El símbolo de “Reciclar”, se ha vuelto vacío
Por Adán Salgado Andrade
Hay muchos símbolos que se han vuelto icónicos, pues todos sabemos lo que significan, como el que indica que debe uno de lavarse las manos, por ejemplo. O los de marcas comerciales famosas, como la de Coca-Cola, la nefasta refresquera o Nike, la de los tenis hechos con trabajo semiesclavo
Otro, es el de “Reciclar”, formado por tres flechas curveadas, que dan a entender que todo es cíclico, nunca debe de terminar, algo, inicia, se trasforma, se recicla y se vuelve a utilizar.
El diseñador estadounidense Gary Dean Anderson (1947) fue el que creó el logotipo, por un concurso lanzado por la Corporación de Contenedores de América (CCA, por sus siglas en inglés), en 1970, que era, por ese aquel tiempo, líder en gráficos corporativos y diseño. Anderson, de entonces 23 años, presentó tres diseños, de entre 500 competidores y ganó el premio principal. La CCA quería incrementar la consciencia ecológica del reciclaje, comenzando con el papel. Anderson se inspiró en una trituradora de papel, precisamente, para su diseño muy al estilo del símbolo del infinito de la Banda de Möbius, que parece interminable. Y ganó los $2,500 dólares del premio principal y una admisión a la Conferencia sobre Reciclaje. “Luego del concurso, me olvidé por un tiempo del símbolo. No me percaté de su importancia, hasta que lo vi plasmado en unos botes de basura, cuando caminaba por calles de Ámsterdam” (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/M%C3%B6bius_strip).
Y desde entonces, pareció que la consciencia ecológica se fortalecería con su aparición gradual en todas las cosas que se tirarían (plásticos, envolturas, envases, papeles, latas…) y el mundo se libraría de la basura.
Pero, en realidad, ese símbolo, sólo se ha empleado como pretexto para que corporaciones como Coca-Cola o Nestlé, entre otras, se curen en salud, colocando el sello de “Reciclar”, en todos sus envases y envolturas, pero que se laven las manos a la hora, realmente de hacerlo.
El artículo de Grist, retomado por Gizmodo, titulado “Cómo fue que el símbolo de ‘Reciclar’, perdió su sentido”, firmado por Kate Yoder, expone cómo ha dejado de servir para la función que inicialmente fue concebido (ver: https://gizmodo.com/how-the-recycling-symbol-became-meaningless-1851534696).
El primer Día de la Tierra, que se celebró el 22 de abril de 1970, buscó hacer consciencia de la importancia de cuidar el ambiente, comienza Yoder. Ya, por entonces, había cierto activismo en contra de las corporaciones, que sólo arruinaban con su mezquindad el medio ambiente y no hacían nada por ayudar al planeta, como las petroleras, entre otras, que frecuentemente provocaban derrames petroleros severos en tierra y mares.
Platica una anécdota de un comercial de 1990, en donde Kevin Costner (California, 1955), que atendía un bar y Meryl Streep (Nueva Jersey, 1949), que era una clienta, hablan sobre los problemas ambientales de entonces, ya graves, y ella le dice “Es terrible todo lo que pasa”, “Sí”, responde Costner. A punto Streep de tirar su lata de cerveza en el bote de reciclaje, Costner le dice “Espera, esto realmente podría cambiar tu vida”, refiriéndose a que reciclar era lo último en consciencia ecológica.
Era la moda, la consciencia ecológica del reciclaje, dice Yoder, “todo sería devuelto a materiales útiles, la gente separaría, dejaría sus bolsas de materiales separados en la banqueta y los camiones recolectores la recogerían”.
En efecto, yo anduve en los años 1990’s en Estados Unidos, en Vermont, concretamente, y todos debían separar obligatoriamente la basura: plásticos, vidrio y metales y con la basura orgánica, los que pudieran, debían de hacer composta. Por ese entonces, me sorprendió esa “consciencia ecológica”.
Sí, los camiones, recolectaban toda esa basura, pero algo diferente era que se reciclara realmente. A lo más, el 7 por ciento del plástico, por ejemplo, se ha reciclado, desde que se creó (ese material que se mostraba como muy prometedor, como dice un personaje de la cinta estadounidense “El Graduado”, mencionada por Yoder, de1967, protagonizada por Dustin Hoffman – California, 1937 – en donde un le menciona a Hoffman que “el plástico es lo más prometedor a lo que uno puede dedicarse”).
Los plásticos, hasta el 2018, no se reciclaban en Estados Unidos (EU), sino que se exportaban a China, hasta que este país se opuso a seguir siendo más el basurero de aquél país. Lo mismo hacía Inglaterra, que exportaba su basura plástica a países como Malasia, Vietnam, Polonia, China, Turquía y hasta, ¡vaya sorpresa!, Holanda. Inglaterra produce ¡once millones de toneladas de plásticos anualmente!, sobre todo para empaques de todo (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/10/fraude-en-inglaterra-con-reciclaje-de.html).
Y es que la cantidad de basura que se genera anualmente en el mundo es del orden de ¡2,120 millones de toneladas al año!, 5 millones 900 mil toneladas diarias. Literalmente, nos estamos ahogando con tanta basura (ver: http://www.theworldcounts.com/counters/).
Menciona Yoder una barcaza llena de basura que, en marzo de 1987, estuvo navegando desde Nueva York, hasta México, Belice y las Bahamas, pues “no había dónde poner tanta basura en Nueva York. En octubre, regresó y se ordenó que todos sus contenidos fueran incinerados”.
Eso mostró cómo lo del reciclaje era un fraude, pues a pesar de que las campañas con el símbolo de “Reciclar” habían comenzado desde 1970, la basura seguía incrementándose año con año, y lo sigue haciendo, pues la absurda cultura de lo desechable, la sigue impulsando.
En realidad, corporaciones como la mencionada Coca-Cola y otras, han dejado la responsabilidad de reciclar a los consumidores y, sobre todo, a los gobiernos. “Muchos gobiernos locales, ya han pensado en cargar impuestos a tales corporaciones, con tal de pasarles la factura de todo el daño ocasionado al planeta y a la sociedad”.
No son nuevos los daños que ha ocasionado tanto plástico, señala Yoder. “Ya, desde los 1970’s, los científicos sabían que ballenas, tortugas y otras especies marinas, quedaban atrapadas en los plásticos y que morían unas 40,000 focas al año. También sabían que pequeños fragmentos plásticos (los ahora llamados microplásticos), se iban a los océanos y que esos residuos entraban a la corriente sanguínea de humanos, lo que en la época de Richard Nixon (1913-1994) se calificó de ‘amenaza significativa a la salud’”.
Así que ya se sabía desde esos años, pero las corporaciones, nada hacían, al contrario, han incrementado desde entonces su basura, contentándose con seguir poniendo sellos de “reciclar”, y con eso han pretendido mostrar su “consciencia” ecológica.
Y aunque ahora en todo el mundo se sabe que los plásticos son dañinos, Coca-Cola, por ejemplo, lanza sus campañas de que “reciclemos para tener un mundo mejor”, pero no baja su producción. Actualmente produce ¡100,000 millones de botellas plásticas cada año, en donde vende su veneno líquido!, por lo que se le considera la contaminadora número uno global (ver: https://www.greenpeace.org/aotearoa/story/unbottling-the-truth-coca-colas-role-in-plastic-pollution/).
Y en acuerdo con las también contaminantes y depredadoras petroleras, ambas planean aumentar la producción de plásticos hasta triplicarlos para el 2050. Las petroleras lo harán, sobre todo, porque con eso quieren compensar la gradual baja en la venta de gasolina que irá ocasionando el aumento de ventas de los muy vanagloriados autos eléctricos (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/01/las-contaminantes-petroleras-y-coca.html).
De por sí, señala Yoder, reciclar no es fácil y consume energía “y no se puede usar un plástico reciclado para empacar alimentos”. Además, reciclar también produce microplásticos y, en efecto, consume mucha energía (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/05/reciclar-el-plastico-tambien-produce.html).
Señala Yoder que todavía se recicla más el metal, “hasta un 75 por ciento”. Lo mismo sucede con el papel, que no es tan contaminante su reciclaje y es más ecológico (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/01/el-papel-mas-ecologico-y-reciclable-que.html).
“Es mejor recurrir a otras soluciones, como reducir la producción, reusar, rellenar y reparar”, dice. Es cierto, antes, sin tantos desechables, ni productos tan malos, y que se usaban envases retornables, no había tanto desperdicio. Pero las nefastas corporaciones nos han ganado, pues hasta su basura nos la cobran y es más ganancia para ellas. Han impuesto la sobreproducción de todo.
Así que la realidad es que ese símbolo de “Reciclar” ha propiciado que se haga cada vez más y más basura.
Y son las mencionadas corporaciones, las que han salido más beneficiadas, pues seguirán produciendo y produciendo basura y nosotros, pasivamente soportando.
Mejor que creen otro símbolo que podamos identificar como “Tire esto a la basura y olvídese del planeta”
Contacto: studillac@hotmail.com