Cibercriminales rusos y corrupción bancaria
Por Adán Salgado Andrade
El prestigioso periódico inglés The Guardian, recientemente público una
noticia que da fe, nuevamente, de hasta dónde la corrupción bancaria puede
llegar, sobre todo en estos momentos de aguda crisis económica, detonada desde
el 2008 y que, en lugar de suavizarse, cada vez se profundiza más y más.
El escándalo involucra a “honorables” bancos, como HSBC, Royal Bank of
Scotland, Barclays, Countts y otras 17 instituciones financieras, establecidas
en Inglaterra, o con sucursales allí, las cuales procesaron 740 millones de
dólares (mdd), en un obscuro esquema de lavado de dinero encabezado por mafias
rusas y el gobierno ruso mismo. Dichos bancos “enfrentan preguntas sobre qué
era lo que sabían de ese esquema internacional y por qué no rechazaron
transferencias de dinero sospechosas”.
Los investigadores de la fraudulenta operación han detectado que entre
el 2010 y el 2014, alrededor de 20 mil mdd (quizá hasta 80 mil), fueron movidos
desde Rusia, en una operación tan masiva que se le ha dado en llamar Laundromat, debido al masivo lavado de
dinero que implicó (ver: https://www.theguardian.com/world/2017/mar/20/british-banks-handled-vast-sums-of-laundered-russian-money?utm_source=esp&utm_medium=Email&utm_campaign=GU+Today+main+NEW+H+categories&utm_term=218243&subid=21873428&CMP=EMCNEWEML6619I2).
La conexión con el gobierno ruso se infiere porque Igor Putin, primo
del presidente ruso, está entre los accionistas de un banco de Moscú que poseía
cuentas involucradas en el fraude.
La investigación fue realizada por el Proyecto Para Denunciar
Corrupción y Crimen Organizado (OCCRP), así como por la publicación rusa Novaya Gazeta. La información fue proporcionada por fuentes que
prefieren permanecer en el anonimato, pero la OCCRP la compartió con 32
publicaciones del planeta, con tal de que se diera a conocer y se certificara
que es fiable.
Los documentos detallan que hubo 70,000 transacciones bancarias, las
que incluyeron 1920 que fluyeron por bancos ingleses y 373 que, nada
sorprendente, se hicieron a través de bancos estadounidenses, pues seguramente
Wall Street no podía quedarse sin entrarle al jugoso negocio.
Los depósitos se hacían mediante cuentas en Moldavia y en Letonia, en
bancos que justamente se prestaban a eso y que eran los preferidos de mafiosos
rusos, de los que, más adelante, me refiero.
El extenso fraude se extendió hasta 92 países y a una red de supuestas
firmas, propiedad de desconocidos, varias de cuyas “matrices” estaban en
Inglaterra y ya han sido disueltas.
Esto es una muestra más de cómo la libertad con que el capitalismo
salvaje ha actuado desde su etapa “neoliberal”, sin regulación alguna por parte
del Estado, ha permitido que se den estos fraudes mundiales, sin que merezcan,
en realidad, mucha atención, y que sólo sean tomados, las más de las veces,
como meros “errores administrativos” (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2008/11/el-convenenciero-capitalismo-salvaje.html).
Por otro lado, la interconectividad que se ha dado en el planeta
gracias al Internet, también ha facilitado estos fraudes, pues los llamados
“hackers”, se mueven a su antojo por la red, accediendo a los millones de
cuentas de los bancos y haciéndose muy fácilmente de dinero, gracias a sus
habilidades computacionales. El crimen cibernético deja arriba de 400 mil mdd
en ganancias al año (ver: http://www.cbs.com/shows/csi-cyber/news/1003888/these-cybercrime-statistics-will-make-you-think-twice-about-your-password-where-s-the-csi-cyber-team-when-you-need-them-/).
Tanto dinero, es evidente, requiere de los “honorables” bancos y corporaciones
financieras para legitimarse.
Las cantidades procesadas por los bancos ingleses implicados no fueron
cualquier cosa, según el informe. Así, HSBC procesó 545.3 mdd (el más corrupto
de todos), principalmente, ¡oh sorpresa!, a través de su sucursal en Hong Kong.
El Bank of Scotland – 71%, estatal –,
manejó 113.1 mdd. Coutts – el que
emplea la Reina de Inglaterra y propiedad de RBS –, se encargó de 32.8 mdd, a
través de su oficina en Zúrich, Suiza. Y también en la lista están los “prestigiosos”
Barclays, Natwest y Lloyds.
Como dije, los bancos estadounidense, no iban a dejar el lucrativo,
mafioso dinero, de lado. Así, el Citibank procesó 37 mdd (tampoco sorprende,
pues es señalado como lavadólares del narcotráfico en Sudamérica, vía su
sucursal en México, Banamex. Ver:
El Bank of America se encargó de
14 mdd. La operación total en Estados Unidos (EU), ascendió a solamente 63.7 mdd, no mucho, tomando en
consideración que Wall Street “lava” la mitad del dinero del narcotráfico
mundial (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2007/11/especulacin-y-narcotrfico-nuevos_21.html).
The Guardian informa que contactó a todos los bancos implicados, pero,
aunque ninguno disputó el informe, a lo más que llegaron fue a declarar que
tienen “estrictas políticas anti lavado de dinero”.
Pero mucho de ese dinero, de todos modos fluyó hacia empresas
extranjeras, de anónima propiedad. Además, según el investigador financiero L.
Burke Files, las operaciones no pudieron haber sido pasadas por alto, como los
bancos dicen, pues se trató de decenas de sospechosas operaciones, lo que
implica que, mientras el dinero fluya, y en millones, será bienvenido, sin
ningún tipo de averiguación. Véase, nada más, la hipocresía y falta de ética
con la que se conducen los bancos. Y no sólo los bancos, sino miles de empresas
que, con tal de asegurar ganancias, le entran a esquemas corruptos y
fraudulentos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.mx/2015/12/corrupcion-corporativa-ganancias-y.html
).
Y es que también empresas, como Seabon, le entraron al fraude. Esta
empresa, cuya Matriz está en Londres (irónicamente, señala The Guardian, que
está a la vuelta de la oficina del alcalde de Londres y de la casa de
gobierno), procesó nada menos que 9000 mdd, aunque sólo declaró que sus
ingresos en el 2013 habían sido de sólo ¡una libra esterlina! En tanto que la
empresa Ronida invest LLP, registrada
en Newhall Street, Birmingham, procesó 6400 mdd. Como se ve, nada despreciable
“sucio” dinero.
También la operación permitió ver los “hábitos” de consumo de los
“inversionistas” rusos implicados, los que compraron costosas joyas en Bond
Street, pieles y lujosos candelabros de una boutique en Chelsea. Claro, para el
capitalismo salvaje son más valiosos esos mafiosos, con su suntuario consumo,
que millones de pobres que muchas veces ni comida pueden comprar.
Lo peor de todo es que la investigación permitió ver qué tanto la mafia
rusa en el poder se involucró. La operación se realizaba entre dos empresas,
una de las cuales, le prestaba a la otra. Ésta, a la hora de pagar, se
declaraba insolvente. Entonces “jueces” rusos certificaban que estaba, en
efecto, “quebrada”, pero, en realidad, el dinero no pagado, salía de Rusia, vía
Moldavia y luego, a Letonia, nación perteneciente a la Unión Europea, desde
donde se desviaba a los citados bancos.
Diecinueve bancos rusos certificaron como “bueno” ese dinero, entre los
que estaban el Banco de la Tierra Rusa (RZB), el que tenía como uno de sus
accionistas al ya mencionado Igor Putin. Y tan sólo este banco transfirió 9700
mdd. En el 2014 el RZB fue cerrado y su director, Alexander Grigoriev fue
arrestado, bajo cargos de lavado de dinero. Curiosamente, Grigoriev tenía
conexiones con la FSB, la agencia de espionaje rusa, la CIA de ese país.
Obviamente, Grigoriev lo niega todo, pero algo debe de saber, sobre todo si
está involucrado con la FSB (de hecho, como más adelante comento, Eugeniy
Mikhailovich Bogachev es un criminal ruso que ha jugado el doble papel, tanto
de hacker de cuentas bancarias, así como de espía para el Estado).
Igor Putin sólo ha declarado que “por mi experiencia, puedo decir que
está más que probada mi tesis de que el sistema bancario ruso debe de ser
rehabilitado de raíz y limpiado de problemáticos bancos, dirigidos por gente de
dudosa reputación”. Pero ¿cómo es que no se dio cuenta de nada? Por él debiera
de comenzar, sería el razonamiento, ¿no?
Además, la conexión con el “gobierno” ruso, se insinúa por
investigadores moldavos, quienes hallaron que la FSB, cuando todavía era
comandada por Vladimir Putin, empleó dinero del Laundromat para asegurar ciertos intereses rusos en otros países.
Vaya, al parecer, Rusia últimamente está nostálgica y queriendo
recuperar su pasada gloria soviética, cuando la URSS era más influyente en el
planeta. De hecho, el 30 de diciembre del 2016, Barack Obama impuso sanciones a
Rusia por, supuestamente, haber intervenido en la elección presidencial de EU.
Y aún tiene ese país asilado a Edward Snowden, ex analista de la National
Security Agency (NSA), quien valientemente divulgó cómo dicha agencia espía a
todo el planeta.
Pero ya que finalmente Rusia también está en la esfera capitalista,
pues quizá dinero extra, aunque sea mal habido, no le caiga mal.
Aunque tal dinero provenga de criminales hackers rusos, como Eugeniy
Mikhailovich Bogachev, un cibercriminal alrededor del cual debió montarse una
minuciosa operación de expertos cibernéticos, así como agencias gubernamentales
para deshacer su complejo esquema de robos bancarios por Internet.
Además de que recientemente se sospecha que tuvo que ver con el hackeo de la elección presidencial en
EU, también construyó un casi inexpugnable esquema conocido como Zeus, un virus
troyano que fue capaz de robar miles de millones de dólares desde las propias
cuentas de las mismas personas que tenían la desgracia de que sus computadoras
fueran infectadas por ese virus informático.
Simulaba que el usuario entraba a sitios “seguros”, que no eran más que
la pantalla, para que aquél expusiera sus datos, cuentas bancarias, tarjetas
crediticias, passwords y NIP’s, pero lo que en realidad estaba dejando era toda
su confidencial información en manos de cibercriminales que, a partir de ese
momento, harían con ella lo que se les antojara, desde el robo de pequeñas
cantidades, hasta la totalidad de sus ahorros, sin que mediara ninguna
protección de por medio, pues, como señalé, la extracción de dinero parecía
ejecutada por el mismo cuentahabiente.
Todo ello concebido por la brillante mente de Mikhailovich, quien se ha
hecho millonario con tal esquema.
Esos robos cibernéticos comenzaron desde el 2008, cuando Zeus era
libre. En efecto, cualquier hacker con determinado nivel de habilidad, podía
descargarlo y cometer robos a su antojo, sin ser detectado. Sin embargo, la
ambición de Mikhailovich fue mayor.
Poco tiempo después, el hacker ruso lo retiró, para relanzarlo, pero ya
no libre, sino cobrando nada menos que diez mil dólares por copia, garantizando
totalmente su inexpugnabilidad, la que casi se dio, literalmente, pero que,
como dije, requirió muy coordinados y arduos esfuerzos de investigadores,
empresas, bancos, gobiernos, expertos en cibercrimen… y más, para
desmantelarla. La mayor parte de cibercriminales, se descubrió, eran jóvenes
veinteañeros, atraídos por la posibilidad de hacerse de dinero fácil y rápido,
influenciados por un sistema económico cuya máxima es volverse rico cuanto
antes y sea como sea, aunque eso signifique vaciar las cuentas de millones de
personas, a las cuales los bancos no les repusieron su dinero, en la mayor
parte de los casos, alegando que no era su responsabilidad. Claro, muy fácil se
desentienden del problema, ocasionado porque sus equipos y programas no están
al tanto del creciente cibercrimen.
De todos modos, ha sido muchísimo dinero. Tan sólo en EU se calcula que
esos cibercrímenes dejaron entre 70 y 80 mdd de ganancias.
También ese infame esquema, cuando no era posible hackear cuentas
bancarias, permitía a los empleadores de Zeus, “secuestrar” las máquinas de
miles de usuarios de ellas, quienes debían de pagar entre 800 y 900 dólares
para “liberarlas”. En fin, que el talento para dañar a miles de personas y
volverse ricos los hackers, no faltó.
Lo peor es que se descubrió que Mikhailovich, con tal de no ser
encarcelado por su gobierno, decidió operar también como espía. Eso le dio aún
mayor inmunidad e impunidad, pues a pesar de que todos las pesquisas lo señalan
como el autor intelectual y material del ciberfraude, sigue “libre”, y ha sido
calificado como una suerte de sofisticado “James Bond” ruso, que hace de las
suyas, mientras le sirva al gobierno. Y tal conexión inició desde el 2010,
cuando la policía rusa descubrió los fraudes cometidos por Mikhailovich y, con
tal de no llevarlo a prisión, al parecer, se estableció una cooperación entre
el hacker y el gobierno ruso, quien ha aprovechado para espiar a otros países.
Eso da idea de lo poderoso e inexpugnable que resultó ser Zeus.
Desde el 2015, cuando finalmente fue desmantelada la red criminal de Mikhailovich,
EU ha ofrecido una recompensa de tres millones de dólares por su cabeza, pero
nada ha sucedido, lo que hace sospechar que, en efecto, aquél sea una pieza
indispensable para el gobierno ruso. No sólo él, sino hay varios criminales
rusos de todo tipo, cuyo paradero permanece desconocido y que quizá también
estén al servicio de la mafia rusa en el poder (ver: https://www.wired.com/2017/03/russian-hacker-spy-botnet/?mbid=nl_32117_p3&CNDID=32248190).
Lo que sí es claro, es que cada vez serán más frecuentes las relaciones
entre instituciones financieras y criminales de todo tipo, cuya única finalidad
es, para ambos, amasar mucho dinero y seguir disfrutando de la gran vida que,
siendo muy ricos, ofrece el capitalismo salvaje.
Contacto: studillac@hotmail.com