La plastibrea es la combinación de derrames petroleros marinos y microplásticos
Por Adán Salgado Andrade
Toda la contaminación y destrucción planetaria, ocasionada por el nefasto capitalismo salvaje, está ocasionando problemas que ni siquiera imaginamos.
Por ejemplo, por tanto plástico que se arroja a los océanos cada año, unos 80 millones de toneladas, ya hasta “islas plásticas” se están formando. Una de ellas, llamada el Great Pacific Garbage Patch (el parche plástico del gran Pacífico), tiene un área, actualmente, de 1.6 millones de kilómetros cuadrados (¡equivaldría a un cuadrado de unos 1,265 km por lado!), y pesa aproximadamente 80,000 toneladas. Esa área, “equivaldría a dos veces el área de Texas y es 500 veces más pesada que una casa”.
Y no es la única “isla” hecha de plásticos. Pero como la mayoría de los formadores son microplásticos, es prácticamente imposibles limpiarlas, además de que ya hay algunas especies marinas que se han “adaptado”, quizá por “necesidad”, a vivir entre ellas (ver: https://www.youtube.com/watch?v=cEeKerZ7iU4).
Y, por supuesto, también se están formando nuevos “materiales”, como el llamado plasticrust (incrustación plástica), que son rocas en las costas, en las que se van incrustando de plásticos de todo tipo, los que son arrojados por las olas y fijados por el calor del sol (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Plasticrust).
Pero no queda allí. Ahora, se está formando el llamado plastitar, o plastibrea, como lo traduje, un material que se forma de petróleo derramado en el mar que, con el tiempo, se va mezclando con microplásticos, los que le dan “consistencia” y está apareciendo en forma de “piedras blandas” en las playas, como expone el artículo del portal Wired, titulado “Plastitar es el infame engendro de mezclar derrames petroleros y microplásticos”, firmado por Matt Simon, quien agrega que “en bellas playas de las españolas Islas Canarias, científicos descubrieron un nocivo nuevo contaminante: brea mezclada con pedacitos de plástico” (ver: https://www.wired.com/story/plastitar-is-the-unholy-spawn-of-oil-spills-and-microplastics/).
Los derrames petroleros son constantes, no sólo cuando una plataforma marina se colapsa o un petrolero naufraga, sino que siempre hay “fugas”, tanto de oleoductos marinos, así como de los citados petroleros.
Ese contaminante aceite, flota sobre el mar y se va evaporando, hasta endurecerse, formando una especie de brea. Luego, el mar la conduce hasta las costas, en donde se adhiere, por el calor, a las piedras, pues es pegajoso. Parece una especie de plastilina, pero tóxica.
Pero como el oleaje también arroja microplásticos, éstos, se van pegando a la brea y el calor, los va compactando, creando ese nuevo, nefasto material que, a la vista, parece como rocas obscuras.
Los científicos descubrieron esa tóxica mezcla, en Playa Grande, “y más de la mitad de ella, está cubierta de esa tóxica sustancia. Y también las islas Lanzarote y El Hierro, están contaminadas con el plastitar”. El analista químico Javier Hernández-Borges, de la Universidad de La Laguna, fue quien hizo ese lamentable descubrimiento y dice que “Seguramente es algo que se está presentando en muchos otros lugares del mundo, no sólo en las Islas Canarias”.
Se muestran algunas fotografías, en donde se ve cómo, en efecto, el plastitar, pareciera negras formaciones rocosas, que se adhieren a las rocas normales, más claras en color. No sólo se adhieren microplásticos, sino otras cosas, como restos de redes para pescar, que ya también se hacen de plástico. En otra foto, se observan fragmentos redondeados, que son cuentas plásticas que se usan como materia prima para la elaboración de objetos, como bolsas o botellas. Dice Simon que esas “cuentas son transportadas en barcos, pero constantemente caen al mar, ya sea por naufragios o mal manejo. Se estima que alrededor de unos 500 millones de libras (226,796.2 toneladas) de ese contaminante material, es desechado anualmente en el mar cada año”.
¡Imaginen, más plástico arrojado a los océanos, además de tanta basura, también plástica, que se desecha cada año!
Por ello, crecen las mencionadas islas de plástico y se forman “nuevos materiales”, como el plastitar.
Y sus efectos nocivos, no quedan sólo en que cubran las rocas normales, sino que interfiere con la vida marina. Como es un material aceitoso y obscuro, absorbe el calor. “Las rocas, se calientan mucho, demasiado, lo cual debe de tener funestas implicaciones para los organismos que viven allí”, señala Hernández-Borges.
“Eso puede afectar a las tortugas marinas, pues la temperatura afecta el sexo de los huevos que desovan en las costas. Si hace mucho calor, todas las tortugas nacidas son hembras, lo que no es bueno para la reproducción de esa especie”, agrega Simon.
Muy grave influencia. Y si eso pasa con las tortugas, seguramente, ocasionará otros daños en más especies o hasta las matará, las que no puedan adaptarse, como sucede ya con varias, lo que está las está llevando a una masiva extinción (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/03/la-perdida-de-biodiversidad-la-perdida.html).
Y eso es un estresante extra para todo lo que ya está afectando, de por sí, a los océanos, que deben de aguantar a esos plásticos, microplásticos, derrames petroleros, descargas sanitarias, basura radioactiva y de otros tipos, además de que absorben el 90% del calentamiento global que se genera a diario (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/04/el-calentamiento-oceanico-altera-los.html).
El problema adicional, comenta Hernández-Borges, es que “ya, algunos, están pensando en que así podrían limpiarse las playas de microplásticos, regando aceite, para que se le peguen, luego, esperando que se endurezca y, entonces, recogerla. Y yo digo, ¡nooo!, que ni se les ocurra”.
De hecho, es el cinismo con que se actúa muchas veces. Ya, por ejemplo, hay científicos que han hallado en las islas plásticas “nuevos antibióticos, que podrían combatir bacterias resistentes a ellos”. Con ese bizarro descubrimiento, podría decirse que, después de todo, son “útiles” esos engendros (ver: https://www.zmescience.com/science/scientists-find-novel-antibiotics-in-ocean-plastic-pollution/).
Y seguramente también van a decir que la plastibrea, pudiera ser buen material constructivo o cualquier tontería que se les ocurra, con tal de justificar su existencia.
Así que, allí está otra nefasta consecuencia de tanta destrucción y contaminación ambiental que esta “gran civilización” ha ocasionado.
Y falta ver cuántas más irán surgiendo, hasta alguna que nos lleve a la sumaria extinción masiva.
Contacto: studillac@hotmail.com