Conversando con una promotora del voto por
Morena
por Adán Salgado Andrade
“Antes era priísta, sí,
hasta me iba a hacer bola con los antorchistas, pero me fui dando cuenta de que
nada más prometían y prometían y nada cumplían. Y con el fraude que hicieron en
la elección del estado de México, que impusieron a del Mazo, pues me terminaron
de decepcionar”, me platica Claudia, una bonachona madre de familia de 44 años,
con quien charlo sobre su trabajo como promotora del voto por el partido
Movimiento de Regeneración Nacional, más conocido por su acrónimo Morena,
nombre del que muchos de sus detractores hasta hacen una racista mofa por tal
denominación, denotando con ello el inconsciente racismo que la herencia
colonial maldita nos legó. Claudia aceptó el ofrecimiento de un amigo, de
trabajar como promotora del voto por López Obrador. Dice que, en su momento, lo
hizo para propagandear a del Mazo, el fraudulento, impuesto candidato priísta.
“¡Con trabajos nos pagaron mil pesos por todo el tiempo que anduvimos
promoviendo la campaña de ese señor. Lo peor es que teníamos que decir mentiras
para que Delfina (Gómez, candidata para gobernadora de Morena al estado de
México), no ganara. También, desde allí, me fui decepcionando, porque uno se da
cuenta de las porquerías que hace el PRI con tal de seguir ganando!”, continúa
Claudia, con tono de reproche (ver: https://aristeguinoticias.com/1509/mexico/tepjf-convalido-fraude-para-imponer-a-del-mazo-en-edomex-delfina-gomez/)
Su decepción hacia el
PRI, además de su fuerte necesidad de trabajar, como existe entre millones de
mexicanos desocupados, la llevaron a emplearse como promotora del voto por
Morena, a pesar de que tuvo que trasladarse a Guanajuato por varias semanas,
siendo que ella vive en Ixtapaluca, localidad que pertenece, justamente, al
Estado de México. “Sí, acepté, haz de cuenta, porque como no nos alcanza con lo
que gana mi marido, pues para tener un dinero extra. A como están las cosas,
cualquier dinerito extra que te ganes, ayuda mucho”, expresa. Incluso, le
pagaron mucho más, cinco mil pesos mensuales más viáticos. Llegaron primero a
Celaya, pero al siguiente día, se fueron a Irapuato, que fue la sede todo el
tiempo que Claudia laboró allá. Se hospedaron en una casa proporcionada por un
simpatizante de Morena. “Estuvo todo muy bien. Uno podía cocinar lo que
quisiera, pues el refrigerador siempre estaba lleno, nada nos faltó. Y cada
quien tuvo su cama. Éramos en mi equipo diez. Y diario venía una camioneta por
todos nosotros, muy temprano, desde las siete, para llevarnos a donde
tuviéramos que ir”. Dice que recorrieron municipios cercanos, como Irapuato,
Apaseo el Alto, Cuchicuato, Guanajuato, San Miguel Allende, Apaseo el Grande, entre
otros, en los cuales, ya que llegaban, de inmediato se aplicaban a trabajar. Lo
que tenían que hacer era repartir folletos informativos acerca de las
propuestas de Morena y preguntar a la gente si estaba enterada de ello y, de
una manera diplomática, invitarlos a que las revisaran y consideraran votar por
López Obrador. “No tuvimos mucho problema, pues, hasta eso, mucha de la gente
que visitamos, está decidida a votar por Obrador, pero algunos, como que
todavía no están tan seguros. Y por eso platicábamos con ellos, para hacerles
ver que si seguimos votando por los mismos de siempre, el país seguirá igual y
que si votan por Morena, las cosas van a cambiar”, enfatiza Claudia.
Tiene razón, pues, con
todo y los errores que pueda tener Morena – sobre todo, el aliarse con gente de
todo tipo y de otras agrupaciones políticas –, es una manera, la más inmediata,
puede considerarse, de comenzar a cambiar poco a poco a este depredado país,
empobrecido y empeorado por las sucesivas mafias priístas y panistas que lo han
controlado a su total antojo. No sólo han despojado al país de sus valiosos
recursos, dejándolos en manos de rapaces corporaciones extranjeras – como
hicieron al privatizar a Pemex o CFE –, sino que, por el consecuente
empobrecimiento que tales imposiciones han ocasionado, se han incrementado a
niveles nunca antes vistos delincuencia y violencia, tanto, que recientemente,
hasta los empresarios han exigido que la mafia en el poder cumpla con una de
sus funciones, que es la protección de los ciudadanos del país ante tanto
crimen (ver: http://www.jornada.com.mx/2018/05/29/economia/019n1eco).
Eso, delincuencia, corroboró
su existencia allí Claudia, pues les dijeron los coordinadores que tuvieran
mucho cuidado de los “halcones”, que son delincuentes que roban a las personas desde
motos. Esta modalidad de robos se está extendiendo por todo el país, pues los
ladrones, una vez cometida la felonía, pueden huir fácilmente en sus vehículos.
Pero además de los
robos, algo que a Claudia le impresionó mucho fueron las precarias condiciones en
que vive la gente. “Fíjate que vi mucha pobreza y, como no ha llovido, pues
están peor. Los animales están muriéndose de sed, porque no hay agua, ni nada
que coman. No pueden sembrar. Íbamos y, no te miento, de tanto polvo que había,
porque está todo seco, que las botas se nos metían hasta la mitad. Y está muy
deforestado todo, no hay árboles, recorres y recorres kilómetros, y ni un
árbol. De verdad que es bien triste todo eso”.
Lo que señala Claudia
es la consecuencia que, a nivel global, está teniendo el calentamiento
planetario, tanto por la depredación ambiental, así como por la creciente
contaminación. Y justamente en México es en donde los cambios climáticos, como
prolongadas sequías en casi todo el territorio, se están manifestando desde ya,
incluso mucho antes de lo pronosticado por los científicos. Para este año, se
prevén sequías y temperaturas de ¡50 grados centígrados en muchos estados!
(ver: https://www.vanguardia.com.mx/articulo/179-del-pais-presenta-sequias
y https://www.excelsior.com.mx/nacional/preven-que-calor-alcance-hasta-los-50-grados-en-4-entidades/1241783).
Tampoco estuvo exenta
de problemas su promoción del voto. “Fíjate que en Apaseo el Alto, que es muy
priísta, toqué en una casa en donde un señor me abrió, pero bien violento que
se puso. Luego luego, me empezó a insultar y a decir que no, que López Obrador
era un ratero y que íbamos a estar peor con él, que mejor siguiéramos con el
PRI y cosas así. Y no me soltaba y seguía diciéndome cosas, cada vez más
enojado. Lo bueno es que nuestro jefe me vio que estaba discutiendo y que se
acerca. Y como es un hombre bien alto y fornido, de esos que imponen nada más
de verlos, que se acerca y que le digo que el señor me estaba insultando y que
no me dejaba ir y pues que se lo pone parejo, diciéndole que no tenía por qué
faltarme al respeto. Entonces, el señor, que ya le cambia y que le dice que no,
que él nada más estaba platicando y yo que le digo a mí jefe que no, que me
estaba agrediendo. Y ya, mi jefe, le repitió que no tenía por qué agredirme,
que yo sólo estaba haciendo mi trabajo y que si él no estaba de acuerdo, pues
estaba bien, pero que eso no le daba derecho a insultar ni a maltratar. Y ya,
que nos vamos… pero, sí, en ese pueblo son bien priístas”.
Vaya si no han de ser
“priístas de hueso colorado” en ese municipio, que hace algunos años yo
frecuenté. En ese entonces, alrededor del 2002, un conocido que era del PRD –
cuando el PRD no era la vergüenza que hoy representa –, había ganado la
presidencia municipal. Pero era tal el control que los derrotados priístas
tenían del lugar, que el camión de la basura no recolectaba los desperdicios de
aquél, como era su obligación, recogía los de las otras casas, menos las del presidente municipal.
De todos modos, muy
menor problema comparado con el que, días más tarde de cuando Claudia estuvo
promoviendo el voto allí, se dio al ser asesinado el candidato por Morena a la
presidencia municipal de ese municipio, parte de la guerra sucia que la mafia
priísta ha desatado en todo el país, con tal de inducir el miedo en la gente
(ver: https://www.animalpolitico.com/2018/05/matan-candidato-apaseo-alto-guanajuato/).
No sólo en ese
municipio, sino en muchos otros estados, están dándose ataques y hostigamientos
contra candidatos de Morena a distintas alcaldías o puestos públicos (ver: http://www.jornada.unam.mx/2018/05/18/estados/025n1est).
Aunque el trabajo le
gustó mucho a Claudia, dice que, justamente por la forma en que fue agredida
por la persona que vivía en Apaseo el Alto, decidió retirarse. “La verdad, no
quise seguir, porque no es fácil lidiar con gente tan necia, que hasta te puede
golpear”. Tiene razón, pues ya no sólo se están agrediendo a los candidatos de
Morena, sino hasta a los promotores del voto, como lo que sucedió
recientemente, cuando dos mujeres que cumplían esa labor en Cuernavaca, fueron
balaceadas por dos sujetos que iban, justamente, a bordo de una motocicleta.
Una de ellas falleció y, la otra, está muy grave (ver: http://www.jornada.unam.mx/2018/05/18/estados/025n1est).
“Mira, tengo mucha
necesidad y me gustó hacer campaña por Morena, pero así, no, no sea que me
fueran a matar un día”, declara Claudia, entre broma y en serio.
Sí, comparto su temor,
pues en estos días en que la mafia en el poder está descociéndose, apelando a delincuentes
que cometen asesinatos, secuestros, haciendo la guerra sucia… con tal de
ganar, lo mejor es apartarse del peligro.
“Sí, mejor me regresé.
Mi marido fue por mí, diciéndole a mi jefe que me necesitaban en casa mis
hijas. Me dijo que es mejor que nos la llevemos con su salario”, dice,
resignada.
Pues sí, razono,
algunas veces, vale más vivir precariamente que morir prematura y
violentamente.
A ese tipo de dilemas
nos está llevando la mafia en el poder a muchos mexicanos.
Contacto: studillac@hotmail.com