima. “Sí, hay una ola de calor, como nunca antes se había dado. En Viena, Mauricio nos comentó que era la primera vez que hacía tanto calor, 33 grados, estaban sorprendidos, pues en esta época ya es preinvierno, pero no, el calor impera”, comenta. Fue ya al llegar a Múnich, de regreso, que una ventisca fría se dejó venir repentinamente y los puso a temblar de frío. Y eso, porque las “centrales de autobuses” parecen, dice Ricardo, paraderos de las terminales del Metro, como Pantitlán, en donde deben los cansados y ajetreados pasajeros esperar a la intemperie, parados sobre el camellón, el siguiente autobús en la transferencia. “En serio que, dices, ¿esto es un país desarrollado? Estamos mejor en México, con las centrales de autobuses, no esas pendejadas, de verdad”, exclama. Pues sí, razono, no se creería que en esos países, en cosas como terminales de autobuses, supuestamente internacionales, estén así de rudimentarios.
Ya, en Ámsterdam, tuvieron que pasar una noche y todo un día en el aeropuerto, para tomar el vuelo de Aeroméxico, de regreso.
Al llegar al aeropuerto de la ciudad de México, tuvieron que enfrentar la desagradable y tramposa “revisión aduanal”, en donde el empleado encargado ya les quería cobrar impuestos por los instrumentos que de aquí se habían llevado, que porque afirmaba que los habían comprado allá. “Le dije que cómo iba a creer que los había comprado en Europa, si no estoy pendejo. Y ya me dijo que, para la otra, es mejor registrar todo lo que uno lleve, para que al regreso no pase eso. Pero son puras mamadas. Te das cuenta como este mafioso poder que nos controla, nada más te mete el pie, no te ayuda, pero bien que te jode”.
Sobre sus planes para la siguiente gira, dice Ricardo que espera que ya haya patrocinadores o managers interesados en el proyecto. “Mira, que, al menos, nos paguen todos los viáticos, transporte y hospedaje. Porque, sí nos fue bien, cubrimos todos  nuestros gastos con lo que ganamos por allá, unos mil doscientos euros (unos 24 mil pesos). Pero no se va a tratar de eso siempre, sino de que valoren tu trabajo y lo paguen. Ya basta de que, encima de que eres artista, tengas que pagar por actuar”, enfatiza.
Y dejarse llevar. “A ver a dónde te lleva el payaso”, agrega, sonriendo.
Le pregunto que qué tiene que ver el payaso. “Sí, bueno, es un simbolismo, el payaso, el malo, así como en It (se refiere al personaje de la película del mismo nombre, basada en una obra de Stephen King, un payaso diabólico), no sabes a dónde te llevará”.
Estoy seguro, le digo, que a un cercano, merecido triunfo.